RABAT, Marruecos – Las autoridades marroquíes dispersaron el lunes a un grupo de activistas que intentaron realizar una protesta frente al edificio del parlamento en la capital para denunciar la reciente decisión del país de establecer relaciones diplomáticas con Israel.
Decenas de agentes de policía con equipo antidisturbios se movilizaron para alejar a los manifestantes del parlamento en Rabat. Los manifestantes querían mostrar su rechazo a la normalización de los lazos entre Rabat y Jerusalén.
Marruecos anunció el jueves una “reanudación de las relaciones” con Israel, poco después de que el presidente de los EE.UU. Donald Trump twiteara que Rabat y el Estado judío habían “acordado relaciones diplomáticas plenas”.
Sion Assidon, un judío marroquí y activista de los derechos humanos, dijo a los reporteros mientras era escoltado por las autoridades que “quien exprese su desacuerdo debe ponerse cinta adhesiva en la boca”.
Abdessamad Fathi, presidente de la Instancia Marroquí de Apoyo a los Asuntos de la Ummah, un grupo afiliado al movimiento proscrito Al Adl Wal Ihsane, dijo en Facebook que la decisión de las autoridades de prohibir la sentada es una indicación de que la normalización de las relaciones con Israel es “impuesta a los marroquíes”.
El domingo, las autoridades marroquíes permitieron una gran reunión fuera del edificio del Parlamento para apoyar el reciente acuerdo que también incluía el reconocimiento por parte de EE.UU. del reclamo de Marruecos sobre la largamente disputada región del Sahara Occidental.
Otra gran concentración fue organizada el domingo en la ciudad de Laayoune en el Sáhara Occidental, donde miles de marroquíes habían cantado consignas en apoyo del acuerdo.
El palacio real de Rabat dijo en una declaración que el Rey Mohammed VI había prometido a Trump que facilitaría vuelos directos para transportar a los judíos de origen marroquí y a los turistas israelíes hacia y desde Marruecos y reabriría las oficinas de enlace. El anuncio fue aplaudido por los partidos políticos y provocó la desesperación de los grupos islamistas.
Israel y Marruecos establecieron relaciones diplomáticas de bajo nivel durante el decenio de 1990 tras el deshielo de los vínculos entre Israel y los palestinos. Sin embargo, esos contactos se suspendieron en 2002 en respuesta a la Segunda Intifada. Desde entonces, sin embargo, la relación ha continuado de manera informal, con decenas de miles de israelíes que viajan a Marruecos cada año.
El anuncio de Marruecos lo convierte en el cuarto país árabe que este año da a conocer sus planes para normalizar los vínculos con Israel mediante un acuerdo negociado por los Estados Unidos, después de los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán.