Una organización australiana de investigación sin fines de lucro ha sugerido que Australia adquiera el bombardero furtivo B-21 de Estados Unidos. Esta recomendación forma parte de una serie de propuestas destinadas a fortalecer los vínculos de Canberra con Washington.
El Instituto de Asuntos Públicos (IPA) presentó el 7 de agosto de 2024 un documento con seis recomendaciones que, según ellos, Australia debería implementar. Una de estas sugerencias es la adquisición del B-21 Raider “como un componente adicional” a la iniciativa de defensa y seguridad AUKUS, en la que participan Australia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Además de adquirir el B-21, Australia debería ofrecerse “a albergar un contingente estadounidense de B-21” para “fortalecer la disuasión en la década de 2020 y gestionar el riesgo de retrasos en el submarino AUKUS”, según el IPA.
La propuesta de compra del B-21 Raider busca proporcionar un elemento de disuasión no nuclear de largo alcance más rápidamente que los submarinos de ataque de propulsión nuclear (SSN) de AUKUS, que se espera entren en servicio a principios de la década de 2040. Antes de esto, Australia arrendará hasta cuatro SSN de clase Virginia a la Armada de los Estados Unidos como medida provisional.
“Nuestra primera recomendación política es que el gobierno necesita un Plan B de AUKUS, una estrategia que ayudará a entregar capacidad militar antes y crear una posición de reserva, en caso de que las circunstancias signifiquen que los submarinos nucleares no puedan o no quieran ser entregados”, afirmó el IPA en su documento “La defensa de Australia”.
“Nuestro Plan B de AUKUS es en realidad el bombardero de ataque B-21 Raider”, concluyó el IPA.
El B-21: el primer avión de sexta generación entra en producción
El B-21, diseñado para sustituir a los bombarderos B-1 Lancer y B-2 Spirit actualmente en servicio en la USAF, ha comenzado su producción inicial a bajo ritmo. Este avión, considerado el primer avión de sexta generación del mundo, marca un hito significativo en la aviación militar.
Desde su presentación formal en diciembre de 2022, el B-21 ha iniciado pruebas de vuelo en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, según informó la USAF en mayo de 2024. Las pruebas “continúan progresando”, según los funcionarios de la USAF en ese momento.
La USAF tiene una meta de producción mínima de al menos 100 unidades del B-21, que están siendo fabricadas por Northrop Grumman. Un análisis de GlobalData indica que, ajustado a la inflación, el costo por unidad se estima en unos 750 millones de dólares. Esto representa una disminución considerable en comparación con los 2.000 millones de dólares que costaba cada uno de los 20 bombarderos B-2 más antiguos.
La IPA destacó el “Plan B-21” como una ventaja significativa, afirmando: “El beneficio del «Plan B-21» es que proporcionará a la ADF una importante capacidad de ataque de largo alcance antes que los submarinos de propulsión nuclear”. Añadieron que la plataforma podría entrar en servicio en Estados Unidos en 2027.
Además, la IPA subrayó la importancia estratégica de esta plataforma, afirmando: “Consideramos que la capacidad de operar y mantener la plataforma en el Indo-Pacífico agregaría una poderosa opción de disuasión, antes, para Estados Unidos y Australia”.
El costo de los submarinos AUKUS SSN podría superar al de los B-21
El precio estimado de los submarinos AUKUS SSN, de los cuales se prevé adquirir hasta cinco unidades, asciende a cientos de miles de millones de dólares durante toda la vida útil del programa.
A pesar de su elevado costo, el potencial gasto en la adquisición de un B-21 sería considerablemente menor en un escenario hipotético en el que Estados Unidos permitiera su venta. Este costo dependería de la cantidad de aeronaves que se compren.