Investigadores chinos adaptan satélites BeiDou para detectar cazas furtivos estadounidenses como el F-22 y F-35.
El F-22 Raptor y su vulnerabilidad ante nuevos avances chinos
El F-22 Raptor ha sido considerado como uno de los cazas más avanzados del mundo, destacando por su tecnología de sigilo y capacidad de operar en territorio hostil con bajo riesgo de detección. Sin embargo, los avances recientes de China en la detección de aeronaves furtivas ponen en duda su ventaja estratégica. Utilizando el sistema de navegación por satélite BeiDou, los investigadores chinos han desarrollado un método para detectar perturbaciones de las señales que interactúan con la estructura de los aviones furtivos.
El principio se basa en la dispersión de las señales cuando entran en contacto con un caza furtivo. Esta tecnología ofrece una detección pasiva, diferenciada de los sistemas de radar tradicionales, lo que podría contrarrestar las características de sigilo del F-22 y el F-35 Lightning II. Se ha probado con éxito en simulaciones y presenta una amenaza potencial a largo plazo para la superioridad aérea de Estados Unidos.
Este desarrollo chino, basado en algoritmos avanzados, proporciona un “eco” único que puede ser rastreado, permitiendo la localización precisa del avión. Además, se está adaptando para contrarrestar también los drones y otras aeronaves con baja firma de radar.
Potencial cambio en la guerra aérea con sistemas de bajo costo
Uno de los aspectos más preocupantes de esta tecnología es su bajo costo y flexibilidad. A diferencia de los complejos y caros sistemas de radar tradicionales, el enfoque de China utiliza señales de satélites como BeiDou, GPS, y Galileo, lo que lo hace accesible a países que no disponen de costosas infraestructuras militares.
El sistema puede implementarse con antenas receptoras simples, lo que facilita su despliegue en múltiples ubicaciones. Si el sistema BeiDou es interferido, puede cambiar automáticamente a otras constelaciones satelitales, asegurando su operatividad continua. Esto reduce aún más los costos y aumenta su accesibilidad a naciones menos desarrolladas en términos de defensa aérea.
Esta tecnología pone en peligro la supremacía furtiva de Estados Unidos, que hasta ahora ha sido dominante en el ámbito de la aviación militar gracias a aviones como el F-22 y el F-35.
Estados Unidos modifica su estrategia en el Pacífico ante el avance chino
En respuesta a estos avances, Estados Unidos ha comenzado a replantear su estrategia en el Pacífico, reubicando fuerzas militares en bases más alejadas de China. Además, se ha enfocado en el uso creciente de drones, que podrían ofrecer una alternativa más rentable y menos vulnerable frente a la creciente amenaza de los sistemas anti-furtivos chinos.
Este desarrollo marca un punto crítico en la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China, lo que obligará a Estados Unidos a reevaluar el futuro de la guerra furtiva. Si los avances chinos continúan a este ritmo, es probable que los cazas furtivos pierdan parte de su valor estratégico en las próximas décadas.
La dinámica de poder en el Pacífico se está transformando a medida que China sigue desarrollando tecnologías de bajo costo que podrían igualar el campo de batalla aéreo.