La suspensión de aranceles propuestos por Trump garantiza la continuidad del programa F-35 en Canadá, según comunicados de la RCAF y Lockheed Martin.
Canadá y EE. UU. suspenden aranceles para proteger cooperación
Los planes del presidente Donald Trump de imponer aranceles a productos de Canadá y Estados Unidos provocaron inquietudes sobre el impacto en la participación de la Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) en el programa F-35. No obstante, fuentes de Lockheed Martin y la RCAF han asegurado que el proyecto se mantiene estable.
El origen de estos aranceles se relaciona con preocupaciones sobre la seguridad fronteriza, lo que llevó a tensiones entre ambos países. Sin embargo, las negociaciones entre Trump y el primer ministro Justin Trudeau el 3 de febrero lograron una tregua. El gobierno canadiense recordó a Trump que ya está invirtiendo en tecnología de defensa, como parte de un proyecto de 1.300 millones de dólares canadienses, según BNN Bloomberg.
Entre los desarrollos mencionados, la empresa General Atomics está ensamblando dos MQ-9B Sky Guardians para la RCAF. Además, se planea adquirir nuevos Boeing P-8A Poseidon para reforzar la vigilancia fronteriza. Este plan de defensa integral incluye helicópteros, drones y otras tecnologías avanzadas.
Impacto económico del programa F-35 en Canadá
Canadá ordenó 88 F-35 el 9 de enero de 2023 para reemplazar sus anticuados CF-18 Hornet. Este contrato refuerza la colaboración entre empresas canadienses y Lockheed Martin, involucrando a más de 100 compañías del país. Según un informe citado en el blog de Billie Flynn, piloto de pruebas de Lockheed Martin, el F-35 generará alrededor de 150.000 empleos en Canadá a lo largo del programa.
Datos económicos sobre la participación canadiense en el programa F-35
- El proyecto CF-35A podría aportar 425 millones de dólares al PIB de Canadá y crear 3.300 empleos anuales durante 25 años.
- Las empresas canadienses ya han obtenido contratos por valor de 3.100 millones de dólares, según un comunicado del 25 de noviembre de 2024.
- La industria aeroespacial canadiense se beneficiará con casi 1.000 millones de dólares gracias a trabajos relacionados con el F-35.
Estas cifras reflejan la relevancia estratégica y económica del F-35, lo que ha llevado a expertos y autoridades a garantizar que los posibles aranceles no detendrán el desarrollo del programa.
Expertos canadienses defienden la necesidad del F-35
El primer ministro de Columbia Británica, David Eby, comentó que, aunque Canadá está dispuesto a colaborar en temas de defensa, los aranceles podrían forzar al país a considerar proveedores alternativos. Sin embargo, su limitada experiencia en temas militares generó críticas, ya que el F-35 es considerado esencial para la seguridad aérea del país.
Expertos como Tyler Rogoway de The War Zone resaltan que la producción del F-35 depende de una cadena de suministro internacional donde Canadá es un actor clave. Por ello, Simple Flying contactó a la RCAF, cuyo portavoz confirmó que la adquisición del caza continúa según lo planeado.
Desde Lockheed Martin, un portavoz indicó que se están evaluando posibles impactos por los aranceles, aunque con la suspensión de estos, no se prevén efectos inmediatos en la producción o distribución del F-35.
Diplomacia y tecnología respaldan el desarrollo del F-35
El proceso de adquisición del F-35 ha requerido años de negociaciones y estrategias diplomáticas. La ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand, destacó que la flota de estos cazas es vital para proteger la soberanía aérea del país.
El equipo de demostración del F-35A ha realizado múltiples presentaciones en Canadá, incluyendo exhibiciones en Abbotsford y Toronto, lo que ha fortalecido el respaldo público hacia este proyecto. Lockheed Martin también ha participado en importantes eventos aéreos para destacar las capacidades tecnológicas del F-35.
Finalmente, el piloto de pruebas Billie Flynn subrayó la importancia de contar con cazas de última generación, especialmente tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Según Flynn, los conflictos actuales demuestran la necesidad de equipos capaces de operar en escenarios altamente disputados, donde la capacidad de supervivencia y letalidad de los aviones es crucial.