La destreza y fortuna de un operativo ruso en el manejo de UAV culminó exitosamente el sábado, o en momentos previos, al detectar un convoy ucraniano en las proximidades de Pokrovsk, al este de Ucrania.
Dicho convoy contenía, según los reportes, al menos dos lanzadores cuádruples sobre camiones para una unidad de misiles tierra-aire Patriot. Con una celeridad superior a la habitual, la tripulación de un misil Iskander ruso, de capacidad hipersónica y diseño superficie-superficie, fijó y eliminó al convoy ucraniano desde cientos de kilómetros de distancia.
La detonación de dos de los lanzadores Patriot fue inminente, resultando probablemente en la fatalidad de sus operadores. Este evento marca la primera ocasión en el conflicto bélico de dos años entre Rusia y Ucrania en la que los rusos han conseguido localizar y neutralizar parte de una unidad Patriot ucraniana, representando un punto de inflexión crítico para las fuerzas rusas.
El primer ataque efectivo contra una batería Patriot
En el último periodo, las unidades Patriot de Ucrania han logrado derribar cerca de una docena de cazas rusos, menoscabando la superioridad aérea rusa conforme el conflicto se adentra en su tercer año.
Es plausible que los lanzadores y personal atacados recientemente por Iskander, ubicados a 32 kilómetros del frente, sean los mismos que han abatido numerosas aeronaves rusas. Esto podría significar una disminución en las amenazas aéreas para Rusia en el este ucraniano.
La capacidad defensiva antiaérea de Ucrania está, sin duda, en un estado crítico. Sus defensas aéreas, bajo el mando de la fuerza aérea, constan de tan solo tres baterías Patriot, equipadas posiblemente con radares y entre cuatro y ocho lanzadores, además de cuatro lanzadores de repuesto.
Alemania ha contribuido con dos baterías y dos lanzadores de repuesto, Estados Unidos con una batería y Holanda con dos lanzadores. La pérdida en este único incidente representa hasta un 13% del arsenal de lanzadores Patriot de Ucrania, o un 7% si se considera que cada batería dispone de ocho lanzadores.
Drástica reducción de las defensas aéreas ucranianas
Resulta irónico que los misiles Patriot regularmente intercepten los Iskander hipersónicos, aunque esto solo sucede cuando las baterías están desplegadas y en estado de alerta, no mientras se trasladan. La razón por la cual las tripulaciones de los Patriot ucranianos carecían de su propia cobertura defensiva durante el traslado es aún desconocida.
Podría deberse a que las fuerzas aéreas de Ucrania estén concentradas en la protección de ciudades y tropas terrestres, dejando a sus unidades móviles más vulnerables. Es importante mencionar que también se han evidenciado fisuras en la defensa aérea de las fuerzas terrestres ucranianas.
Esta semana, Rusia anunció otro logro sin precedentes: la localización y destrucción de un lanzador del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad del ejército ucraniano, utilizando un dron para la detección y un misil Iskander para el ataque.
La pérdida del Patriot complica la estrategia de defensa ucraniana
Ante el desafío ya considerable que enfrentaban los sistemas de defensa antiaérea de Ucrania, la reciente pérdida de dos de sus lanzadores Patriot a manos de las fuerzas rusas y la probable eliminación de sus experimentados operarios han exacerbado significativamente la carga operativa sobre estos sistemas.
La reposición de estos activos cruciales presenta un dilema considerable. La firma estadounidense Raytheon, siendo el único fabricante del sistema Patriot, junto con la colaboración de un socio alemán en la producción de misiles Patriot, pone a Ucrania y sus aliados en una posición delicada para adquirir reemplazos.
La solicitud de lanzadores suplentes para sustituir los recientemente destruidos por Rusia entra en una larga espera, con un proceso que podría extenderse por meses o años y conllevar un costo millonario no anticipado por Kiev.
Habitualmente, Ucrania ha dependido de la benevolencia de sus aliados para la provisión de sistemas y misiles Patriot a través de donaciones. Mientras Alemania, Holanda, o cualquier otro socio europeo podrían ofrecer más apoyo, la fuente más directa y efectiva sería Estados Unidos.
Sin embargo, la asistencia estadounidense hacia Ucrania se ha visto obstaculizada desde octubre por sectores del Congreso con posturas favorables hacia Rusia, complicando aún más la capacidad de Ucrania para reemplazar los sistemas Patriot perdidos.
Este panorama plantea un desafío estratégico de gran envergadura para la defensa aérea ucraniana, enfrentando dificultades no solo en el campo de batalla sino también en el ámbito logístico y político internacional.