El F-22 Raptor, operativo desde 2005, domina el combate aire-aire con tecnología furtiva, radar AN/APG-77 y supercrucero, eliminando amenazas antes de ser detectado.
F-22 Raptor: La cima del combate furtivo aire-aire
El Lockheed Martin F-22 Raptor, operativo desde diciembre de 2005, redefine la superioridad aérea con su capacidad para atacar sin ser detectado. Este caza de quinta generación, diseñado para entornos de alta amenaza, combina tecnología furtiva avanzada, un radar AN/APG-77 de matriz activa electrónicamente escaneada (AESA) y capacidades de supercrucero que le permiten superar a cualquier adversario en combates aire-aire. Su primera misión operativa ocurrió en 2006 durante la operación Noble Eagle, y en 2023 demostró su letalidad al derribar un globo de vigilancia chino frente a la costa de Carolina del Norte, marcando su primer derribo aire-aire confirmado.
El F-22 destaca en combates más allá del alcance visual (BVR, por sus siglas en inglés), donde su baja sección transversal de radar (RCS), estimada en 0.0001 m² desde ciertos ángulos, equivalente a una canica de acero, lo hace prácticamente invisible para los sistemas enemigos. Esta característica, junto con su capacidad para detectar y rastrear múltiples objetivos a larga distancia, le otorga la ventaja de disparar primero, un principio conocido como “primer disparo, primer derribo”. Su arsenal, almacenado en bahías internas para preservar la furtividad, incluye misiles AIM-120 AMRAAM y AIM-9 Sidewinder, optimizados para enfrentamientos a larga y corta distancia.
El radar AN/APG-77, desarrollado por Northrop Grumman, es el núcleo de las capacidades de combate del Raptor. Este sistema AESA permite rastrear objetivos a distancias de 125 a 150 millas contra blancos de 1 m², y hasta 250 millas en haces estrechos, cambiando frecuencias más de 1000 veces por segundo para evitar la intercepción. Además, puede concentrar emisiones para sobrecargar sensores enemigos, funcionando como una herramienta de ataque electrónico. La versión mejorada, AN/APG-77(V)1, agrega capacidades aire-tierra, pero su enfoque principal sigue siendo la superioridad aérea.

El supercrucero, impulsado por dos motores Pratt & Whitney F119-PW-100, permite al F-22 mantener velocidades superiores a Mach 1.5 sin usar posquemadores, lo que reduce el consumo de combustible y la firma infrarroja. Esta capacidad, demostrada por el general John P. Jumper en 2005 al superar Mach 1.7 sin posquemadores, extiende el alcance operativo y permite maniobras rápidas en entornos hostiles. Los motores también cuentan con toberas de vectorización de empuje que giran ±20 grados, otorgando maniobrabilidad extrema en combates cercanos y la capacidad de realizar giros cerrados imposibles para otros cazas.
Datos clave del F-22 Raptor en combate aire-aire
- Radar AN/APG-77 AESA: Rastreo de múltiples objetivos a 125-150 millas, con capacidad de ataque electrónico.
- Sección transversal de radar: 0.0001 m², equivalente a una canica, para máxima furtividad.
- Supercrucero: Velocidad sostenida de Mach 1.5+ sin posquemadores, mejora alcance y reduce firma infrarroja.
- Vectorización de empuje: Tobera móvil ±20 grados para maniobrabilidad superior en combates cercanos.
- Armamento: Misiles AIM-120 AMRAAM (largo alcance) y AIM-9 Sidewinder (corto alcance) en bahías internas.
Tecnología y diseño para la dominación aérea
El diseño del F-22 Raptor optimiza la furtividad y el rendimiento aerodinámico. Sus alas en forma de diamante recortado y superficies con curvatura continua minimizan la reflexión de radar, mientras que los materiales absorbentes de radar (RAM) y un recubrimiento especial reducen aún más su visibilidad. A diferencia de diseños furtivos anteriores, como el F-117, el F-22 requiere menos mantenimiento de RAM y puede repararse en hangares estándar, lo que mejora su disponibilidad operativa. Un sistema de evaluación de firma alerta a los pilotos cuando la furtividad se degrada, garantizando reparaciones oportunas.

La aviónica del Raptor, con fusión de sensores, integra datos de sistemas como el AN/ALR-94, un conjunto de guerra electrónica con más de 30 antenas que detecta señales de radar a más de 250 millas náuticas. Este sistema, descrito por Tom Burbage, exjefe del programa F-22 en Lockheed Martin, como el equipo más complejo del avión, permite localizar amenazas con precisión y limitar las emisiones de radar propias para mantener la furtividad. El sistema AN/AAR-56 de detección de lanzamiento de misiles, junto con un enlace de datos intra-vuelo (IFDL), facilita la coordinación entre múltiples F-22 sin comprometer su posición.
El F-22 no solo evade la detección por radar, sino que también reduce su firma infrarroja. Las toberas de vectorización de empuje aplanan el flujo de escape, mezclándolo con el aire ambiental para disminuir las emisiones de calor, lo que mitiga la amenaza de misiles guiados por infrarrojos. Además, un recubrimiento especial y sistemas de enfriamiento activo gestionan el calor generado durante el vuelo supersónico, asegurando que el avión permanezca difícil de rastrear incluso para sensores térmicos.
La maniobrabilidad del F-22, potenciada por su diseño aerodinámico y vectorización de empuje, lo hace letal en combates cercanos. Puede ejecutar maniobras de alto ángulo de ataque y giros rápidos, superando a cazas de cuarta generación como el F-15 o el F-16. Aunque su misión principal es la superioridad aérea, el F-22 también ha demostrado capacidades aire-tierra, como en 2014 durante la operación Inherent Resolve contra objetivos del Estado Islámico, utilizando bombas guiadas de precisión desde sus bahías internas.
Desarrollo y evolución del F-22 Raptor
El F-22 Raptor nació del programa Advanced Tactical Fighter (ATF) de la Fuerza Aérea de EE. UU. en la década de 1980, con el objetivo de contrarrestar las amenazas de cazas soviéticos avanzados. El prototipo YF-22 voló por primera vez el 29 de septiembre de 1990, demostrando supercrucero, maniobrabilidad y lanzamiento de misiles desde bahías internas. En abril de 1991, el equipo de Lockheed Martin y Pratt & Whitney ganó la competencia frente al YF-23 de Northrop, gracias a la mayor maniobrabilidad y menor riesgo del YF-22, que acumuló más horas de prueba.

El primer F-22 de prueba voló en 1997, y la producción total alcanzó 195 unidades, incluyendo 9 aviones de desarrollo y 186 de producción, aunque solo 185 permanecen en inventario. La producción cesó en 2012 debido a costos y la priorización del F-35 Lightning II, pero el F-22 sigue siendo un pilar de la estrategia de la USAF en el Indo-Pacífico. Actualizaciones como el software Increment 3.2B, implementado recientemente, integran misiles AIM-120D y AIM-9X, mejorando su capacidad de combate.
Lockheed Martin continúa modernizando el F-22 para mantener su relevancia hasta la década de 2040. Nuevos sistemas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) y mejoras en la conectividad con otras plataformas apoyan la estrategia de Operaciones Conjuntas de Todos los Dominios de la USAF. Además, el programa Rapid Raptor asegura que el F-22 pueda desplegarse globalmente en 24 horas, reforzando su rol como disuasor estratégico.
El F-22 Raptor sigue siendo el caza de superioridad aérea más avanzado del mundo, combinando furtividad, velocidad y maniobrabilidad para dominar los cielos. Su capacidad para atacar desde las sombras, respaldada por tecnología de punta y un diseño optimizado, lo posiciona como una herramienta clave para la seguridad aérea de Estados Unidos y sus aliados frente a amenazas emergentes.