Gran Bretaña y Japón se han asociado para construir un motor de caza de sexta generación, según un comunicado de prensa emitido por el Ministerio de Defensa británico.
“Los trabajos en el demostrador conjunto de motores se iniciarán a principios del año que viene, con una inversión inicial del Reino Unido de 30 millones de libras esterlinas en planificación, diseños digitales y desarrollos de fabricación innovadores”, se lee en el comunicado. El documento añadía que otros doscientos millones de libras esterlinas se destinarán al desarrollo de un “sistema de motor demostrador a escala completa”, señalando que el esfuerzo de desarrollo conjunto forma parte de la amplia inversión británica de cuatro años y 2.000 millones de libras en una plataforma de combate de nueva generación.
“El diseño de un nuevo sistema aéreo de combate con un caza en el centro es un proyecto muy ambicioso, por lo que es vital trabajar con países de ideas afines”, declaró el Secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace. “Aprovechando las ventajas tecnológicas e industriales de nuestros dos países, estudiaremos una amplia colaboración en las tecnologías aéreas de combate de próxima generación”. Los fabricantes británicos Rolls-Royce y BAE Systems estarán entre las empresas que participarán en el esfuerzo conjunto.
Las empresas japonesas Mitsubishi Heavy Industries (MHI) e IHI Corporation participarán en el proyecto como parte del programa F-X del país, que incluye planes para reemplazar algo menos de un centenar de cazas polivalentes japoneses Mitsubishi F-2. Londres y Tokio han colaborado anteriormente en el programa Joint New Air-to-Air Missile (JNAAM), un esfuerzo por diseñar un misil avanzado de largo alcance que podría utilizarse en los cazas furtivos de quinta generación F-35 japoneses y británicos. Está previsto que el proyecto del motor se ponga en marcha el año que viene, tras un estudio inicial de viabilidad del motor. Según se informa, ambos países explorarán las oportunidades de otras asociaciones en materia de subcomponentes de defensa a lo largo de 2022. El año pasado se reveló que Suecia e Italia se habían unido al esfuerzo del Sistema Aéreo de Combate del Futuro, con la fase de desarrollo activo del proyecto programada para comenzar en 2025.
El comunicado de prensa sitúa el proyecto conjunto en el contexto de un esfuerzo británico más amplio para ampliar la presencia de Londres en la región indo-pacífica. “Reforzar nuestras asociaciones en el Indo-Pacífico es una prioridad estratégica y este compromiso con Japón, uno de nuestros socios de seguridad más cercanos en Asia, es un claro ejemplo de ello”, dijo Wallace. A principios de este año, el Reino Unido suscribió el pacto trilateral de seguridad AUKUS con Australia y Estados Unidos. El pacto, que implica la venta de tecnología de submarinos nucleares a Australia y una amplia gama de otras oportunidades de cooperación técnico-militar entre los firmantes, se considera una apuesta geopolítica para contener el crecimiento de la influencia de China en la región de Asia-Pacífico. Los funcionarios japoneses, que hasta ahora se resistían a provocar la ira de China, han expresado cada vez más su apoyo a Taiwán a medida que las tensiones militares entre Taipei y Pekín se recrudecen.