El nuevo dron hipersónico chino, identificado como PD-2900 o MD-22, supera al F-22 Raptor en velocidad, alcance y eficiencia aerodinámica, desafiando la supremacía aérea de EE. UU.
Un dron hipersónico que redefine el combate aéreo
China ha desarrollado un dron hipersónico que compite directamente con el F-22 Raptor, uno de los cazas más avanzados de EE. UU. Este UAV, identificado como PD-2900 o su variante conceptual MD-22, incorpora tecnologías que lo posicionan como un contendiente superior en múltiples aspectos.
El F-22, en servicio desde 2005, es reconocido por su maniobrabilidad y diseño furtivo. Su relación elevación-resistencia de 8,4 en vuelo subsónico le otorga un rendimiento aerodinámico sobresaliente, pero pierde eficiencia a velocidades superiores. En contraste, el dron chino mantiene una relación superior a 4 a Mach 6, permitiéndole maniobrar eficazmente incluso en atmósferas delgadas.
Según Eurasian Times, pruebas en túnel de viento han confirmado que el UAV chino supera al F-22 en resistencia aerodinámica y estabilidad a velocidades hipersónicas. Esta ventaja le permite operar en condiciones donde el Raptor pierde rendimiento.
El avance de este dron no solo implica un desarrollo tecnológico, sino también un desafío estratégico para EE. UU., que ha liderado la supremacía aérea con plataformas como el F-22 y el F-35.
Velocidad y alcance superiores al F-22 Raptor
Con una velocidad de hasta Mach 7 (8.600 km/h) y un alcance de 8.000 km sin repostar, el dron chino deja atrás al F-22, cuya autonomía máxima con tanques externos es de apenas 3.000 km. Este factor amplía el radio de operaciones del UAV, permitiéndole realizar misiones intercontinentales.
El F-22, aunque cuenta con una capacidad de carga de 8.165 kg de armamento, está limitado por su diseño tripulado. En comparación, el dron hipersónico chino transporta hasta 600 kg de carga útil, suficiente para misiles de precisión o equipos de reconocimiento.
Su diseño optimizado le otorga una ventaja en términos de operatividad y costos, reduciendo la necesidad de grandes flotas de cazas tripulados. Esta característica refuerza la tendencia hacia el uso de UAV en conflictos modernos.
Datos clave sobre el dron hipersónico chino
- Velocidad máxima: Mach 7 (8.600 km/h).
- Alcance operativo: 8.000 km sin repostar.
- Relación elevación-resistencia: 8,4 en vuelo subsónico; superior a 4 a Mach 6.
- Carga útil: 600 kg de armamento o equipos de vigilancia.
- Altitud operativa: Hasta 100.000 pies (30.480 metros).
- Comparación con el F-22: Mayor velocidad, autonomía y eficiencia aerodinámica.

Implicaciones estratégicas del desarrollo chino
El diseño del dron hipersónico refleja la intención de China de liderar el desarrollo militar aeroespacial. Mientras el F-22 sigue siendo un caza avanzado, su producción se detuvo en 2011 con solo 187 unidades, lo que limita su disponibilidad en el campo de batalla.
El MD-22, presentado en 2019 por el Guangdong Aerospace Science and Industry Research Institute, evolucionó desde una plataforma experimental a un diseño probado. Su construcción liviana y su capacidad para despegar desde pistas o ser lanzado con cohetes le otorgan una versatilidad notable.
En comparación, EE. UU. continúa desarrollando el SR-72, un avión hipersónico con un objetivo de Mach 6, pero cuya entrada en servicio se prevé para 2030. En este contexto, China ha logrado una ventaja significativa al tener ya una plataforma funcional.
Un desafío a las defensas antimisiles de EE. UU.
La combinación de velocidad extrema y maniobrabilidad del dron hipersónico chino representa una amenaza para los sistemas de defensa estadounidenses. Su capacidad para cambiar de trayectoria a Mach 6 lo hace difícil de interceptar con misiles diseñados para atacar objetivos en trayectorias predecibles.
Sistemas como el Patriot o el THAAD dependen de patrones de vuelo estables para interceptar amenazas. Un UAV hipersónico que puede evadir estas defensas obligará a EE. UU. a desarrollar nuevos sistemas de detección y respuesta.
Este avance marca un punto de inflexión en la carrera armamentística, forzando a EE. UU. a acelerar el desarrollo de plataformas como el Next Generation Air Dominance (NGAD) o el mencionado SR-72. Si China logra un despliegue masivo de estos drones, podría cambiar el equilibrio de poder en el ámbito aeroespacial.
Conclusión: un nuevo competidor en la supremacía aérea
El desarrollo del dron hipersónico chino no solo iguala al F-22 en algunos aspectos, sino que lo supera en velocidad y autonomía. Su capacidad de operar a 100.000 pies, con un alcance intercontinental y una maniobrabilidad superior en altas velocidades, lo convierte en una plataforma revolucionaria.
Si China logra optimizar su producción y mejorar su fiabilidad, el PD-2900 o MD-22 podría redefinir el combate aéreo. En un contexto donde los drones ganan protagonismo en conflictos modernos, este avance demuestra la creciente capacidad tecnológica de China y su intención de desafiar el dominio aeroespacial de EE. UU.