Los primeros cinco cazas de combate Rafale franceses comprados por Nueva Delhi en un polémico acuerdo multimillonario se dirigieron a la India el lunes para su rápido despliegue en medio de las crecientes tensiones con China.
El acuerdo, cuyo valor se estima en 9.400 millones de dólares, se ha visto ensombrecido por las acusaciones de corrupción del partido de la oposición en el Congreso, aunque el Primer Ministro Narendra Modi ha rechazado las acusaciones.
Los cazas construidos por Dassault Aviation, pilotados por oficiales de la Fuerza Aérea de la India (FAI), despegaron de Merignac, en el suroeste de Francia, dijo la compañía en un comunicado.
Para el miércoles, los cinco aviones deberían estar en la base aérea de Ambala en el norte de la India, a unos 200 kilómetros de las fronteras pakistaní y china.
Repostarán en el aire varias veces en el camino y también harán una escala en Al Dhafra en los Emiratos Árabes Unidos, donde Francia tiene una base aérea.
La entrega de los cazas Rafale, 36 de los cuales fueron encargados por la India en septiembre de 2016, comenzó oficialmente en octubre, pero los aviones permanecieron en Francia para la formación de los pilotos y los mecánicos.
La entrega debe completarse para 2022.
“Estoy muy impresionado por la asombrosa eficiencia y determinación de la Fuerza Aérea y el Ministerio de Defensa de la India”, dijo el director ejecutivo de Dassault Aviation, Eric Trappier, en una declaración.
Dijo que a pesar de la pandemia de COVID-19, habían logrado “dominar rápidamente todos los aspectos del Rafale para confortar la soberanía india y contribuir a la protección y seguridad del pueblo indio”.
Los aviones son esperados con impaciencia por Nueva Delhi, que está ansiosa por actualizar su envejecida fuerza de aviones de combate mientras las tensiones se agudizan tanto con China como con Pakistán.
Los brutales combates cuerpo a cuerpo en el Valle de Galwan en Ladakh el mes pasado dejaron 20 soldados indios muertos. China ha dicho que también ha sufrido bajas, pero no ha dado cifras.
Las tensiones también están aumentando con Islamabad después de que la India eliminó el estatus semi-autónomo de la región de mayoría musulmana de Cachemira e impuso una importante restricción de seguridad.
La FAI ha dicho que una vez que los aviones lleguen a la India “los esfuerzos se centrarán en la puesta en marcha de los aviones lo antes posible”.