Más de ocho meses después del inicio de la guerra, Israel sigue enfrentando desafíos en el frente de la diplomacia pública internacional, aunque cada vez más iniciativas logran captar la atención global.
Una de estas iniciativas es el proyecto de defensa Slingshot, que se dirige a audiencias antisemitas o pro-palestinas, como estudiantes y profesores en la Universidad de Columbia, empleados en la sede de la ONU y en la Corte Internacional de Justicia en La Haya, usuarios de sitios web iraníes y de canales de televisión árabes, presentándoles campañas pro-israelíes.
Las herramientas de Slingshot localizan audiencias objetivo y ajustan los mensajes específicamente para ellas. Originalmente diseñado para fines publicitarios comerciales, este recurso fue adaptado al inicio de la guerra para mostrar los horrores del 7 de octubre.
Desde su lanzamiento al inicio de la guerra, se han invertido 500 millones de NIS en la iniciativa. Una parte significativa de esta suma proviene de clientes que compran espacios publicitarios en sitios web relevantes.
Además, el proyecto ha recibido apoyo y financiamiento del Ministerio de la Diáspora, que en los últimos meses ha transferido fondos tanto para la publicidad de la campaña como para apoyar a los creadores de contenido que producen materiales promocionales.
Desde su lanzamiento, la campaña ha registrado 70 millones de vistas en los principales sitios web del mundo, desde la BBC y CNN hasta Al Jazeera, donde se publicaron fotos de los miembros secuestrados de la familia Bibas, así como un anuncio explicando que 500,000 israelíes son refugiados.
El análisis de comportamiento ha demostrado que incluso personas que consideran a Hamás como un cuerpo legítimo se conectan con el tema de los refugiados. En el sitio web del canal estatal saudí Al-Arabiya, se publicó una foto de rehenes y terroristas de Hamás, con el título “Cerca de 20 monstruos armados atacando a cinco niñas indefensas”.
Hadar Ashuach, fundador y CEO de Slingshot, comentó: “El proyecto está diseñado para resolver el principal problema de la diplomacia pública israelí en el extranjero. Todo se realiza a través de redes sociales y depende de un algoritmo que prioriza la gran cantidad de ‘me gusta’ y vistas de los pro-palestinos en todo el mundo”.
“La campaña es nuestra manera en la que unos pocos pueden vencer a muchos, cuando el principal problema no es que el mundo entero nos odia, sino que muchos no conocen la versión israelí de la historia.
Otros problemas son las audiencias objetivo generales y desenfocadas, un algoritmo que prefiere la violencia y la emoción sobre la verdad e incluso mensajes inapropiados para esas audiencias objetivo”.
“A través de la tecnología que usamos, es posible producir una diplomacia pública de alta calidad y precisa frente a la propagación de mentiras y odio contra Israel”.