El servicio de noticias kurdo, Rudaw, informó que los comandos turcos han penetrado al menos cuatro kilómetros en el Kurdistán iraquí, con el apoyo de ataques aéreos. Los aldeanos que viven cerca de la ciudad de Zakho han huido de la ofensiva, en algunos casos dejando sus propiedades y abandonando completamente sus hogares.
“Alrededor de tres o cuatro bombas cayeron justo detrás de nuestra aldea el martes por la noche. No pudimos sacar nuestras ovejas a pastar”, afirmó un aldeano que se refugió en Zakho.
“Nos vimos obligados a abandonar nuestras casas. Solo algunos de los que tienen ovejas se han quedado. Si la situación continúa como hasta ahora, ellos también se irán”, añadió otro.
“Esto que hacen contra nosotros no es lo correcto. Somos gente pobre. Nuestro sustento está en nuestra aldea. Les rogamos que se detengan”, suplicó un anciano refugiado.
El PKK claramente mantiene una presencia significativa en la región fronteriza montañosa que está siendo atacada por Turquía, y el gobierno iraquí no se siente cómodo con su presencia. No obstante, los funcionarios iraquíes respondieron con enojo a la ofensiva turca, alegando que no fueron informados con antelación y que no ha habido coordinación con las fuerzas de seguridad iraquíes. Irak convocó al embajador turco el martes para protestar formalmente por el ataque. Los iraquíes exigieron a Turquía que detuviera su campaña de bombardeos y retirara todas sus fuerzas del suelo iraquí.
El embajador turco respondió implacablemente que su gobierno “continuará luchando contra el PKK donde quiera que esté, a menos que Irak tome medidas para poner fin a la presencia del PKK en su país”.
El jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía mencionó que espera que Irak “actúe en cooperación y armonía” con el asalto al PKK, que “amenaza la seguridad nacional de nuestro país, así como la integridad territorial y la soberanía de Irak”.
El mismo jueves, el Ministerio de Defensa turco anunció que golpeó más de 500 objetivos PKK con aviones de guerra F-16, drones y artillería en los dos días anteriores.
Los militares iraquíes afirman que algunos de esos ataques golpearon un campo de refugiados, y el viernes declararon que al menos cuatro civiles kurdos muerieron por ataques turcos. Otro informe de la región indica que un pastor del pueblo cristiano de Qashafar fue asesinado por un misil turco el jueves.