La capital libanesa, Beirut, fue escenario de una explosión masiva el martes, que según las autoridades fue el resultado de un accidente industrial con fuegos artificiales. Los periodistas en el terreno describen escenas de pánico y caos. Reuters informa que las autoridades dicen que 10 personas murieron, aunque es probable que ese número aumente.
Los videos de la escena parecen mostrar una explosión inicial en el puerto de la ciudad seguida de otra mucho más grande que causa una nube en forma de hongo sobre la ciudad:
La explosión se sintió a kilómetros de distancia, llenando las calles de escombros y rompiendo ventanas:
Dada la historia reciente de Beirut, hubo mucha especulación inicial en los medios sociales de que la explosión fue causada por el terrorismo. El Líbano ya estaba al borde con un veredicto que se espera para finales de esta semana en el juicio respaldado por la ONU para cuatro miembros de Hezbolá acusados del atentado con coche bomba de 2005 que mató al ex Primer Ministro Rafik Hariri y a otras 21 personas. También ha habido recientes combates entre Hezbolá, el grupo terrorista chiíta con base en el Líbano, e Israel tanto en la frontera entre Israel y el Líbano como en Siria.
Pero los medios de comunicación estatales del Líbano dicen que no hubo terrorismo y que el desastre fue causado por un incendio en un almacén de petardos. Algunos videos muestran lo que parecen fuegos artificiales o petardos que explotan poco antes de la segunda explosión:
Esto puede parecer una explicación descabellada, pero las explosiones de fuegos artificiales pueden ser enormes. Una en los Países Bajos en el año 2000 mató a 23 personas y destruyó 400 casas. Una explosión en un mercado de fuegos artificiales en México mató a 31 personas en 2016. También es posible que otra instalación industrial cercana haya sido incendiada por la explosión inicial. La periodista independiente Abby Sewell cita una fuente del ejército libanés que dice que la segunda explosión ocurrió después de que el fuego se extendiera a un “almacén de nitrato”, el tipo de instalación que causó la explosión masiva de 2015 en el puerto de Tianjin (China).
Incluso si la explosión de Beirut fue un accidente, es justo culpar a la situación sociopolítica del Líbano por empeorar los daños. El país se encuentra en medio de una crisis económica paralizante y sin precedentes, con hiperinflación, colapso de la infraestructura y escasez de todo, desde alimentos hasta electricidad, combustible y medicamentos. Los hospitales han estado luchando por mantenerse abiertos en medio de la epidemia de COVID-19. La crisis ha sido generalmente atribuida a años de corrupción oficial y mala administración. Esto llevó a protestas masivas el año pasado, pero la fracturada y sectariamente dividida clase política del país ha sido incapaz de promulgar el tipo de reformas necesarias para abordar la crisis o atraer la ayuda internacional.
Este tipo de caos no solo hace que los accidentes industriales sean más probables, sino que hará que el cuidado de los heridos y la reparación de los daños sea mucho más difícil.