Los militantes talibanes de Pakistán declararon el fin de un alto el fuego de un mes de duración acordado con la ayuda de los talibanes afganos, acusando al gobierno de incumplir las condiciones, entre ellas un acuerdo de liberación de prisioneros y la formación de comités de negociación.
Los talibanes paquistaníes, o Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), son un movimiento distinto de los talibanes afganos y llevan años luchando para derrocar al gobierno de Islamabad y gobernar con su propia ley islámica.
El alto el fuego del mes pasado, que siempre estuvo previsto hasta el jueves con la posibilidad de prorrogarlo si ambas partes estaban de acuerdo, fue el último de una serie de intentos de negociar un acuerdo para poner fin a un conflicto que ha causado miles de muertos.
El sorprendente derrocamiento por parte de los talibanes afganos del gobierno respaldado por Occidente en agosto dio un nuevo impulso a las conversaciones, pero el TTP acusó a Islamabad de no respetar el acuerdo de alto el fuego.
Dijo que el gobierno no había liberado a más de 100 prisioneros como había prometido y que no había nombrado equipos de negociación para llevar a cabo las conversaciones. También dijo que las fuerzas de seguridad habían llevado a cabo incursiones mientras el alto el fuego estaba en vigor.
“Ahora dejemos que el pueblo pakistaní decida si es el TTP o el ejército y el establishment pakistaníes los que no están cumpliendo los acuerdos…”, dijo el grupo en un comunicado.
“En estas circunstancias, no es posible avanzar en el alto el fuego”, dijo.
Más conocido en Occidente por atacar a Malala Yousafzai, la colegiala que llegó a ganar el Premio Nobel por su labor de promoción de la educación de las niñas, el TTP ha matado a miles de militares y civiles a lo largo de los años en bombardeos y ataques suicidas.
Entre sus atentados se encuentra el asalto en 2014 a una escuela militar en Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán, en el que murieron 149 personas, entre ellas 132 niños.