Los cazas F-16 Falcons estadounidenses volaron de Alemania a Polonia en un despliegue largamente planificado a principios de este mes.
Los cazas de la Fuerza Aérea de EE.UU. tienen previsto operar con cazas belgas y polacos en la región desde hace varios meses, pero los ejercicios pueden adquirir mayor importancia a la luz de la acumulación militar de Rusia a lo largo de la frontera ucraniana.
Un comunicado de prensa de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos dice que los cazas “practicarán maniobras aéreas avanzadas y trabajarán estrechamente con el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas Uedem (CAOCUE) para mejorar los procedimientos de mando y control”. El CAOCUE es responsable de la vigilancia aérea de la OTAN en la región.
Los objetivos del ejercicio son múltiples. Las operaciones mejorarán la interoperatividad entre las naciones asociadas, al tiempo que mejorarán los protocolos de mando y control. La OTAN y Estados Unidos se están moviendo rápidamente para demostrar su preparación.
Un concepto clave del ejercicio es perfeccionar y mejorar la “vigilancia aérea mejorada”, que se basa en gran medida en la seguridad de las redes y el intercambio de datos con las fuerzas aliadas. La misión se centrará en la región del Báltico.
Aunque el ejercicio está previsto desde hace tiempo, la presencia en la región del Báltico refuerza la postura de disuasión de la OTAN.
Es probable que los F-16 se comuniquen con el Link 16 y que también evalúen la capacidad de las aeronaves para aterrizar en nuevas zonas de las bases aliadas con el fin de reforzar las operaciones, fortalecer las asociaciones y también demostrar la capacidad de maniobrar y desplegar aviones de combate sobre zonas de alto valor cerca de la frontera con Rusia.