El J-10 Vigorous Dragon destaca en misiones multimisión con misiles PL-12 y bombas LS-6 en ejercicios navales, proyectando poder en el Mar del Sur de China.
J-10 Vigorous Dragon: Versatilidad con misiles PL-12 y bombas LS-6
El Chengdu J-10 Vigorous Dragon, fabricado por la Chengdu Aircraft Corporation (CAC), se consolida como un pilar de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) y la Armada (PLANAF) por su capacidad multimisión. Este caza de cuarta generación, operativo desde 2005, combina maniobrabilidad, sistemas avanzados y un arsenal de armas guiadas, como el misil PL-12 y las bombas de precisión LS-6, para ejecutar misiones aire-aire y aire-tierra. Su despliegue en ejercicios navales en el Mar del Sur de China refuerza la proyección de poder de China, especialmente en el contexto de disputas territoriales con Filipinas y Vietnam. El J-10, diseñado para rivalizar con cazas como el F-16 y el MiG-29, integra tecnología avanzada que lo posiciona como un activo estratégico en operaciones de alta intensidad.
El misil PL-12, un arma aire-aire de alcance medio con guía activa por radar, permite al J-10 neutralizar amenazas a distancias de hasta 100 kilómetros. Este misil, desarrollado por el China Air-to-Air Guided Missile Research Institute, cuenta con capacidades más allá del alcance visual (BVR), lo que otorga al J-10 superioridad en combates aéreos. En ejercicios recientes en el Mar del Sur de China, el J-10C, la variante más avanzada, ha demostrado su capacidad para rastrear múltiples objetivos simultáneamente gracias a su radar de matriz activa (AESA), integrando el PL-12 para simular enfrentamientos contra cazas enemigos. Estas maniobras resaltan la preparación de la PLAAF para mantener el control aéreo en una región estratégica.
En misiones aire-tierra, las bombas guiadas LS-6 amplifican la eficacia del J-10. Estas armas, diseñadas para ataques de precisión a larga distancia, utilizan guiado por satélite y planeo extendido, permitiendo al J-10 atacar objetivos terrestres y marítimos con alta precisión. Durante ejercicios navales en 2023, el J-10 desplegó LS-6 contra blancos simulados, demostrando su capacidad para neutralizar instalaciones costeras y embarcaciones en escenarios que replican conflictos en las islas Spratly y Paracel. Esta versatilidad refuerza el rol del J-10 como un caza multimisión capaz de operar en entornos complejos, donde la integración de sistemas de puntería avanzados, como pods de designación láser, maximiza su efectividad.
Los ejercicios navales en el Mar del Sur de China han exhibido el J-10 en operaciones conjuntas con destructores y bombarderos H-6, proyectando poder frente a las reclamaciones territoriales de Filipinas y Vietnam. En 2024, el J-10 participó en simulaciones de defensa aérea y ataques a objetivos marítimos, empleando tanto el PL-12 como las LS-6 para contrarrestar amenazas simuladas. Estas maniobras, realizadas cerca de arrecifes ocupados por China, enviaron un mensaje claro sobre la capacidad de la PLANAF para dominar el espacio aéreo y marítimo, consolidando la presencia de China en una región disputada por múltiples naciones.
Datos clave sobre el J-10 y su capacidad multimisión
- Misil PL-12: Alcance de 100 km, guía activa por radar, ideal para combates BVR.
- Bomba LS-6: Guiado por satélite, alcance extendido de hasta 60 km, precisión quirúrgica.
- Radar AESA: Equipado en el J-10C, permite rastreo simultáneo de hasta 10 objetivos.
- Ejercicios navales 2023-2024: Despliegue de J-10 en simulaciones de ataque y defensa en el Mar del Sur de China.
- Proyección de poder: Operaciones conjuntas con la Armada china refuerzan la presencia en Spratly y Paracel.
Proyección de poder en el Mar del Sur de China con el J-10
El Mar del Sur de China es un teatro crítico para la estrategia militar de China, donde el J-10 desempeña un rol central en la proyección de poder. En 2023, durante ejercicios a gran escala, el J-10C, equipado con misiles PL-12, ejecutó patrullas de largo alcance sobre aguas disputadas, demostrando su capacidad para interceptar aeronaves hostiles a distancias significativas. Estas operaciones, coordinadas con sistemas de defensa aérea como el S-400 desplegado en islas artificiales, fortalecen la capacidad de China para controlar el espacio aéreo regional. La integración del PL-12 con el radar AESA permite al J-10C detectar y atacar objetivos antes de ser detectado, una ventaja táctica clave en enfrentamientos potenciales.
En el ámbito aire-tierra, las bombas LS-6 han sido empleadas en ejercicios que simulan ataques a infraestructuras enemigas en las islas Spratly. En 2024, el J-10 demostró su capacidad para operar desde bases avanzadas en las islas, utilizando LS-6 para atacar objetivos a más de 50 kilómetros con una precisión de menos de 10 metros. Estas operaciones destacan la flexibilidad del J-10 para alternar entre roles de superioridad aérea y ataque terrestre, un factor crucial en un escenario donde Filipinas y Vietnam refuerzan sus propias capacidades militares con apoyo de aliados como Estados Unidos.
El J-10 también ha participado en misiones de escolta para bombarderos H-6 armados con misiles anti-buque YJ-12, protegiéndolos con misiles PL-12 contra cazas enemigos simulados. Estas operaciones conjuntas, observadas en 2024 cerca de la línea de nueve puntos, subrayan la capacidad del J-10 para operar en formaciones complejas, integrando múltiples plataformas para maximizar el impacto. La presencia del J-10 en estas maniobras no solo disuade a adversarios regionales, sino que también proyecta la determinación de China de defender sus reclamaciones territoriales.
La evolución del J-10, desde su entrada en servicio hasta las variantes modernas como el J-10C, refleja el compromiso de China con la modernización militar. Su capacidad para emplear armas guiadas como el PL-12 y las LS-6 lo convierte en un activo versátil, capaz de responder a amenazas aéreas y terrestres en el Mar del Sur de China. A medida que las tensiones persisten en la región, el J-10 seguirá siendo un componente clave en la estrategia de China para mantener su influencia y proyectar poder frente a Filipinas, Vietnam y otros actores internacionales.