Varios cohetes cayeron en Bagdad y sus alrededores el sábado por la noche, incluyendo un ataque dirigido a una base aérea que alberga a tropas estadounidenses, dijo el ejército de Iak.
Varios cohetes cayeron en el barrio Jadriya de la ciudad, así como en la Zona Verde, fuertemente fortificada, que alberga edificios gubernamentales y varias misiones extranjeras, incluida la Embajada de Estados Unidos.
Las explosiones también apuntaron a la base aérea de Balad, ubicada a 80 kilomtetros (50 millas) al norte de Bagdad, que alberga a las tropas estadounidenses en Irak. Fuentes de seguridad dijeron a la agencia de noticias AFP que se enviaron aviones teledirigidos de vigilancia sobre la base para localizar el origen de los cohetes.
Los militares iraquíes añadieron en su declaración que «no hubo pérdida de vidas».
Fuentes policiales dijeron a la agencia de noticias Reuters que cinco personas resultaron heridas durante el fuego de mortero en el barrio Jadriya, que está cerca de la Zona Verde.
Los ataques con cohetes se producen después de que un ataque aéreo estadounidense matara a los líderes de las milicias iraquíes y al principal general de Irán, Qassem Soleimani, que dirigía la fuerza de élite iraní Quds Force.
Irán prometió una dura retribución por el asesinato selectivo de Soleimani por parte de Estados Unidos, lo que llevó a Washington y Teherán a un importante conflicto que pronto podría extenderse a todo Oriente Medio.
El asesinato provocó la preocupación de Estados Unidos sobre una posible reacción contra su embajada y las bases en las que están estacionadas las tropas estadounidenses en Irak.
El reportero de la BBC en Irak, Nafiseh Kohnavard, tuiteó que hubo dos ataques cerca de la embajada en el Arco de la Victoria de la ciudad, en la Zona Verde, y otro ataque no confirmado en la Base Aérea Balad en Irak, que alberga a las tropas de los Estados Unidos.
Estos informes se producen cuando Irán e Irak lloran a Qassem Soleimani, el general iraní asesinado en un ataque aéreo dirigido por Estados Unidos el viernes. Irán lo calificó de “acto de guerra” y prometió venganza, lo que generó temores de una guerra regional.
Después del ataque aéreo, Estados Unidos pidió a los ciudadanos estadounidenses que se vayan de Irak, como lo hicieron muchos de la ciudad sureña de Basora. Otros aliados estadounidenses también han dicho a los ciudadanos que muestren extrema precaución cuando visiten el país. Actualmente hay un aviso de “No viajar” para los neozelandeses que desean ir a Irak y un “Ejercicio de mayor precaución” para la mayoría de las partes de Irán.
Decenas de miles de personas marcharon en Bagdad el domingo para recordar al jefe militar y al líder de la milicia Abu Mahdi al-Muhandis, quien también murió en la explosión del viernes.