Estados Unidos activó la Operación Lanza del Sur, desplegando bombarderos B-52H en el Caribe para combatir el narcotráfico y reforzar su presencia regional.
Rol central de B-52H en Operación Lanza del Sur contra narcotráfico
El 13 de noviembre de 2025, el gobierno de Estados Unidos activó la Operación Lanza del Sur, una misión del Comando Sur y de la Fuerza de Tarea Conjunta Lanza del Sur. En este marco, los bombarderos B-52H de la Fuerza Aérea estadounidense asumieron un papel central porque demostraron capacidades de ataque y porque mantuvieron presencia en el Caribe. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció que el objetivo consiste en combatir el narcotráfico en el hemisferio occidental, según un comunicado oficial. La iniciativa integra buques, aeronaves y sistemas robóticos dentro de un despliegue que incluye el portaaviones Gerald R. Ford.
Los B-52H Stratofortress, en servicio con la Fuerza Aérea de Estados Unidos desde 1961 y asignados al Mando de Ataque Global, constituyen un vector de largo alcance para misiones que requieren empleo sostenido de medios aéreos. Disponen de ocho motores turbofán Pratt & Whitney TF33-P-3/103 con hasta 17.000 libras de empuje cada uno, una velocidad de 650 millas por hora (Mach 0,84) y un techo operativo de 50.000 pies. Sus dimensiones corresponden a 185 pies de envergadura, 159 pies y 4 pulgadas de longitud y 40 pies y 8 pulgadas de altura. El peso máximo al despegue asciende a 488.000 libras y la capacidad de combustible a 312.197 libras.
Con estos parámetros, el alcance sin reabastecimiento supera las 8.800 millas y, con reabastecimiento en vuelo, el tiempo en el aire depende de la resistencia de la tripulación. En la Operación Lanza del Sur, esta autonomía se aplica a patrullas sobre el Caribe y el Pacífico oriental. B-52H procedentes de la Base Aérea de Minot (Dakota del Norte) ejecutaron el 20 de noviembre de 2025 un vuelo de demostración de ataque frente a la costa norte de Sudamérica. La acción contó con la coordinación de tanqueros KC-135 de la Base Aérea de MacDill (Florida) y de otros aviones de combate.

Según fuentes del Comando Sur, la maniobra formó parte de una patrulla de presencia que elevó la presión sobre el gobierno venezolano e integró una serie de vuelos semanales de bombarderos de largo alcance con el propósito de impulsar una transición del poder en Caracas. Los aviones sobrevolaron áreas próximas a Venezuela porque reforzaron funciones de disuasión y de vigilancia marítima. La permanencia en vuelo favoreció el seguimiento de rutas navales asociadas al tráfico de estupefacientes.
Características técnicas clave de los B-52H Stratofortress
- Ocho motores turbofán Pratt & Whitney TF33-P-3/103 con hasta 17.000 libras de empuje cada uno.
- Velocidad de 650 millas por hora (Mach 0,84) y techo operativo de 50.000 pies.
- Envergadura de 185 pies, longitud de 159 pies y 4 pulgadas, altura de 40 pies y 8 pulgadas.
- Peso máximo al despegue de 488.000 libras y capacidad de combustible de 312.197 libras.
- Alcance sin reabastecimiento superior a 8.800 millas, extendido con reabastecimiento en vuelo.
Capacidades de armamento y versatilidad operativa de B-52H
La carga útil máxima del B-52H alcanza 70.000 libras de armamento mixto. El abanico incluye bombas convencionales, minas navales, misiles de crucero lanzados desde el aire como el AGM-86B (con capacidad para transportar hasta 20 unidades) y municiones guiadas de precisión, entre ellas bombas de caída libre, bombas de racimo, misiles guiados y municiones de ataque directo conjunto. Esta versatilidad permite misiones de ataque estratégico, apoyo aéreo cercano, interdicción, contrarreacción ofensiva, operaciones marítimas, vigilancia oceánica, guerra antisubmarina y colocación de minas.
En Lanza del Sur, estas capacidades se integran con buques de superficie robóticos de larga duración, lanchas interceptoras autónomas y aeronaves no tripuladas de despegue y aterrizaje vertical que operan junto a guardacostas para recopilar inteligencia y ejecutar interceptaciones en el dominio marítimo. De esta manera, los B-52H aportan cobertura aérea extendida y capacidad para ataques precisos contra embarcaciones previamente identificadas como vinculadas al narcotráfico. El anuncio de Hegseth se difundió en un mensaje público que atribuyó la operación a directivas del presidente Donald Trump orientadas a defender el territorio nacional y neutralizar amenazas narcoterroristas, con énfasis en la importancia del hemisferio occidental como entorno inmediato de Estados Unidos.

La declaración se vinculó con la llegada del portaaviones Gerald R. Ford al Caribe, que se sumó a seis navíos ya posicionados en la zona y a otro en el Pacífico. El balance acumulado ascendió a una veintena de ataques contra embarcaciones sospechosas y, según los reportes disponibles, al menos 76 muertos en dichas intervenciones. En este escenario, los B-52H contribuyen mediante vuelos que acreditan un alto grado de alistamiento para operaciones cinéticas, como se observó en el tránsito inusual de un bombardero sobre espacio aéreo venezolano el 24 de noviembre de 2025, escoltado por F-18.
Los B-52H incorporan sensores electroópticos, sistemas infrarrojos de mirada adelantada, cápsulas de designación y gafas de visión nocturna para una tripulación de cinco miembros (comandante de aeronave, piloto, navegante de radar, navegante y oficial de guerra electrónica). Estos equipos mejoran la adquisición de blancos, la evaluación de daños y las operaciones en horario diurno o nocturno y en condiciones meteorológicas adversas. En Lanza del Sur, las tripulaciones emplean estos recursos en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, en coordinación con radares y sistemas de comando que dirigen ataques contra lanchas rápidas utilizadas por organizaciones designadas como terroristas.
Historia operativa, modernizaciones y adaptación de B-52H
La historia operativa del B-52H se inicia en mayo de 1961 y los programas de modernización vigentes extienden su vida útil más allá de 2040. Entre las actualizaciones figuran el reemplazo de los motores TF33 por Rolls-Royce F130 para mejorar eficiencia y prestaciones, y la modernización del radar para optimizar navegación, evitación de fenómenos meteorológicos y reabastecimiento aéreo. Además, se incorpora un nuevo misil de largo alcance de empleo a distancia segura para reemplazar al misil de crucero lanzado desde el aire, con el fin de sostener su función en disuasión estratégica hasta la década de 2050.
Estas mejoras se reflejan en ejercicios conjuntos, como “Escudo de Hermano” con la Fuerza Aérea Colombiana y “Unitas LXI” con la Armada Ecuatoriana el 8 de noviembre de 2025, donde dos B-52H participaron en maniobras dentro del área de responsabilidad del Comando Sur. En relación con Venezuela, Lanza del Sur se asocia a la designación del Cártel de los Soles como organización terrorista y a vuelos de B-52H y F-35 en el Caribe en los días posteriores, según registros visuales. El secretario de Estado, Marco Rubio, caracterizó al régimen venezolano como una estructura orientada al narcotráfico que controla el poder, y el presidente Trump manifestó preferencia por una transición pacífica con mantenimiento de canales con las fuerzas armadas locales.

En consecuencia, los B-52H se emplean para demostrar capacidad militar con efectos en la toma de decisiones de actores políticos, sin reportes de ataques directos ejecutados por estos bombarderos en la operación hasta la fecha. La integración de los B-52H en Lanza del Sur evidencia su adaptación a escenarios no nucleares. La configuración admite señuelos aéreos miniaturizados y armas de empleo a distancia segura, lo que facilita operaciones fuera del alcance de defensas enemigas. En paralelo, el despliegue general incluye ataques letales contra buques; el 15 de noviembre de 2025, en el Pacífico, se destruyó una lancha y se abatió a tres individuos, conforme a comunicados del Comando Sur.
Rusia, como aliado de Venezuela, expresó su expectativa de que Estados Unidos evite acciones que alteren la situación regional tras el anuncio de la operación. Los B-52H, con setenta años transcurridos desde la entrega del primer modelo operativo el 29 de junio de 1955, permanecen como componente principal de la capacidad de ataque de largo alcance de la Fuerza Aérea. Las unidades operativas se concentran en la 5.ª Ala de Bombardeo en Minot y la 2.ª Ala de Bombardeo en Barksdale (Luisiana), con apoyo de reserva en la 307.ª Ala en Barksdale. Su empleo en Lanza del Sur muestra su adaptación a tareas de contranarcóticos y de disuasión regional mediante vuelos en coordinación con fuerzas navales para bloquear rutas marítimas.
Integración tecnológica y presencia estratégica de B-52H en operación
El énfasis de la operación en tecnología autónoma —aeronaves no tripuladas y embarcaciones robóticas— complementa las plataformas tripuladas. Esta combinación permite una vigilancia coordinada desde el Caribe hasta el Pacífico; las evaluaciones iniciales servirán para definir proporciones futuras entre medios tripulados y no tripulados en misiones antinarcóticos. En este esquema, los B-52H aportan persistencia aérea que favorece la identificación de objetivos, mientras que los sistemas robóticos ejecutan las interceptaciones. La presencia de B-52H en vuelos como el del 20 de noviembre se definió como demostración de ataque con bombarderos.

El dispositivo general incluye flotas, radares y capacidades de inteligencia con el objetivo de modificar la situación operativa en la región. El 24 de noviembre, Venezuela reportó incursiones de un B-52H y F-18 en su espacio aéreo, lo que incrementó el monitoreo recíproco en la zona. El Comando Sur coordina estas actividades para asegurar el control del dominio marítimo, con atención a puertos como Puerto Cabello, identificado como punto de tránsito de drogas. Los B-52H mantienen una alta tasa de disponibilidad para misiones, condición adecuada para despliegues prolongados como el de Lanza del Sur.
La capacidad de empleo tanto de armas nucleares como de armamento convencional de precisión a distancia segura incrementa la flexibilidad operativa. La Fuerza Aérea proyecta la transición del modelo a la denominación B-52J una vez completadas las modernizaciones descritas, con integración prevista en estrategias futuras de defensa hemisférica.
