Dos B-1B Lancer despegaron el 23 de octubre desde Dyess hacia el Caribe y se aproximaron a la costa venezolana. El Pentágono definió la salida como entrenamiento. La maniobra ocurrió diez días después de una demostración con tres B-52H. Registros abiertos ubicaron los aviones en aguas internacionales y sin incursión reportada.
Cronología y contexto operativo de los vuelos de largo alcance en octubre
La Fuerza Aérea de Estados Unidos trasladó el 23 de octubre dos B-1B Lancer desde Dyess, Texas, hacia las inmediaciones del espacio aéreo venezolano. Fuentes estadounidenses y datos públicos de seguimiento confirmaron la operación. El movimiento encajó dentro de una secuencia de actividades de largo alcance en el área de responsabilidad del Mando Sur, que incluyó una demostración con tres B-52H el 15 de octubre. La caracterización oficial situó la salida como entrenamiento.
El Pentágono describió el perfil del 23 de octubre como adiestramiento y evitó detallar la configuración de armamento o la distancia exacta a la costa. Trayectorias visibles mostraron el despegue desde Dyess y el apoyo de reabastecimiento en vuelo con KC-135 desde MacDill, Florida, lo que permitió el cruce del Caribe. La información en abierto ubicó a los bombarderos en aguas internacionales y próximos a la línea costera venezolana sin constancia de incursión.
Fuentes abiertas estimaron un acercamiento aproximado a 50 millas de la costa venezolana y menor separación respecto del archipiélago de Los Testigos. No apareció evidencia oficial que acreditara ingreso a espacio aéreo soberano. La secuencia acumuló dos hitos: la demostración de ataque con B-52H del día 15 y la salida de los B-1B del día 23. Air Forces Southern difundió material gráfico y señaló objetivos de entrenamiento.

La demostración del 15 de octubre integró tres B-52H con cazas F-35B del Cuerpo de Infantería de Marina. El mensaje declarado indicó compromiso para disuadir amenazas y verificar la preparación de la fuerza. Ese contexto estableció la base para la salida posterior de los B-1B. La secuencia de octubre se desarrolló en el área del Mando Sur y conservó perfil de adiestramiento según la narrativa oficial divulgada.
Puntos clave sobre rutas, plataformas y alcance operacional
- Despegue de B-1B desde Dyess con apoyo de KC-135 desde MacDill.
- Aproximación estimada a 50 millas de la costa venezolana.
- Demostración previa con tres B-52H el 15 de octubre.
- Ubicación en aguas internacionales sin violación acreditada.
Características del B-1B y efectos de su conversión a misión convencional
El B-1B Lancer es un bombardero supersónico de largo alcance con cuatro tripulantes y tres bodegas internas. El sistema admite hasta 34.019 kilogramos de armamento convencional. La ficha técnica recoge velocidad superior a 900 millas por hora, equivalente aproximada a Mach 1,2 a nivel del mar, techo operativo superior a 9.144 metros y alcance intercontinental. Entre las armas certificadas figuran bombas guiadas por satélite de 500 y 2.000 libras, minas y misiles AGM-158A.
La plataforma opera con armamento exclusivamente convencional. El Departamento de la Fuerza Aérea retiró la misión nuclear en 1994 y completó en marzo de 2011 la conversión que impide su reconfiguración. El proceso incluyó soldaduras en manguitos que bloquearon puntos de anclaje externos y retirada de conectores específicos en las bodegas. La documentación del sistema describió la modificación y su efecto sobre la configuración disponible para operaciones.

En el plano táctico, el ala de geometría variable permite perfiles a alta velocidad y baja cota. La aeronave admite vuelo supersónico con flecha retrasada para reducir tiempos de tránsito y facilitar penetraciones en profundidad. El radar de apertura sintética incorpora modos de seguimiento del terreno y detección de blancos móviles. El enlace de datos con capacidad Link-16 admite recepción casi en tiempo real de datos de objetivos y consolida la conciencia situacional de la tripulación.
El conjunto de autoprotección integra perturbadores electrónicos, receptor de alerta radar y señuelos remolcados. Esa arquitectura acompaña la capacidad de lanzar munición guiada desde posiciones alejadas de defensas costeras. La carga interna alta favorece combinaciones de bombas de guía inercial y satelital y misiles de ataque de largo alcance. La tripulación de cuatro miembros asume el pilotaje y la gestión de sistemas, según la práctica habitual del sistema de armas.
Entorno regional, reacción de Caracas y valoración del hecho observado
En el entorno regional apareció un recuento reciente con ocho buques de la Armada de Estados Unidos: tres destructores, tres buques de asalto anfibio, un crucero y un buque de combate litoral. También figuró un submarino, aeronaves P-8 de patrulla marítima, aviones no tripulados MQ-9 y un AC-130J con base en Puerto Rico. Un escuadrón de F-35B operó desde la isla e integró actividades con bombarderos de largo alcance.

Caracas ya venía reportando y cuestionando vuelos militares extranjeros cerca de su costa. El 2 de octubre, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López informó la detección de cinco “aviones de combate” a unos 75 kilómetros de la línea costera tras un aviso recibido por una aerolínea en una torre de control. Calificó el hecho como “provocación”. En ese momento, el Departamento de Defensa evitó responder de inmediato consultas de prensa.
La secuencia de octubre incluyó la salida inicial de los B-52H el día 15 en el área del Mando Sur, descrita como demostración de ataque e integrada por F-35B en funciones de escolta y apoyo. Una semana después, los B-1B partieron desde Texas con apoyo de reabastecimiento en vuelo hacia el Caribe. Se posicionaron frente a la fachada atlántica de Venezuela y quedaron próximos a islas venezolanas según trazas compartidas por observadores.
Respecto del alcance físico del B-1B sobre territorio venezolano, la evidencia disponible no acreditó violación del espacio aéreo nacional. Las fuentes abiertas de seguimiento y la caracterización oficial como adiestramiento ubicaron la actividad en aguas internacionales. No apareció empleo reportado de armamento ni interacción con medios venezolanos durante la jornada del 23 de octubre. La demostración del 15 de octubre fue presentada como ejercicio para disuadir amenazas y sostener disponibilidad operativa.
