El Ministerio de Defensa del Reino Unido reveló que el Kremlin recibe suministros regulares de drones Kamikaze iraníes, reminiscentes de aves de rapiña acechando el territorio enemigo. Estos aviones no tripulados, fabricados en Irán, han llegado a Rusia en pequeñas cantidades, pero constante flujo, convirtiéndose en un arma silenciosa y letal.
Cazadores furtivos en los cielos ucranianos
Tras una pausa de dos semanas, desde principios de marzo, Rusia ha desplegado alrededor de 71 de estos mortíferos cazadores en los cielos ucranianos. Los drones Shahed-136, como lobos al acecho, se lanzan desde dos puntos estratégicos en Rusia: la región de Krasnodar Krai, al este, y Bryansk Oblast, al noreste.
Este enfoque dual otorga a Rusia la flexibilidad para atacar un amplio sector de Ucrania y disminuir el tiempo de vuelo hacia objetivos en el norte del país, estirando las defensas aéreas ucranianas al límite.
Golpe nocturno: Nikopol bajo ataque

La noche del sábado, un dron ruso atacó Nikopol como un felino nocturno, informó Serhiy Lysak, administrador militar de Dnipropetrovsk Oblast. Aunque los daños aún se evalúan, no se han reportado víctimas en este golpe sigiloso.
Alianza mortal: Rusia e Irán
Rusia ha estado utilizando drones iraníes durante meses, a pesar de las negativas de las autoridades iraníes sobre la venta de estas plataformas armamentísticas al Kremlin. Mientras tanto, Ucrania busca ayuda en Israel para enfrentar la amenaza de estos drones, solicitando unidades de defensa aérea.
Aunque el gobierno israelí anterior rechazó estas peticiones, el exministro de Defensa, Benny Gantz, afirmó que Jerusalén apoyaría a Kiev en el desarrollo de sistemas de alerta temprana.
La guerra moderna ha tomado un nuevo rostro, uno en el que las máquinas se convierten en cazadores letales, desplegándose en silencio sobre el campo de batalla y golpeando a sus enemigos sin previo aviso. En este conflicto en ciernes, el destino de naciones pende de un hilo mientras las sombras de estos drones mortales se ciernen sobre el horizonte.