La compra de 21 MiG-29 evitó que Moldavia los vendiera a Irán. Se emplearon para entrenamiento militar en EE. UU.
Estados Unidos adquirió 21 MiG-29 de Moldavia para evitar su venta a Irán
En los años 90, Estados Unidos compró 21 cazas MiG-29 de Moldavia debido al temor de que pudieran ser vendidos a Irán con fines nucleares. El MiG-29, desarrollado para competir con los cazas estadounidenses F-15 y F-16, fue introducido en la Unión Soviética en 1983 y aún se utiliza hoy en día.
El MiG-29, conocido como “Fulcrum” en la OTAN, fue diseñado por la oficina Mikoyan como un caza de superioridad aérea para contrarrestar a los nuevos cazas estadounidenses de la época, el F-15 Eagle y el F-16 Fighting Falcon. En 1983, este caza bimotor entró en servicio en las Fuerzas Aéreas Soviéticas.
Con más de 1.600 unidades fabricadas, el MiG-29 se ha consolidado como uno de los cazas más capaces de la cuarta generación. Hoy, cuatro décadas después, sigue operativo no solo en Rusia, sino también en varias ex repúblicas soviéticas. El MiG-29 ha sido empleado en la guerra actual tanto por las fuerzas rusas como por las ucranianas.
El MiG-29: un caza ágil utilizado por varios países en conflictos
Versiones de exportación del Fulcrum se han vendido a países como Alemania del Este, India, Irán, Irak, Libia, Perú, Polonia, Siria, Sudán y Yugoslavia. Sin embargo, Estados Unidos no figura entre los operadores del MiG-29. Tras la reunificación alemana, la Luftwaffe incorporó los MiG-29 de la antigua Fuerza Aérea de Alemania del Este, lo que permitió a los pilotos estadounidenses entrenar con un avión que habrían enfrentado de haber tomado la Guerra Fría otro rumbo.
Estos pilotos descubrieron que el MiG-29 era muy ágil en combates aéreos a bajas velocidades y cortas distancias, algo que sus propios aviones no podían igualar. Las evaluaciones mostraron que, a distancias de hasta 40 millas, los aviones estadounidenses tenían ventaja sobre el Fulcrum. Sin embargo, esa ventaja disminuía a 10 millas y desaparecía a 5 millas, donde la maniobrabilidad superior del MiG-29 le daba la delantera.
Con la disolución de la Unión Soviética en 1991, se presentó un desafío emergente: unas 30.000 armas nucleares y un vasto complejo de producción de armamentos se dispersaron entre cuatro nuevos estados soberanos. Esto llevó al programa de Reducción Cooperativa de Amenazas (CTR) de Nunn-Lugar, destinado a proteger y desmantelar armas de destrucción masiva.
La adquisición de MiG-29 por Estados Unidos: prevención y entrenamiento
Gracias a este programa, Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán se declararon libres de armas nucleares, y el Congreso de Estados Unidos proporcionó fondos para evitar que tales armas cayeran en manos equivocadas. En noviembre de 1997, Estados Unidos utilizó fondos del CTR para adquirir 21 MiG-29 con capacidad nuclear de Moldavia, ex república soviética.
Se temía que Moldavia pudiera vender estos cazas a Irán, que ya operaba MiG-29 y buscaba variantes modernizadas del MiG-29C para posibles usos nucleares. Por esto, la administración Clinton concretó la compra por 40 millones de dólares, incluidos equipos de defensa no letales y asistencia humanitaria. La adquisición también permitió a las fuerzas aéreas y navales estadounidenses obtener datos funcionales y de evaluación sobre el MiG-29, útiles para entrenamientos de combate aéreo.
A finales de 1997, los 21 MiG, incluidos 14 MiG-29C, fueron trasladados al Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial en Ohio. Aunque el destino exacto de estos aviones no está claro, es probable que la mayoría hayan sido desechados, aunque algunos se exhiben en bases aéreas como Nellis y Fallon en Nevada, Goodfellow en Texas y Wright-Patterson en Ohio.