El 15 de enero, cuatro bombarderos estadounidenses B-1 arribaron a Guam como parte del primer despliegue de la Fuerza de Tarea de Bombarderos de este año. Esta misión inaugural marcó el inicio de las operaciones estratégicas del 2025.
En su trayecto a la Base Aérea Andersen, dos de los bombarderos participaron en un vuelo trilateral junto con cazas de Japón y Corea del Sur. Según imágenes difundidas por el 28th Bomb Wing, las aeronaves pertenecen al 34th Expeditionary Bomb Squadron, con sede en la base aérea Ellsworth, Dakota del Sur. Estas fuerzas de tarea, compuestas por bombarderos B-1, B-2 o B-52, tienen como objetivo reforzar alianzas internacionales y disuadir posibles amenazas de adversarios como Rusia y China.
Este despliegue se produce pocos días antes de la transición presidencial en Estados Unidos, un momento estratégico para la proyección de poder militar. Durante el vuelo trilateral, los B-1 fueron escoltados por dos F-2 japoneses y dos F-15K surcoreanos en el espacio aéreo entre Japón y Corea del Sur. Aunque anteriormente se realizaron ejercicios bilaterales con estos países, esta operación subraya la creciente cooperación trilateral frente a tensiones con China y Corea del Norte.
“Este primer vuelo trilateral de 2025 se basa en una larga historia de colaboración sólida, permitiendo una respuesta inmediata y coordinada ante desafíos de seguridad en la región”, señaló un comunicado de las Fuerzas Aéreas del Pacífico.
El despliegue de Guam sigue a importantes hitos logrados en 2024, como las operaciones de bombarderos desde Rumania, ejercicios sobre Finlandia con armas simuladas y una misión de varios días en Suecia. Según el mayor general Jason Armagost, comandante de la 8.ª Fuerza Aérea, las misiones de la Fuerza de Tarea de Bombarderos se realizan activamente durante más de la mitad del año, en apoyo tanto de operaciones estratégicas globales como del Comando Estratégico de Estados Unidos.
Además de fortalecer las alianzas internacionales, estos despliegues ponen a prueba la resistencia de las tripulaciones durante extensos vuelos. La teniente coronel Vanessa Wilcox, comandante del 96º Escuadrón de Bombardeo, destacó la importancia de estas operaciones, señalando que los vuelos de hasta 30 horas mejoran la preparación de las fuerzas y su capacidad para operar en distintos puntos del planeta, especialmente en el Pacífico.