Turquía dijo el miércoles que tomaría represalias contra cualquier sanción estadounidense por la compra de sistemas de defensa de Rusia, y agregó que había acordado el Reino Unido acelerar un programa conjunto de cazas de combate para satisfacer las necesidades de defensa turcas.
Los legisladores estadounidenses votarán, y probablemente aprobarán, un proyecto de ley de defensa el miércoles que pide sanciones contra Turquía por la decisión de Ankara de procurar las defensas del S-400.
Turquía y Estados Unidos, aliados de la OTAN, han estado en desacuerdo con la compra.
Washington dice que los S-400 representan una amenaza para sus cazas F-35 y no pueden integrarse en las defensas de la OTAN. En respuesta, ha suspendido a Turquía del programa de cazas F-35, donde era fabricante y comprador, y ha amenazado con imponerle sanciones.
En una entrevista con la cadena turca A Haber, el ministro de Relaciones Exteriores Mevlut Cavusoglu dijo que cualquier sanción estadounidense perjudicaría los lazos entre Estados Unidos y Turquía y repitió una amenaza de represalias.
“Los legisladores de EE.UU. deben entender que no llegarán a ninguna parte con imposiciones. Si los Estados Unidos nos abordan de forma positiva, también reaccionaremos de forma positiva. Pero, si ellos toman una actitud negativa hacia nosotros, entonces tomaremos represalias contra ellos”, dijo Cavusoglu.
Los lazos entre Ankara y Washington se han visto tensos por una serie de cuestiones en los últimos años. Turquía se ha enfurecido con el apoyo de Estados Unidos a la milicia kurda siria de YPG, a la que Cavusoglu calificó de “financiación del terrorismo” el miércoles.
Añadió que Turquía estaba abierta a alternativas a la compra de los aviones F-35, incluso a Rusia. Dijo que el presidente Tayyip Erdogan y el primer ministro británico Boris Johnson habían hablado de acelerar el trabajo en el proyecto de cazas de combate conjuntos TF-X para satisfacer las necesidades de defensa de Turquía.
“Compramos el S-400 porque la oferta más adecuada para los sistemas de defensa aérea vino de Rusia. Hasta que lo produzcamos nosotros mismos, la alternativa al F-35 podría ser el mercado de Rusia, pero también estamos abiertos a otras alternativas”, dijo Cavusoglu.
Turquía y Reino Unido acordaron un acuerdo de 100 millones de libras (133 millones de dólares) en 2017 para desarrollar aviones de combate turcos, y el Grupo Kale de Turquía dijo que estaba estableciendo una empresa conjunta con Rolls-Royce para trabajar en el proyecto. En marzo, Rolls-Royce dijo que había reducido los esfuerzos para unirse al programa.
Una fuente turca dijo que el desacuerdo con Rolls-Royce provenía de cuestiones de concesión de licencias, que son “críticas e indispensables” para Turquía. Sin embargo, la fuente dijo que se habían reanudado las conversaciones y agregó que Turquía esperaba que el proyecto avanzara una vez que se alcanzara una solución.