El desfile del Día de la Victoria, celebrado el 3 de septiembre de 2025, presentó en detalle un nuevo Avión de Combate Colaborativo chino, junto con tres vehículos aéreos de combate no tripulados adicionales. Esta revelación surgió semanas después de que una imagen borrosa indicara la existencia de tales aeronaves. El evento destacó avances en tecnología militar, con énfasis en sistemas autónomos y de bajo perfil.
Entre los vehículos exhibidos, el GJ-11 Sharp Sword ocupó la posición inicial en el contingente, un modelo ya establecido. Otro diseño armado recordó a los drones de vigilancia Wing Loong. Los restantes no han realizado vuelos públicos hasta ahora. Sin embargo, su inclusión en el desfile sugiere una integración futura en la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación.
Una perspectiva posterior del desfile capturó las cuatro aeronaves con sus configuraciones expansivas. El narrador del evento anunció que los nuevos armamentos abarcaban drones de reconocimiento y ataque, aviones de ala no tripulados, plataformas de dominación aérea sin piloto y helicópteros transportados por portaaviones.
El presentador destacó que estos drones operan en un amplio espectro espacial y ejecutan ataques de difícil detección. Además, coordinan acciones de manera automática con otros sistemas. Tales declaraciones implican características de baja observabilidad y niveles de autonomía integrados. Estas cualidades potencian su efectividad en escenarios de combate complejos.
El primer vehículo, con número de serie 53431, apareció con mayor claridad durante el desfile. Imágenes previas al evento lo mostraron tanto cubierto como descubierto. Su estructura presenta un grosor notable y una toma de aire superior extendida. Esta configuración se asemeja al Feihong FH-97, aunque con modificaciones evidentes en longitud y volumen.
La cubierta de entrada cubre casi toda la longitud del fuselaje en este modelo. Las fotografías revelan un espacio interno amplio, junto con posibles puertas para bahías de armas laterales. Un escape compacto se sitúa entre colas en V inclinadas. Este arreglo favorece operaciones como lanzador de misiles, guiado por datos de otros aviones.
No obstante, este diseño difiere marcadamente del FH-97 observado en representaciones y modelos de exposiciones. Aquel dron exhibió variantes inconsistentes, donde solo el FH-97A presentó configuraciones sucesivas. Por consiguiente, expertos cuestionan si representa un concepto promocional o un desarrollo genuino para aplicaciones prácticas.
El segundo vehículo, de ala diamante y colas en V inclinadas, muestra un escape en forma de hendidura desde atrás. Con número 53432, viaja junto al anterior en un camión. Su nariz alargada y afilada termina la toma superior antes de la sección media. Un abultamiento inferior sugiere una admisión supersónica sin desviador.
Desde el frente, la toma aparece más ancha en este modelo. Vistas laterales confirman la protuberancia y el ancho de la entrada. Las bahías de armas internas no resultan visibles. Estas características optimizan el rendimiento aerodinámico y reducen la detectabilidad en misiones de alto riesgo.
El tercer vehículo, sin cola y de ala voladora extensa, lleva el número 53536 en un diseño delta clásico. Sus tomas laterales incluyen protuberancias visibles y un sistema electroóptico multimodo bajo la barbilla. Similar al de cazas como el F-35, el J-20 y el J-35, este componente sirve para búsqueda infrarroja y seguimiento.
Las tomas anguladas hacia adelante imitan las del J-20 en este avión. Sus escapes redondeados evocan boquillas de motores WS en series como J-20 y J-10. Motores supersónicos potentes indican roles tácticos frontales, donde la ocultación de firmas infrarrojas cede prioridad a la velocidad y maniobrabilidad.
Observadores militares, como Hurin en X, proponen que los motores correspondan a WS-10 o WS-15. Estimaciones sitúan el peso máximo de despegue por encima de 15 toneladas. Tales especificaciones elevan su capacidad para misiones de primera línea, con énfasis en impacto directo sobre objetivos enemigos.
El cuarto vehículo de ala volante, marcado como 53636, comparte un diseño amplio con tomas laterales y hocico extendido. Las tomas cuadradas recuerdan las del J-35, lo que optimiza el flujo de aire.
Ninguno de estos modelos sin cola exhibe puertas laterales para bahías de armas internas. Sin embargo, los diseñadores chinos derivan el FH-97 y estos vehículos de configuraciones probadas en cazas J-20 y J-35. Esta estrategia acelera la prototipificación mediante infraestructuras existentes y cadenas de suministro establecidas.
Tal enfoque facilita despliegues masivos y modificaciones ágiles en producción. Además, evoca conceptos del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea estadounidense, como “género” y “especie” en drones atritables de bajo costo. Estos principios subyacen al programa XQ-67A, donde plataformas actúan como sensores o lanzadores externos.
Queda pendiente si estas aeronaves chinas priorizan sensores remotos, liberación de armas o ambas funciones. No obstante, su desarrollo veloz resalta el éxito industrial de China. En contraste, planificadores estadounidenses expresan reservas sobre avanzar simultáneamente en proyectos F-47 y F/A-XX, ante dudas sobre la capacidad de su base defensiva.
China ha volado ya un tercer avión de próxima generación, tras el J-36 y el J-XDS. Esta progresión demuestra una agilidad manufacturera que supera limitaciones occidentales. Por lo tanto, el desfile exhibe hardware y proyecta una ventaja estratégica en innovación aérea.