El gobierno albanés ha suspendido las autorizaciones para exportar a Israel material militar fabricado en Australia.
Este movimiento se produce en medio de un creciente número de víctimas civiles por la guerra en Gaza, a pesar de que las cifras proceden del grupo terrorista Hamás, quien no distingue entre civiles y combatientes, ni permite verificación internacional.
A su vez, el Departamento de Defensa de Australia minimiza las inquietudes de seguridad sobre el uso de tecnología israelí en el proyecto de Vehículos de Combate de Infantería (IFV). Este proyecto es notable, a pesar de la retirada de equipos similares por parte del ejército hace tres años.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás en octubre, varias solicitudes de exportación de armas han quedado sin respuesta por parte del regulador del Departamento de Defensa. Según fuentes de la industria armamentística australiana, Israel ha intentado adquirir tecnología militar local, incluyendo sistemas anti-drones, pero no ha recibido respuestas formales durante meses.
Una fuente anónima del sector de defensa indicó un “deliberado retraso” en las autorizaciones relacionadas con Israel durante la guerra en Gaza. “Nadie en el gobierno quiere ser visto aprobando o rechazando ventas militares israelíes”, agregó la fuente.
Expertos familiarizados con el proceso australiano de licencias de exportación sugieren que la ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, podría estar parcialmente implicada en estos retrasos. “Defensa se encuentra en una encrucijada, ya que el gobierno se opone a las exportaciones militares a Israel, pero también pide a Defensa que no procese las solicitudes”, comentó otro representante del sector.
Israel, conocido por su liderazgo en la fabricación de armamento, raramente importa material militar de Australia. Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Australia han sido clientes importantes de Israel durante décadas.
El portavoz de la ministra Wong no ofreció comentarios, mientras que el Ministerio de Defensa resaltó que Australia mantiene un “estricto marco de control de las exportaciones” en la industria armamentística. “Desde el comienzo de la guerra, Australia no ha suministrado armas a Israel, y esto se ha mantenido durante los últimos cinco años”, afirmó un portavoz de Defensa.
El marco de control de exportaciones, diseñado para garantizar un uso responsable de los productos militares y de doble uso, se aplica a una amplia gama de bienes y tecnología.
Aunque diplomáticos israelíes han abordado este asunto con funcionarios australianos, la embajada de Israel en Canberra no ha emitido comentarios al respecto.
Australia continúa con proyecto IFV a pesar de preocupaciones de seguridad por tecnología israelí
El Departamento de Defensa de Australia insiste en cumplir con los “requisitos de seguridad” en un nuevo proyecto de vehículos de combate de infantería (IFV). Esto ocurre a pesar de la inclusión de Elbit, una empresa israelí cuya tecnología había sido previamente retirada por el ejército debido a preocupaciones sobre “datos comprometidos”.
El año pasado, el gobierno albanés seleccionó a la empresa surcoreana Hanwha para el proyecto LAND 400 Fase 3. En este proyecto, Elbit de Israel se encargará de construir las torretas de los IFV. Estas torretas de alta tecnología, equipadas con sistemas de comunicación sensibles, se fabricarán parcialmente en Israel antes de ser exportadas a Australia para integrarse en los chasis de los IFV de Hanwha.
En 2021, el ejército emitió una directiva para detener el uso del BMS Command and Control (BMS-C2) de Elbit, reemplazándolo por un sistema danés provisional que aún se utiliza. La decisión de reincorporar a Elbit en el proyecto IFV ha generado preocupaciones dentro de los círculos de Defensa, pero el departamento ha minimizado cualquier inquietud de seguridad.
“El 8 de diciembre de 2023, Defensa firmó contratos con Hanwha Defense Australia para la entrega y soporte de 129 vehículos de combate de infantería Redback”, informó un portavoz a la ABC. “Habrá una transferencia de tecnología que permitirá a las empresas australianas fabricar subsistemas y componentes para la torreta construida en Australia”.
El Departamento de Defensa asegura que trabaja estrechamente con los socios industriales para garantizar que se cumplan todas las obligaciones contractuales, incluidos los requisitos de seguridad.