El gobierno alemán mantiene su pedido de 35 F-35A a EE. UU., pese a presiones internas y dudas sobre la fiabilidad del apoyo estadounidense.
Alemania mantiene su compromiso con Lockheed Martin y EE. UU.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, reafirmó el compromiso de Alemania con su adquisición de F-35A durante declaraciones a medios nacionales, donde aseguró que “Estados Unidos es y seguirá siendo un aliado importante”, no solo respecto al F-35, sino también en otros proyectos de defensa. El respaldo llega en un momento en que algunos sectores políticos cuestionan la dependencia de Europa del equipamiento militar estadounidense.
Las propuestas para cancelar el pedido de 35 cazas furtivos F-35A Lightning II surgen en medio de tensiones transatlánticas, mientras la administración estadounidense actual enfrenta críticas por su enfoque en seguridad y defensa colectiva con Europa. La inquietud se centra en la falta de garantías de que EE. UU. mantendrá sus compromisos con la OTAN a largo plazo.
Críticos de la adquisición sostienen que Europa debería priorizar el desarrollo de su industria militar, en lugar de depender de fabricantes como Lockheed Martin. También expresan dudas sobre la sostenibilidad operativa de estos sistemas si EE. UU. retira el soporte técnico y de software necesario para su funcionamiento.
Informes sobre un posible “interruptor de apagado” del F-35 han sido desmentidos, pero persiste la preocupación de que sin asistencia técnica estadounidense, la flota alemana podría quedar inutilizada a corto o largo plazo, lo que subraya el riesgo de dependencia tecnológica en sistemas militares estratégicos.

Datos clave sobre el pedido alemán de F-35 y su contexto geopolítico
- Fecha de confirmación: Alemania formalizó el pedido de F-35 el 14 de marzo de 2022.
- Inicio de entregas: Lockheed Martin entregará las primeras unidades en 2026.
- Producción: Todos los cazas se ensamblarán en Fort Worth, Texas.
- Capacidad nuclear: El F-35 es compatible con bombas B61 bajo el programa de intercambio nuclear de la OTAN.
- Reemplazo del Tornado: La flota alemana de Tornados dejará de operar en 2030.
Temores europeos ante diferencias en políticas exteriores
La preocupación por posibles cambios en el respaldo estadounidense aumentó tras declaraciones del presidente Donald Trump, quien sugirió que aliados como Alemania podrían recibir versiones limitadas de nuevos aviones como el F-47. Aunque las diferencias en especificaciones técnicas para clientes extranjeros no son nuevas, fue la primera vez que un presidente admitió públicamente una posible degradación deliberada.
Portugal y Dinamarca también enfrentan dudas respecto a sus decisiones relacionadas con el F-35. En Portugal, el plan original para adquirir estos aviones ha sido reconsiderado. En Dinamarca, Rasmus Jarlov, presidente del Comité de Defensa, expresó arrepentimiento por haber apoyado la compra del F-35 para la Fuerza Aérea Danesa.
Las tensiones diplomáticas entre EE. UU. y Dinamarca aumentaron luego de que Trump manifestara interés en adquirir Groenlandia, lo que también afectó la percepción pública sobre los acuerdos bilaterales en materia de defensa y armamento militar avanzado.

El debate sobre el apoyo técnico a largo plazo sigue abierto, especialmente en relación con el software operativo del F-35. Sin respaldo continuo de Estados Unidos, los sistemas podrían volverse obsoletos o inutilizables, situación que preocupa tanto a gobiernos como a fuerzas aéreas que dependen de estos cazas.
La función nuclear impulsa la compra de cazas F-35
La principal motivación de Alemania para adquirir los F-35A es su rol en la disuasión nuclear de la OTAN. Los aviones están destinados a portar bombas nucleares B61, propiedad de EE. UU., que se encuentran preposicionadas en bases europeas. Actualmente, solo el Panavia Tornado tiene capacidad certificada para lanzarlas.
El Eurofighter Typhoon, avión de producción europea, aún no cuenta con integración de las bombas B61, lo que limita su capacidad para asumir funciones nucleares. Por esta razón, el F-35 se presenta como la única opción viable a corto plazo para Alemania.
El número limitado de unidades solicitadas se explica por su uso específico en operaciones nucleares. Mientras tanto, Alemania continúa ampliando su flota de Typhoons para otras tareas convencionales dentro de la Fuerza Aérea.

A largo plazo, Alemania planea sumarse al Future Combat Air System (FCAS), un proyecto conjunto con Francia y España para desarrollar un caza de sexta generación. Otros socios europeos, como Italia y el Reino Unido, colaboran con Japón en el programa GCAP o Tempest.
Alternativas consideradas y limitaciones operativas del Tornado
Antes de decidirse por el F-35, Alemania evaluó otras opciones como el Boeing F/A-18E Super Hornet. Aunque su adquisición se consideraba más ágil en términos de certificación, este modelo tampoco estaba aprobado para llevar la bomba nuclear B61.
Lockheed Martin aseguró que puede cumplir con los plazos estipulados por Alemania para la integración del F-35, lo cual es crítico, ya que la flota de Tornados se acerca rápidamente al final de su vida útil operativa. Su retiro está previsto para 2030.
Italia también contempla retirar sus Tornados antes de esa fecha. En Reino Unido, la retirada se concretó en 2019, poco después de que los aviones completaran su última operación en el extranjero.
La obsolescencia de los Tornado y la urgencia por mantener la capacidad nuclear dentro de la OTAN han forzado a Alemania a tomar decisiones rápidas, pese a las controversias políticas y los riesgos tecnológicos de depender de socios externos para el soporte logístico y técnico del F-35.