Boeing presentó un nuevo concepto de aeronave no tripulada de gran tamaño, denominado Collaborative Transformational Rotorcraft (CxR). La propuesta se dio a conocer en la reunión anual 2025 de la Association of the U.S. Army (AUSA), celebrada en Washington, D.C., el 13 de octubre de 2025.
Según Aviation Week, el concepto CxR, con un peso estimado de 5.000–7.000 libras (aprox. 2.268–3.175 kg), incorpora un único motor turboshaft que acciona dos rotores-propulsores basculantes, y alcanzaría velocidades de entre 200 y 250 nudos. Esa configuración lo sitúa como el mayor sistema aéreo no tripulado propuesto para el Ejército desde el MQ-1C Gray Eagle.
“Será un tiltrotor con dos proprotors y una turbina de gas,” declaró Chris Speights, jefe de ingeniería de la división Vertical Lift de Boeing. “Creemos que esa solución ofrecerá la capacidad más madura y la más rápida de desplegar”.
Boeing define el CxR como una plataforma tiltrotor modular, multinacional y autónoma, concebida para formar parte de una familia más amplia de sistemas no tripulados. Esa familia incluiría una variante orientada a la logística denominada Collaborative Logistics Rotorcraft (CLR), destinada a funcionar como plataforma de alta velocidad para carga y reabastecimiento junto al CH-47 Chinook.
Se prevé que el CxR apoye misiones de ataque, reconocimiento y operaciones colaborativas junto a plataformas tripuladas existentes, como el AH-64E Apache. Breaking Defense citó a Speights, quien afirmó que el dron “transportará las cargas útiles relevantes para misiones del tipo Apache”.
Diseño modular para roles de ataque y logística
El concepto modular del CxR se articula en torno a un fuselaje y un sistema de propulsión comunes, lo que permite la instalación de cargas útiles para distintas configuraciones según la misión. La variante de combate podría transportar entre 1.000 y 2.000 libras de armamento y sensores, o desempeñar el papel de “nave nodriza” que lance efectos que sirvan para reconocimiento, interferencia o ataque sobre objetivos situados delante de formaciones tripuladas.
Por su parte, la versión CLR sustituye la bahía de carga por un fuselaje modular destinado al transporte de media y gran carga en entornos disputados. Ambos fuselajes están pensados para ser desplegables en expediciones, transportables en aeronaves C-130 Hercules y reconfigurables con rapidez en el terreno.
“Estamos realizando análisis operacionales para afinar los requisitos exactos y determinar cuál es la solución adecuada para el cliente”, declaró Speights a Aviation Week.
Ala colaborativa para el Apache y otras plataformas
El CxR asumiría un papel muy similar al del Collaborative Combat Aircraft de la Fuerza Aérea de EE. UU. The War Zone informó que Speights explicó que “la idea es que el CxR sea un núcleo modular que podamos adaptar para funciones como un leal wingman, un rotorcraft colaborativo, que opere junto a un avión como el Apache, o incluso con el Little Bird u otras plataformas”.
El programa Manned-Unmanned Teaming-Extended (MUMT-X) del Ejército ya permite que tripulaciones del Apache controlen directamente MQ-1C Gray Eagles y RQ-7B Shadows. Boeing planea aprovechar esa capacidad para integrar el CxR de forma fluida mediante el sistema de misión de arquitectura abierta (MOSA) del Apache.
Esa integración ofrecería diversas ventajas, entre ellas una mayor conciencia situacional. “Crearía un volumen sensorial superior al que proporcionarían efectos lanzados más pequeños, y dispondría de la velocidad y la autonomía necesarias para satisfacer las exigencias de la misión, hoy y en el futuro,” añadió Speights.
The War Zone añadió que los ingenieros de Boeing consideran también que el CxR complementará al MV-75, el tiltrotor de asalto de próxima generación del Ejército que reemplazará de forma parcial al UH-60 Black Hawk. El intervalo de velocidad de 200–250 nudos del CxR lo haría compatible con misiones de asalto colaborativas.
Aprovechamiento de la experiencia en tiltrotor
El diseño del CxR se apoya en la experiencia acumulada por Boeing con el V-22 Osprey, desarrollado en colaboración con Bell. Las lecciones aprendidas sobre las complejas transiciones entre modos de control del Osprey se aplican directamente al nuevo dron.
“Queremos aprovechar y apoyarnos en esa experiencia, porque existe un alto grado de madurez y capacidad,” dijo Speights en el informe de Breaking Defense. “Eso es lo que entendemos que aporta valor a este requerimiento colaborativo”.
La elección de una planta motriz de turbina de gas responde a la preferencia de Boeing por una tecnología de propulsión madura y probada en el campo, si bien se contempla la posibilidad de estudiar sistemas híbridos o eléctricos en iteraciones futuras. Esa decisión contribuiría a acelerar el despliegue del sistema.