Boeing anticipa pérdidas de 1.700 millones de dólares en varios programas de defensa cuando presente los resultados del cuarto trimestre de 2024 el próximo martes. Con esto, las pérdidas acumuladas en sus programas de defensa alcanzarán casi 5.000 millones de dólares en todo el año.
La compañía informó que los cargos totales de fin de año ascienden a 4.900 millones de dólares en su cartera de contratos de armas a precio fijo, lo que representa la mayor pérdida histórica para su división de defensa. Esto supera las pérdidas de 4.400 millones de dólares registradas en 2022, según datos recopilados por Breaking Defense.
Entre las pérdidas del cuarto trimestre, destaca un cargo de 800 millones de dólares relacionado con el avión cisterna KC-46, debido a costos de fabricación superiores a lo previsto. Parte de esta pérdida se atribuye a la huelga de septiembre de los maquinistas en el área de Seattle, que provocó una interrupción de producción de siete semanas y afectó aviones comerciales como el 767, del cual se deriva el KC-46. Según informó Breaking Defense, dicha huelga se saldó con una interrupción significativa de la producción.
Otro programa afectado fue el T-7 Red Hawk, que acumuló pérdidas de 500 millones de dólares por costos de producción más altos estimados a partir de 2026. Adicionalmente, Boeing señaló que también habrá pérdidas en otros proyectos como el VC-25B, el avión no tripulado MQ-25 y el Starliner de la NASA, aunque no especificó cifras exactas.
A pesar de los desafíos, el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, señaló: “Hemos dado pasos importantes para estabilizar nuestro negocio durante el trimestre, entre ellos, llegar a un acuerdo con nuestros compañeros de equipo representados por la IAM y realizar una exitosa recaudación de capital para mejorar nuestro balance. También reiniciamos la producción de los modelos 737, 767 y 777/777X, y nuestro equipo sigue enfocado en construir un nuevo futuro para Boeing”.
Los contratos de precio fijo han generado constantes problemas para la división de defensa de Boeing, especialmente en programas como el KC-46 y el MQ-25. Estos desafíos se han visto exacerbados por la inflación, la pandemia de COVID-19, problemas laborales y disrupciones en la cadena de suministro. Los ejecutivos de Boeing han asegurado que no participarán en nuevos contratos de desarrollo con estructuras de precio fijo.
A pesar de estas dificultades, Boeing espera reportar ingresos de 5.400 millones de dólares en el cuarto trimestre, aunque con un margen operativo negativo del 42%.
Por otro lado, la Fuerza Aérea retrasó un año el Hito C del T-7 y anunció la asignación de fondos adicionales a Boeing mediante acuerdos de incentivos para abordar problemas no previstos originalmente en el contrato de desarrollo.