Fuentes rusas informaron que el 19 de octubre, aviones de combate Su-57 Felon pertenecientes a la Fuerza Aérea de Rusia eliminaron varios sistemas de misiles tierra-aire MIM-23 Hawk, fabricados en Estados Unidos y enviados a Ucrania.
Los ataques, según los reportes, se llevaron a cabo a primera hora de la mañana del sábado en el sur de Ucrania. Fighterbomber, una cuenta de Telegram con vínculos a la Fuerza Aérea rusa, confirmó la participación de los aviones Su-57 en la ofensiva, aunque no especificó la ubicación exacta de los ataques.
El sitio de aviación Avia.pro indicó que los Su-57 habrían atacado los sistemas MIM-23 Hawk en las cercanías de Odesa. Los reportes iniciales sugieren que el ejército ucraniano había desplegado estas antiguas baterías de defensa aérea para proteger los buques de carga que operan en la región.
“Pese a los esfuerzos realizados para fortalecer las defensas aéreas de la zona, las posiciones de defensa aérea ucranianas fueron localizadas y atacadas por los aviones de combate rusos desde el mar”, según informó Avia.pro. Se estima que los ataques resultaron en la destrucción de al menos dos lanzadores MIM-23 y un puesto de mando de PCP AN/MSW-9, lo que provocó un incendio que fue observado por testigos en el área.
El sistema de misiles MIM-23 Hawk (Homing All the Way Killer) es un sistema de origen estadounidense que se introdujo en la década de 1960. Este sistema está diseñado para interceptar aeronaves enemigas a altitudes medias y ha experimentado diversas mejoras para adaptarse a un entorno de defensa aérea en constante cambio.
Entre sus componentes esenciales se incluyen el radar AN/MPQ-50, que permite la detección temprana y adquisición de objetivos, y el radar de control de tiro AN/MPQ-46.
Características del misil MIM-23B y su obsolescencia frente al Su-57
El MIM-23B, una versión mejorada del MIM-23A original, presenta un alcance máximo de aproximadamente 40 kilómetros y es capaz de alcanzar altitudes de hasta 18 kilómetros. Este sistema emplea un método de guía por radar semiactivo, lo que significa que el objetivo debe estar “iluminado” por un radar terrestre durante todo el trayecto del misil.
Con un peso aproximado de 590 kilogramos, el MIM-23B transporta una ojiva de 75 kilogramos, diseñada para neutralizar bombarderos, aviones más pequeños y helicópteros. Este misil puede alcanzar velocidades de hasta Mach 2,4, equivalentes a aproximadamente 2,940 kilómetros por hora.
Los sistemas Hawk son semimóviles, lo que permite un despliegue y reubicación rápidos en el campo. Sin embargo, dependen de un complejo centro de control donde los operadores son responsables de rastrear los objetivos y lanzar los misiles.
A pesar de las mejoras introducidas, el MIM-23 Hawk se está volviendo cada vez más obsoleto, especialmente en comparación con los modernos aviones de combate, como el Su-57 ruso. Este último es un caza de quinta generación que posee múltiples ventajas, lo que hace que sistemas más antiguos como el Hawk no puedan contrarrestarlo de manera eficaz.
Ventajas del Su-57 sobre el sistema de misiles MIM-23 Hawk
Una de las principales ventajas del Su-57 radica en su tecnología furtiva, que disminuye de manera significativa su firma de radar. Los radares del MIM-23 Hawk, que fueron diseñados para aeronaves de generaciones anteriores con secciones transversales de radar más amplias, enfrentan dificultades para detectar y rastrear al Su-57 desde distancias seguras.
Además, el Su-57 está equipado con misiles aire-tierra avanzados, como el Kh-59, los cuales pueden ser lanzados desde distancias considerablemente mayores que las que permite el Hawk. Con un alcance de hasta 290 kilómetros, el Kh-59 vuela a baja altitud y con alta precisión, lo que lo convierte en una amenaza para el MIM-23 Hawk, ya que este sistema no fue concebido para interceptar misiles que operan a alta velocidad y en vuelo bajo.
El Su-57 también incorpora modernos sistemas de guerra electrónica (EW) que pueden bloquear o confundir los radares del Hawk. Esta capacidad reduce aún más las probabilidades de que el sistema de defensa aérea logre implementar una respuesta efectiva ante un ataque.
Ucrania recibe sistemas de defensa aérea MIM-23 Hawk de España y EE. UU.
Desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022 y hasta octubre de 2024, Ucrania ha recibido varios sistemas de defensa aérea MIM-23 Hawk, principalmente de España y Estados Unidos. España ha sido un donante fundamental, transfiriendo un total de 12 lanzadores Hawk, lo que es suficiente para equipar dos baterías de defensa aérea de alcance medio.
Inicialmente, España envió seis lanzadores y posteriormente añadió otros seis en 2023. Por su parte, Estados Unidos también ha desempeñado un papel significativo, adquiriendo y transfiriendo sistemas Hawk fuera de servicio, especialmente desde Taiwán.
Además, otros países han contribuido al esfuerzo mediante la provisión de apoyo técnico o facilitando la renovación y el transporte de estos sistemas más antiguos. Si bien el número exacto de unidades MIM-23 Hawk entregadas a Ucrania puede variar ligeramente por razones de seguridad operativa, España y Estados Unidos continúan siendo los principales donantes.
A pesar de que estos sistemas se encuentran tecnológicamente superados por sistemas de defensa aérea más modernos, los Hawk siguen ofreciendo una valiosa protección de mediano alcance, especialmente después de haber sido sometidos a diversos programas de modernización.