Los gobiernos de Canadá y Portugal evalúan alternativas al F-35 ante la incertidumbre generada por las posturas de Donald Trump sobre la OTAN.
Canadá analiza si mantener su pedido de 88 cazas F-35A
El nuevo gobierno de Mark Carney en Canadá revisa la compra de 88 F-35A para la Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF), en respuesta a la incertidumbre sobre la postura de Estados Unidos en la OTAN.
El ministro de Defensa, Bill Blair, declaró en el programa Power and Politics de la CBC que están explorando otras opciones. “Era el avión de combate identificado por nuestra fuerza aérea, pero también estamos examinando alternativas”, afirmó.
Aunque ya se ha pagado por los primeros 16 F-35A, el gobierno considera si todos los cazas deben ser de este modelo. Carney también advirtió que las entregas podrían extenderse por varias décadas.
Sin embargo, un sitio oficial del gobierno canadiense contradice esta afirmación, estableciendo el siguiente cronograma de entregas:
Fechas clave en la adquisición de los F-35A para Canadá

- Primera entrega en EE. UU.: 2026
- Llegada del primer avión a Canadá: 2028
- Capacidad operativa inicial: 2029-2030
- Capacidad operativa completa: 2032-2034
Este calendario indica que Canadá tendría la flota completa y operativa en la primera mitad de la década de 2030.
Portugal busca reemplazo para sus F-16 sin optar por el F-35
El ministro de Defensa de Portugal, Nuno Melo, expresó dudas sobre la fiabilidad del apoyo estadounidense en el mantenimiento del F-35. Sus declaraciones al medio portugués Público reflejan inquietud por posibles restricciones operativas impuestas por EE. UU.
“Nuestro aliado, que siempre fue predecible, ahora podría traer limitaciones en el uso, mantenimiento y componentes del F-35”, declaró Melo, según la traducción de The Aviationist.
La Fuerza Aérea Portuguesa busca reemplazar su flota de F-16A y F-16B Block 15. Con 21 aviones en servicio según el directorio de las Fuerzas Aéreas Mundiales 2025, el país explora opciones que no dependan de tecnología estadounidense.
Alternativas al F-35 para Canadá y Portugal
Las opciones fuera de EE. UU. son limitadas. Dos modelos sobresalen como candidatos viables:
- Saab JAS 39 Gripen: caza sueco con solo un tercio de componentes estadounidenses.
- Dassault Rafale: desarrollado en Francia sin tecnología de EE. UU.

El gobierno canadiense ha instruido al ministro Blair a considerar nuevamente la propuesta de fabricación del Gripen en Canadá, lo que reduciría la dependencia de repuestos estadounidenses.
El “interruptor de apagado” y su impacto en la OTAN
Uno de los riesgos señalados es la capacidad de EE. UU. de restringir el soporte logístico del F-35, afectando su operatividad. En el pasado, se aplicaron medidas similares con el F-14 Tomcat en Irán tras la revolución de 1979.
En este contexto, las preocupaciones sobre la administración de Trump han llevado a Canadá y Portugal a replantearse sus estrategias de defensa aérea, buscando alternativas que les garanticen independencia operativa.
Portugal modernizó sus F-16: pero ahora duda del F-35
Los F-16A y F-16B Block 15 de la Fuerza Aérea Portuguesa recibieron una actualización de mitad de vida (MLU) para alinearlos con otros operadores europeos. La mejora incluyó:

Mejoras en los F-16 portugueses tras la actualización MLU
- Refuerzos estructurales: Falcon UP/Falcon STAR
- Actualización del motor: F100-PW-220E
- Nueva cabina: similar al F-16C/D Block 50 con pantallas a color
- Radar mejorado: APG-66(V)2
- Sistema de navegación: GPS y sistema de terreno digital
- Mejoras en identificación: sistema avanzado amigo o enemigo
- Comunicaciones: enlace de datos mejorado
- Defensa electrónica: gestión de guerra electrónica y dispensadores adicionales de contramedidas
- Provisiones adicionales: pod de reconocimiento, visor montado en casco y sistema interno de alerta de misiles
La integración de estos sistemas hizo que el F-35 pareciera una opción natural para Portugal, hasta que el panorama político en EE. UU. generó incertidumbre.
Trump y su política sobre la OTAN preocupan a sus aliados
El gobierno de EE. UU. ha dado señales de modificar su postura hacia la OTAN. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró el 12 de febrero en el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania:

“Estados Unidos sigue comprometido con la OTAN, pero ya no tolerará una relación desequilibrada. Nuestra prioridad será empoderar a Europa para que asuma su propia seguridad”.
El presidente Donald Trump ha insistido en esta idea. En declaraciones del 6 de marzo a RealClearPolitics, dijo:
“Si no pagan, no los voy a defender. No, no los voy a defender. (…) La OTAN puede ser buena, pero lo que ha pasado hasta ahora es muy injusto”.
Estas afirmaciones han generado dudas en aliados como Canadá y Portugal, que cuestionan si la interoperabilidad del F-35 dentro de la OTAN es confiable a largo plazo.
Alternativas europeas ante la incertidumbre con el F-35
Si Canadá y Portugal buscan aviones sin componentes estadounidenses, las opciones viables se reducen a:
- Dassault Rafale: desarrollado en Francia, pero requeriría algunas modificaciones para evitar componentes de EE. UU.
- Eurofighter Typhoon: fabricado por un consorcio europeo, aunque también incluiría cambios en su aviónica.

Ambas opciones implican costos y ajustes adicionales, pero ofrecerían mayor independencia operativa en caso de restricciones desde EE. UU.
El futuro del F-35 en la OTAN sigue en duda
La incertidumbre política ha generado un dilema para los aliados de EE. UU. Lockheed Martin defiende la confiabilidad del F-35, pero los acuerdos de compra son gestionados a nivel gubernamental.
Rebecca Miller, directora de relaciones con los medios globales de Lockheed Martin, declaró a la CBC:
“Las ventas militares extranjeras son acuerdos de gobierno a gobierno. Nosotros entregamos toda la infraestructura del sistema y los datos necesarios para que los clientes del F-35 mantengan sus aeronaves”.
A pesar de estas garantías, Canadá y Portugal enfrentan una decisión clave: seguir con el F-35 o buscar un caza europeo con menor dependencia de EE. UU.