El F-47, avión de sexta generación, reemplaza al F-22 con mayor alcance y drones colaborativos para superioridad aérea en amenazas altas.
Anuncio presidencial y contrato de Boeing para el F-47
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 21 de marzo de 2025 que Boeing desarrollará el F-47, el primer avión de combate de sexta generación de la Fuerza Aérea estadounidense, bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD). Este aparato, con un radio de combate superior a 1.000 millas náuticas y capacidad para superar Mach 2, se integra en una familia de sistemas que incluye drones colaborativos y busca reemplazar al F-22 Raptor para sostener la superioridad aérea en escenarios de alta amenaza, según el comunicado oficial de la Fuerza Aérea.
La Fuerza Aérea adjudicó a Boeing un contrato de ingeniería y fabricación por más de $20.000 millones, que cubre la maduración de componentes, pruebas integrales y la producción de un lote inicial de aeronaves de evaluación. El general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, indicó que el equipo de Boeing inició la construcción del primer ejemplar en septiembre de 2025 en su planta de St. Louis, Missouri, con un vuelo inaugural programado para 2028.
Esta decisión surgió tras una revisión estratégica en 2024, que validó la necesidad del F-47 ante avances en defensas antiaéreas de adversarios como China y Rusia, y seleccionó a Boeing por su propuesta de mejor valor global frente a Lockheed Martin. El F-47 incorpora avances en sigilo de próxima generación, con superficies de baja observabilidad que reducen su firma radar e infrarroja en todos los ángulos, lo que permite penetrar espacios aéreos hostiles sin detección temprana.
Funcionará como coordinador principal de aeronaves de combate colaborativas (CCA), drones no tripulados que amplían su capacidad de carga de municiones y sensores, según especificaciones divulgadas por el Departamento de Defensa. Estas CCA, desarrolladas en paralelo, operarán bajo control del piloto del F-47 para ejecutar misiones de apoyo, lo que extiende el alcance efectivo de la plataforma más allá de las limitaciones del F-22, cuyo radio de combate alcanza unas 590 millas náuticas.
Características clave del F-47 en especificaciones técnicas
- Radio de combate superior a 1.000 millas náuticas, un 70% más que el F-22.
- Velocidad supersónica que supera Mach 2 con vuelo sostenido.
- Integración con drones CCA para control de hasta diez unidades.
- Costos unitarios estimados en 160 a $180 millones por avión.
- Adquisición planeada de al menos 185 unidades para la flota.
Desarrollo tecnológico y pruebas en el programa NGAD
En el marco del programa NGAD, iniciado en 2014 por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), Boeing voló demostradores experimentales desde 2019, acumuló cientos de horas de prueba para validar tecnologías clave como fusión de sensores y guerra electrónica adaptativa. El F-47 hereda lecciones de estos prototipos X-plane, que demostraron viabilidad en vuelo supersónico sostenido y gestión de enjambres de drones.
La Fuerza Aérea planea adquirir al menos 185 unidades, un número equiparable al del F-22, pero con costos unitarios estimados en 160 a $180 millones, inferiores a proyecciones previas de 300 millones, gracias a opciones competitivas en la fase de producción inicial de bajo volumen. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, subrayó que el F-47 fortalece la capacidad de proyección de poder de Estados Unidos al operar en entornos de negación de área avanzada, como el teatro del Indo-Pacífico, donde distancias extensas exigen mayor autonomía.
El aparato integra motores adaptativos, como los XA102 de General Electric o XA103 de Pratt & Whitney, que optimizan el consumo de combustible en crucero y proporcionan empuje vectorial para maniobras de alta precisión. Además, cuenta con procesadores de inteligencia artificial para detección autónoma de amenazas, lo que reduce la carga del piloto y acelera respuestas en milisegundos, según documentos presupuestarios del Departamento de Defensa para el año fiscal 2026, que asignan $3.500 millones al desarrollo del F-47 dentro de los 20.000 millones para NGAD.
La integración del F-47 en la flota de la Fuerza Aérea se alinea con la doctrina de empleo ágil de combate, que distribuye operaciones desde bases dispersas para minimizar vulnerabilidades. El avión operará junto a los F-35 Lightning II en roles complementarios, donde el F-47 asume misiones de penetración profunda y el F-35 cubre apoyo táctico, según el análisis del Estado Mayor de la Fuerza Aérea.
Capacidades operativas y proyección de poder global
Su diseño modular permite actualizaciones incrementales, con el F-47 como Incremento 1 enfocado en superioridad aérea de largo alcance; versiones posteriores podrían incorporar variantes de menor tamaño para teatros europeos o exportación a aliados, con prestaciones reducidas en un 10 por ciento, como indicó el presidente Trump. Boeing expandió su línea de producción en St. Louis para acomodar el F-47, invirtió $1.800 millones en instalaciones que reviven su división de aviación militar, afectada por pérdidas previas en contratos fijos.
El contrato incluye opciones para producción inicial competitiva, lo que asegura escalabilidad hacia cientos de miles de millones de dólares en adquisiciones a lo largo de décadas. La Fuerza Aérea prevé que el F-47 alcance capacidad operativa inicial entre 2025 y 2029, aunque el despliegue completo se extenderá hasta la década de 2030, coincidente con el retiro progresivo del F-22. El F-47 responde a evaluaciones que identificaron brechas en la flota actual frente a sistemas chinos como el J-20 o el prototipo J-36, que incorporan sigilo y drones integrados.
Su radio de combate ampliado, un 70 por ciento superior al del F-22, permite que aviones cisterna permanezcan a distancias seguras, reducen riesgos en operaciones sobre el Pacífico. Además, el diseño prioriza sostenibilidad, con tratamientos de sigilo que requieren menos mantenimiento manual y mayor disponibilidad operativa, según el general Allvin, quien destacó su rol en la dominación espectral, que combina sigilo radar con contramedidas infrarrojas.
La selección de Boeing surgió de una competencia que excluyó a Northrop Grumman en 2023, cuando esta optó por enfocarse en el bombardero B-21 Raider. Lockheed Martin, dominante en programas como el F-35, presentó una propuesta que resaltaba continuidad tecnológica, pero la Fuerza Aérea optó por la innovación de Boeing para diversificar proveedores y mitigar riesgos de monopolio en aviación de combate.