El Ejército Popular de Liberación presentó en un desfile militar cinco variantes de cazas furtivos, incluidas nuevas versiones del J-20 y del J-35.
China despliega diversidad inédita de cazas furtivos de quinta generación
En el desfile del 3 de septiembre en Beijing, China exhibió por primera vez cinco tipos distintos de cazas furtivos operativos. Participaron tres variantes del J-20 y dos del J-35, lo que consolidó al país como la única nación que despliega de manera simultánea múltiples clases de aeronaves de quinta generación. El evento conmemoró el 80 aniversario de la derrota del Japón imperial en la Segunda Guerra Mundial y marcó un punto de referencia en la aviación militar china.
El primer avión presentado fue un J-20 básico con motores WS-10C, que efectuó maniobras de reabastecimiento en vuelo desde un cisterna YY-20, con lo cual se confirmó la integración de este sistema en las operaciones regulares de la Fuerza Aérea. Posteriormente se mostró un J-20S biplaza, único en el mundo en esta configuración, cuya entrada en servicio se confirmó en julio de 2025. Esta variante responde a requerimientos de coordinación en misiones de gran complejidad.
El desfile incluyó también la nueva versión J-20A, distinguida por un perfil más sigiloso gracias a un rediseño del dosel y de la estructura del fuselaje. Este modelo está previsto para incorporar motores WS-15 de próxima generación que aumentarán de manera significativa el rendimiento. A continuación se presentó un grupo de J-20 estándar acompañados por un avión de guerra electrónica J-16D, lo que evidenció la intención de combinar capacidades ofensivas y de supresión electrónica.
El bloque de cierre estuvo compuesto por el caza J-35 en su versión terrestre y por la variante naval, que voló en formación junto a cuatro J-15, entre ellos un J-15DT especializado en guerra electrónica. Con ello se confirmó la operatividad de cinco tipos distintos de cazas furtivos, un hecho sin precedentes en la aviación militar global. La flota evidencia una diversificación acelerada en la transición de China hacia capacidades avanzadas de quinta generación.
Datos clave sobre la flota de cazas furtivos chinos
- China exhibió tres variantes del J-20 y dos del J-35 en un mismo desfile.
- El J-20S es el único caza furtivo biplaza en servicio en el mundo.
- El J-35 está presente en versiones terrestre y naval, ambas en servicio.
- El reabastecimiento en vuelo del J-20 se confirmó con el cisterna YY-20.
El J-20 marcó el inicio de la aviación furtiva de quinta generación en China
China introdujo el J-20 en febrero de 2017, y así se convirtió en la segunda nación después de Estados Unidos en incorporar un caza autóctono de quinta generación. Desde entonces, el programa ha evolucionado con mejoras en sigilo, motores y aviónica. El J-20 representa un punto de inflexión en la capacidad de combate aéreo de China, ya que se posiciona en un nivel comparable al de los principales aviones estadounidenses en combate aire-aire.
La evolución del J-20 incluye un rediseño progresivo del fuselaje y la integración de motores de nueva generación, destinados a aumentar su alcance y capacidad de maniobra. Además, se ha trabajado en sistemas de radar avanzados y en mejoras de aviónica que incrementan su efectividad en combate más allá del alcance visual.
En el desfile de 2019 ya se había presentado el J-20, aunque en una sola versión. La novedad del último evento fue la presencia de tres configuraciones distintas del mismo modelo, lo que demuestra un proceso de diversificación en producción y desarrollo. Cada variante atiende necesidades específicas, desde operaciones de largo alcance hasta misiones de coordinación compleja con la participación del J-20S biplaza.
El J-20A, con su rediseño estructural y la futura incorporación de motores WS-15, simboliza la transición hacia un estándar superior de sigilo y eficiencia. Este desarrollo apunta a extender la vida operativa del programa y a mantener la competitividad tecnológica frente a cazas avanzados de Estados Unidos. La flota de J-20, en conjunto, ocupa un lugar central en la estrategia aérea de China.
El J-35 consolida a China como el primer país con dos cazas furtivos
El J-35 se confirmó como parte del inventario de la Fuerza Aérea en julio de 2025, lo que convirtió a China en el primer país en operar de manera simultánea dos modelos de cazas furtivos. Este avión de peso medio complementa al J-20 de mayor alcance, y establece una combinación alta-baja dentro de la misma generación tecnológica. Su adquisición demuestra un esfuerzo por diversificar funciones tácticas y estratégicas en la aviación de combate china.
El desarrollo del J-35 incluyó tanto una versión terrestre como una naval, esta última concebida para operar desde portaaviones. Menos de dos semanas después de confirmarse su incorporación a la Fuerza Aérea, aparecieron imágenes que verificaron la entrada en servicio de la variante embarcada en la Armada. Con ello, la flota china integró de forma simultánea un sistema furtivo en plataformas aéreas de uso conjunto.
El J-35 refuerza las capacidades de proyección de fuerza en escenarios marítimos, ya que su diseño se adapta a operaciones embarcadas y misiones de superioridad aérea sobre zonas costeras y en alta mar. Su integración en la Armada abre un campo de cooperación directa con los J-15, que ya operan desde portaaviones, y amplía el margen de acción de los grupos de combate navales chinos.
Con el J-35, China introdujo por primera vez en su Fuerza Aérea un caza de quinta generación de peso medio. Su papel en la estructura de defensa antiaérea permite equilibrar costos de producción y capacidades tácticas, al mismo tiempo que se combina con el J-20 para cubrir un rango más amplio de misiones. Esta estrategia sitúa a China como pionera en la adopción paralela de dos cazas furtivos en servicio regular.
Perspectivas para los programas de sexta generación en China
En diciembre se presentaron dos diseños de cazas de sexta generación en etapa de prototipo, lo que generó interrogantes sobre el futuro del J-20 y el J-35. Estos nuevos modelos, aún en fase de pruebas, representan la siguiente evolución en aviación de combate y se espera que alcancen capacidad operativa a principios de la década de 2030. La introducción de una nueva generación plantea posibles ajustes en la producción actual de aeronaves de quinta generación.
El desarrollo de cazas de sexta generación en China podría implicar una redistribución de recursos hacia programas más avanzados. La coexistencia de prototipos de sexta generación con una flota amplia de quinta generación obliga a definir prioridades industriales y presupuestarias. Los analistas señalan que la producción de J-20 y J-35 podría experimentar recortes en los próximos años si los nuevos modelos cumplen los estándares previstos.
El ritmo de innovación en la aviación militar china ha sido constante en los últimos ocho años, con avances visibles en motores, aviónica y sistemas de sigilo. La aparición de diseños de sexta generación confirma la intención de mantener una ventaja competitiva frente a Estados Unidos y sus aliados. Al mismo tiempo.
El futuro de los programas de quinta generación dependerá de la rapidez con que los modelos de sexta generación alcancen la fase operativa. Mientras tanto, el J-20 y el J-35 continúan en expansión dentro de la Fuerza Aérea y la Armada, y consolidan un inventario que ya se considera el más diversificado de su tipo en el mundo. La transición tecnológica avanza con una planificación que equilibra innovación y operatividad.