El rey Abdullah II de Jordania proyecta una grave crisis regional si el conflicto entre Israel y Hamás se expande, tras una reunión con el canciller alemán en Berlín.
En una declaración reciente, el rey Abdullah II advirtió sobre las consecuencias catastróficas para el Medio Oriente si el actual enfrentamiento entre Israel y el grupo terrorista Hamás se propaga más allá de sus fronteras. “Toda la región está al borde de caer en el abismo,” afirmó después de su encuentro con Olaf Scholz, el canciller alemán, en Berlín. Resaltó la importancia crítica de los esfuerzos diplomáticos para prevenir una escalada mayor.
En la misma línea, Olaf Scholz, quien se prepara para un inminente viaje a Israel, también hizo un llamado a evitar una conflagración en la región. Scholz advirtió de manera directa a Hezbolá e Irán contra la intervención en el conflicto. Su visita a Israel ocurre justo después del ataque más letal de Hamás en la historia del país. Se espera que el presidente estadounidense Joe Biden también llegue al país en breve.
Además, en una conferencia de prensa, el rey jordano Abdullah II enfatizó que ni Jordania ni Egipto abrirán sus fronteras para acoger refugiados palestinos, calificándolo como una “línea roja”. “No habrá refugiados en Jordania ni en Egipto,” declaró, respondiendo a las especulaciones de un posible éxodo desde la Franja de Gaza.
Este pronunciamiento se produce en un contexto donde Israel ha instado a los civiles en Gaza a evacuar hacia el sur de la Franja, anticipando una posible ofensiva militar. Contrariamente, Khaled Mashaal, una figura destacada de Hamás, reiteró que los habitantes de Gaza no abandonarán, independientemente de las circunstancias, sugiriendo que tal movimiento podría comprometer la seguridad en Egipto y representar una amenaza para Jordania.
A pesar de las firmes declaraciones del rey Abdullah, han surgido informes no confirmados de que Egipto podría estar considerando la acogida de un número limitado de civiles huyendo del conflicto en curso en Gaza. Este desarrollo, aunque no verificado, indica la complejidad de la situación humanitaria y política en la región.