Imágenes del Salón Aéreo de Changchun confirman entrega del décimo lote de J-20 a la 19ª Brigada Aérea, que protege Beijing y alcanza 300 unidades producidas.
Entrega confirmada del décimo lote de cazas J-20 a brigada de Beijing
Imágenes divulgadas en el Salón Aéero de Changchun confirman que la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación recibió el décimo lote de cazas J-20, asignados a la 19ª Brigada Aérea, unidad encargada de la protección aérea de Beijing. El aparato con número de serie 63106, perteneciente a este lote, lleva el código de construcción CB10300 y representa el ejemplar número 300 en la producción total de estos aviones de combate furtivos, según observadores especializados. La entrega se produjo en el marco de la expansión continua de la flota, que alcanza ya más de 300 unidades en servicio para septiembre de 2025.
La 19ª Brigada Aérea, con base en el aeródromo de Zhangjiakou-Ningyuan dentro del Comando del Teatro Central, incorporó estos J-20 en sustitución de los J-11 que operaba previamente. La transición se detectó a finales de 2023 o principios de 2024, aunque la confirmación pública llegó en febrero de 2025 mediante análisis de imágenes satelitales y reportes de fuentes militares. Esta brigada mantiene un alto nivel de preparación operativa y participa en ejercicios regulares para garantizar la seguridad nacional, lo que justifica su equipamiento con tecnología avanzada.
De este modo, se integra a las 12 brigadas aéreas que ya cuentan con J-20 en la Fuerza Aérea, distribuidas en los comandos del Teatro Oriental, Occidental y Meridional, con al menos tres de ellas equipadas exclusivamente con este modelo. El J-20, desarrollado por la Corporación Aeronáutica de Chengdu, mide 21,2 metros de longitud, 13,01 metros de envergadura y 4,69 metros de altura, con un peso vacío de 17.000 kilogramos y un peso máximo al despegue de 37.000 kilogramos.
Propulsado por dos motores Shenyang WS-10C de empuje con postcombustión que generan entre 142 y 147 kilonewtons cada uno, alcanza una velocidad máxima de Mach 2, equivalente a 2.130 kilómetros por hora a gran altitud. Su alcance operativo llega a 2.000 kilómetros en misiones de combate, extensible a 5.500 kilómetros con tanques externos, y opera hasta un techo de servicio de 20.000 metros. El diseño incorpora características furtivas que reducen su detectabilidad por radares, junto con sensores avanzados para fusión de datos y capacidad de supercrucero en las versiones más recientes.
Características técnicas clave del caza J-20 para misiones aéreas
- Mide 21,2 metros de longitud, 13,01 metros de envergadura y 4,69 metros de altura.
- Peso vacío de 17.000 kilogramos y máximo al despegue de 37.000 kilogramos.
- Velocidad máxima de Mach 2, o 2.130 km/h a gran altitud.
- Alcance de 2.000 km en combate, extensible a 5.500 km con tanques externos.
- Armado con misiles PL-15 aire-aire de largo alcance para superioridad aérea.
Historia de producción y evolución del caza J-20 en China
Armado con misiles aire-aire de largo alcance como el PL-15, realiza misiones de superioridad aérea y ataques de precisión, sin cañón integrado, pero con bahías internas para preservar la discreción. La producción del J-20 inició en 2009 con prototipos, y el primer vuelo ocurrió el 11 de enero de 2011. Entró en servicio en marzo de 2017, con la formación de la primera unidad de combate en febrero de 2018 en la 9ª Brigada Aérea de Wuhu.
La fabricación en serie comenzó en octubre de 2017, con una tasa inicial de tres aparatos por mes que aumentó hasta alcanzar 100 unidades anuales para 2024. Entre julio de 2023 y mayo de 2024, se incorporaron más de 70 ejemplares, lo que elevó el inventario a cerca de 195 en esa fecha. La planta de ensamblaje en Chengdu amplió su capacidad en 2023, lo que permitió superar las 300 unidades para 2025. Esta producción incluyó variantes como el J-20A, que posee un asiento mejorado, y el J-20S, que dispone de dos asientos.
Este último observó en la 172ª Brigada Aérea en julio de 2025. Los motores evolucionaron de los rusos Saturn AL-31FM2 a los nacionales WS-10C desde 2019, con pruebas del WS-15 de mayor empuje y vectorización desde marzo de 2022, incorporado en serie a partir de 2023. Esta expansión forma parte de la modernización de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, que cuenta con más de 3.150 aeronaves en total, de las cuales unas 2.400 son de combate.
La flota incluye más de 225 J-16 en servicio para 2023, junto con transportes pesados Y-20A y cisternas Y-20U, con 51 y 16 unidades respectivamente hasta marzo de 2024. En 2023, la aviación naval transfirió alrededor de 300 cazas a la Fuerza Aérea, lo que fortaleció su control sobre sistemas de defensa antiaérea integrados y radares terrestres. El J-20 se despliega en todos los cinco comandos de teatro desde 2022, con patrullas regulares en el mar de China Oriental, el mar de China Meridional y el estrecho de Taiwán.
Despliegues y modernización de la Fuerza Aérea china con J-20
En 2024, se agregaron brigadas adicionales en los comandos Oriental, Occidental y Meridional, como la 41ª en Wuyishan con al menos seis J-20 en noviembre de 2023, la 4ª y posiblemente la 54ª en el sur, y la 97ª en el oeste identificada en marzo de 2024. Además, un destacamento de al menos seis J-20 operó en el aeródromo de Shigatse en Tíbet el 27 de mayo de 2024. La versión más reciente del J-20 incluye mejoras en misiles aire-aire de configuración discreta y soporte para operaciones de alerta temprana aerotransportada.
El Ejército Popular de Liberación prioriza la proyección de poder a larga distancia, con énfasis en operaciones ofensivas y defensivas según su documento de defensa de 2019. La transición a una fuerza aérea estratégica amplía el rango operativo mediante capacidades de reabastecimiento en vuelo y vigilancia mejorada, lo que permite amenazas a intervenciones externas en escenarios potenciales. La exhibición estática del J-20 en el Salón Aéero de Changchun, del 19 al 23 de septiembre de 2025, permite al público observar de cerca el aparato.
Este evento, con más de 100 tipos de aeronaves y equipos terrestres, se centra en el avance aeroespacial y la preparación para victorias futuras. La 19ª Brigada Aérea, ahora equipada con J-20, fortalece la defensa de la capital al incorporar aviones con radar de largo alcance capaz de detectar objetivos hasta 1.000 kilómetros, lo que triplica el de competidores similares. Esta unidad se une a otras como la 1ª en Anshan, la 5ª en Guilin, la 8ª en Changxing, la 9ª en Wuhu, la 56ª en Zhengzhou.
La 97ª en Dazu, la 111ª en Korla, la 172ª en Cangzhou y la 176ª en Dingxin, que cubren un espectro amplio de misiones. La producción continua del J-20, con planes para 120 unidades en 2025 y 2026, contrasta con ritmos menores en otras naciones, como las 24 a 48 entregas anuales de F-35A en Estados Unidos. El J-20S, variante de dos asientos, avanza hacia el servicio operativo con sensores electroópticos nuevos y esquemas de pintura refinados, observados en julio de 2025.
Avances en variantes y operaciones del J-20 en teatros clave
Esta configuración facilita el entrenamiento y operaciones complejas, como el control de drones en enjambre. La Fuerza Aérea integra estos avances en ejercicios que incluyen simulaciones contra aparatos como el F-35, y en despliegues en modo de carga externa para misiones de alto impacto. La dependencia de motores nacionales reduce vulnerabilidades externas, ya que el WS-15 permite supercrucero y mayor maniobrabilidad. En el Comando del Teatro Central, la 19ª Brigada Aérea opera junto a unidades como la 55ª en Jining y asegura cobertura integral.
La modernización incluye la incorporación de sistemas de defensa de largo alcance que protegen instalaciones clave y centros poblados. La Fuerza Aérea mantiene una postura de fuerza lista para contingencias, con aeronaves avanzadas capaces de operaciones sin reabastecimiento en áreas estratégicas. La entrega del décimo lote marca un hito en la producción. Observadores notan que seriales como 63207, confirmados en marzo de 2025 para la misma brigada, indican entregas previas.
La flota total supera las estimaciones de 250 para junio de 2024, alineada con objetivos de 500 a 700 unidades para 2035. La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, tercera mayor del mundo en aviación, prioriza aeronaves construidas en el país y una amplia gama de vehículos aéreos no tripulados. La transferencia de unidades navales en 2023 mejoró la integración de defensas antiaéreas, con radares de dominio aéreo basados en tierra.
El J-20, como pilar de esta estrategia, participa en patrullas y ejercicios nocturnos desde junio de 2018, lo que consolida su rol en la superioridad aérea regional.