Estados Unidos y Corea del Sur realizaron ejercicios aéreos conjuntos con bombarderos B-1B el mismo día en que Corea del Norte celebró su aniversario nacional.
Washington refuerza presencia militar en medio de tensiones en la península
El 15 de abril de 2025, Estados Unidos movilizó bombarderos B-1B como parte de ejercicios conjuntos con Corea del Sur, mientras Corea del Norte conmemoraba el 113.º aniversario del nacimiento de Kim Il Sung. Las operaciones, que también incluyeron cazas surcoreanos F-35A y F-16, así como F-16 estadounidenses, se realizaron sobre la península coreana. El Ministerio de Defensa de Corea del Sur señaló que el despliegue demuestra la capacidad operativa combinada para contrarrestar amenazas nucleares y de misiles norcoreanas.
Esta acción representó la segunda participación de bombarderos B-1B en ejercicios conjuntos desde que Donald Trump asumió su segundo mandato en enero de 2025. La fecha elegida para la maniobra coincidió con el “Día del Sol”, una efeméride central en el calendario norcoreano que celebra el legado del fundador del régimen.
Corea del Norte no emitió una reacción oficial inmediata tras el ejercicio. Sin embargo, este tipo de maniobras históricamente ha generado respuestas por parte del régimen, como lanzamientos de misiles o declaraciones hostiles. El periódico oficial Rodong Sinmun publicó ese día un editorial en el que pidió apoyo a Kim Jong Un para alcanzar la “prosperidad nacional”.
El aniversario fue marcado por actos culturales y conferencias que exaltaron los logros de Kim Il Sung, reforzando el culto a su figura como símbolo de identidad nacional en Corea del Norte.
Kim Yo Jong desestima presión internacional por desnuclearización
Días antes del ejercicio, Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano y figura clave en la diplomacia del país, rechazó los intentos de presión por parte de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón para lograr la desnuclearización de la península. En una declaración del 9 de abril, calificó esa meta como un “ensueño” y afirmó que Corea del Norte no renunciará a su arsenal nuclear.
La respuesta de Kim se produjo después de una reunión trilateral de altos diplomáticos de los tres países aliados, donde reafirmaron su compromiso con la eliminación del programa nuclear norcoreano. La declaración de Pyongyang confirma su postura inamovible frente a las exigencias internacionales.
Además de la retórica, Corea del Norte ha intensificado su actividad militar en los últimos meses. En febrero, condenó otro sobrevuelo de B-1B como una muestra de “provocaciones intensificadas” de Estados Unidos bajo la administración Trump.
Posteriormente, el régimen realizó pruebas de misiles de crucero en señal de contraataque, como parte de una serie de desarrollos militares recientes, incluyendo drones con inteligencia artificial y un submarino nuclear en construcción.
Estados Unidos y Corea del Sur aumentan cooperación estratégica
Los ejercicios del 15 de abril se enmarcan en una estrategia más amplia de Estados Unidos y Corea del Sur para fortalecer su preparación militar. El Ministerio de Defensa surcoreano destacó que estas maniobras buscan mejorar la interoperabilidad bilateral y disuadir a Corea del Norte.
Desde 2021, Pyongyang ha anunciado planes para modernizar su arsenal, incluyendo el desarrollo de misiles balísticos intercontinentales de combustible sólido, armas hipersónicas y satélites espía. Estas acciones han elevado la tensión en la región.
La preocupación de Washington y Seúl también radica en el acercamiento militar entre Corea del Norte y Rusia. Funcionarios surcoreanos temen una posible transferencia tecnológica de Moscú a cambio de apoyo norcoreano en la guerra en Ucrania.
A pesar del aumento de tensiones, el presidente Trump ha expresado interés en reanudar el diálogo con Kim Jong Un. En febrero, reiteró su “muy buena relación” con el líder norcoreano y expresó optimismo sobre una eventual negociación.
Detalles clave del despliegue militar en la península coreana
- El 15 de abril, EE. UU. desplegó bombarderos B-1B sobre Corea del Sur.
- La maniobra coincidió con el 113.º aniversario de Kim Il Sung.
- Participaron cazas surcoreanos F-35A y F-16 y F-16 estadounidenses.
- Corea del Norte no reaccionó de inmediato al ejercicio aéreo.
- Kim Yo Jong reafirmó que su país no renunciará a su arsenal nuclear.
- Pyongyang ha intensificado sus pruebas de misiles y tecnología militar.
- Se teme una cooperación militar creciente entre Corea del Norte y Rusia.
- Trump busca reactivar el diálogo, aunque el régimen no ha respondido.
Eventos recientes reflejan creciente tensión militar en la región
El ejercicio del 15 de abril se desarrolló poco después del fin de Freedom Shield, el ejercicio anual de EE. UU. y Corea del Sur, que provocó la respuesta de Corea del Norte con el lanzamiento de misiles balísticos.
Además, el 8 de abril, Seúl informó que soldados norcoreanos cruzaron brevemente la frontera terrestre. El incidente finalizó tras disparos de advertencia por parte de las fuerzas surcoreanas, sin consecuencias mayores.
Estos episodios subrayan la fragilidad del equilibrio en la península coreana, donde cualquier acción militar puede derivar en una escalada rápida. La región continúa bajo alta tensión.
En el plano interno, Corea del Norte utilizó el “Día del Sol” para reforzar su narrativa estatal, divulgando eventos masivos y material propagandístico sobre los logros de Kim Il Sung.
Alianza trilateral busca reforzar sanciones contra Pyongyang
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han reforzado su cooperación trilateral en respuesta a las provocaciones norcoreanas. En abril, sus diplomáticos se reunieron para coordinar acciones conjuntas y nuevas sanciones.
Además de los ejercicios bilaterales, los aliados han desplegado activos estratégicos estadounidenses como portaaviones y submarinos en la región, lo que ha sido duramente criticado por Pyongyang.
Corea del Norte considera estos movimientos como preparativos para un ataque preventivo, lo que alimenta su justificación para el desarrollo armamentístico.
En este contexto, el sobrevuelo de B-1B el 15 de abril no solo busca disuadir a Corea del Norte, sino también proyectar el compromiso de EE. UU. con sus aliados ante actores regionales como China y Rusia.
Situación actual evidencia militarización y desconfianza mutua
Aunque Corea del Norte no respondió de inmediato al ejercicio aéreo, su historial sugiere que podrían producirse represalias en los próximos días. Las acciones suelen estar calculadas para causar impacto posterior.
La situación en la península coreana permanece en un estado de alta tensión, con ambos bandos consolidando sus posturas militares y políticas.
Washington y Seúl continúan promoviendo la cooperación como vía para enfrentar el desafío nuclear norcoreano, mientras Pyongyang refuerza su capacidad armamentística con apoyo técnico y simbólico del pasado comunista.
En este escenario, cualquier movimiento estratégico adquiere dimensiones más amplias, en una región marcada por intereses cruzados y tensiones persistentes.