El Tempest de BAE Systems, desarrollado por Reino Unido, Japón e Italia, promete avances tecnológicos en la aviación militar de sexta generación.
Una supercomputadora aerotransportada para máxima eficiencia
El Global Combat Air Programme (GCAP), iniciado en diciembre de 2022, reúne a Reino Unido, Japón e Italia en el desarrollo del avión de combate Tempest. Este proyecto, respaldado por empresas como BAE, Leonardo y Mitsubishi Heavy Industries, busca operar en los cinco dominios clave: aire, tierra, mar, espacio y cibernético.
Una de las características más destacadas del Tempest es su capacidad para funcionar como una supercomputadora aerotransportada. Incorporará inteligencia artificial y aprendizaje automático, lo que permitirá aprovechar al máximo la información disponible para optimizar la efectividad de las armas. Según BAE, este avión conectará múltiples activos en red, incluyendo drones de apoyo, para operar como un “sistema de sistemas”.
Con sensores y sistemas de comunicación integrados, el Tempest proporcionará al piloto datos cruciales en tiempo real. La empresa italiana Leonardo señaló que este caza de próxima generación será la plataforma central de un sistema que coordinará operaciones en diversos dominios, tanto tripulados como no tripulados.
Características del Tempest
- Países participantes: Reino Unido, Italia y Japón
- Principales contratistas: BAE, Leonardo y Mitsubishi Heavy Industries
- Dominios operativos: aire, tierra, mar, espacio y cibernético
- Uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático
Capacidad de vuelo tripulado o no tripulado
El debate sobre el futuro de los aviones militares se centra en si deben ser tripulados o no. El Tempest plantea una solución intermedia al ser opcionalmente tripulado. Esto significa que, dependiendo de la misión, el avión podrá volar de forma remota sin necesidad de un piloto a bordo.
Esta característica no es única del Tempest. Otros aviones, como el B-21 Raider de Northrop Grumman, también cuentan con esta capacidad. Incluso algunos drones, como el Vanguard Model 437, han sido diseñados con cabinas opcionales. En el caso del Tempest, la tecnología incluirá sistemas de control avanzados que monitorean la carga de trabajo del piloto y detectan señales de estrés o fatiga mediante gestos y seguimiento ocular.
Aún no se conoce el número exacto de unidades que se fabricarán ni cuántos drones leales podrán operar en conjunto con el Tempest, aunque se espera que sean relativamente pocos en comparación con otras flotas.
Innovadoras armas láser y generación de energía
El Tempest también planea integrar láseres como efectores no cinéticos, junto con capacidades de guerra electrónica y tecnología de enjambre asistida por inteligencia artificial. Este arsenal incluirá misiles hipersónicos y otras armas avanzadas, diseñadas para hacer frente a amenazas complejas en múltiples escenarios.
El avión será impulsado por dos motores Rolls-Royce de última generación, que no solo proporcionarán potencia para el vuelo, sino también para los sistemas electrónicos avanzados y las armas láser. Esto coloca al Tempest en la vanguardia tecnológica, donde la generación de energía y la capacidad de cálculo serán tan importantes como la velocidad o la maniobrabilidad.
Láseres y generación de energía como herramientas defensivas
Se espera que el Tempest esté equipado con láseres como una herramienta clave de defensa por capas, aunque no se considera una tecnología completamente revolucionaria debido a las limitaciones técnicas actuales. La RAF afirma que el Tempest será capaz de “combatir una variedad de efectores no cinéticos como EW (guerra electrónica) y armas de energía dirigida”. Este enfoque complementa los sistemas tradicionales al integrar capacidades de energía dirigida en el arsenal del caza.
La generación de energía será un aspecto crucial para alimentar tanto los láseres como otros sistemas avanzados. Rolls-Royce, encargada de desarrollar los motores de próxima generación del Tempest, afirma que su sistema térmico optimizado usará la turbina de gas como “disipador de calor”, mejorando la eficiencia general del avión. Este diseño también permitirá una mayor generación de energía eléctrica, necesaria para satisfacer la creciente demanda de los sistemas de alta tecnología de la aeronave.
Innovaciones clave en generación de energía
- Uso de la turbina de gas como disipador térmico
- Sistemas inteligentes de gestión de energía
- Capacidad mejorada para alimentar armas láser y sistemas avanzados
Radares y sensores de última generación
El radar del Tempest será capaz de recopilar 10,000 veces más datos que los sistemas actuales, lo que proporciona una ventaja significativa en situaciones de combate. Este sistema de radar avanzado, junto con otros sensores, requerirá computadoras extremadamente poderosas para procesar la vasta cantidad de datos generados. Para probar estas tecnologías, Leonardo ha modificado un Boeing 757, denominado ‘Excalibur’, como banco de pruebas de los sensores del Tempest.
El sistema integrado ISNAKE & ICS, desarrollado por Leonardo, Mitsubishi Electric y otros socios, será un componente central del avión. ISNAKE combina capacidades de radar, sensores y guerra electrónica, mientras que ICS asegura la comunicación adaptativa y resiliente con otros sistemas. Estas características se complementan con tecnologías de inteligencia artificial y enlaces de datos ultrarrápidos diseñados para operar en entornos ciberseguros.
El Tempest como pionero de la sexta generación
Se espera que el Tempest sea uno de los primeros aviones de sexta generación en entrar en servicio, programado para 2035. Su vuelo de demostración está previsto para 2027. Comparado con otros programas similares, como el NGAD estadounidense o el FCAS europeo, el Tempest muestra un desarrollo más avanzado y una mayor estabilidad en la colaboración internacional entre Reino Unido, Japón e Italia.
Este proyecto también podría atraer a nuevos socios como Arabia Saudita, que podría unirse próximamente. Aunque otros programas, como el FCAS desarrollado por Alemania, Francia y España, enfrentan retrasos debido a desacuerdos, el Tempest avanza significativamente en sus ciclos de desarrollo. Esto posiciona al avión como un competidor clave en el mercado global de aviones de combate de próxima generación.
Optimización en alcance y carga útil
El diseño del Tempest ha evolucionado hacia una ala más grande con forma delta modificada, optimizada para mayor alcance y capacidad de carga. Este enfoque busca resolver desafíos asociados con la necesidad de operar lejos de bases vulnerables y llevar más combustible y armas internamente para mantener su capacidad furtiva.
El modelo presentado en el Salón Aeronáutico de Farnborough sugiere que el Tempest será capaz de realizar misiones de largo alcance con tiempos de permanencia prolongados. Esta capacidad será esencial para misiones complejas y para competir con otras aeronaves como el F-15EX o el F-35, que enfrentan limitaciones en cuanto a la cantidad de munición transportada debido a la necesidad de mantener su furtividad.