La presentación del F-47 de sexta generación confirma la ventaja tecnológica y operativa de EE. UU. frente a los cazas chinos J-35 y J-36.
EE. UU. presenta el F-47 y China responde con vuelo del J-36
El 21 de marzo de 2025, el expresidente Donald Trump confirmó desde la Casa Blanca que Boeing fabricará el F-47, el primer caza de sexta generación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD). La empresa superó a Lockheed Martin en un contrato estimado en más de 20 mil millones de dólares, según Reuters.
Apenas cuatro días después, el 25 de marzo, China mostró por tercera vez en público su caza experimental J-36 sobre la ciudad de Chengdu, según el sitio BulgarianMilitary.com. Esta respuesta reavivó el debate sobre el dominio aéreo, aunque las diferencias técnicas y estratégicas entre ambos países siguen siendo marcadas.
Un análisis comparativo revela que ni el J-36 ni el J-35 pueden equipararse al F-47. La industria aeronáutica de Estados Unidos tiene décadas de experiencia con cazas avanzados como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II, mientras que los desarrollos chinos siguen en fases tempranas o con capacidades limitadas.
El F-47 incorpora tecnologías avanzadas como sensores de nueva generación, motores de ciclo variable y drones autónomos tipo Collaborative Combat Aircraft (CCA), como los YFQ-42A de General Atomics, según Defense News. Aunque gran parte de sus capacidades siguen clasificadas, el general David Allvin, jefe de Estado Mayor de la USAF, destacó que el F-47 supera al F-22 en alcance, sigilo y sostenibilidad.
J-36: vuelos públicos no compensan su desarrollo incipiente

La aeronave J-36, de diseño sin cola y ala delta, fue observada por primera vez el 26 de diciembre de 2024, y volvió a aparecer en vuelos públicos los días 17 y 25 de marzo de 2025. Estos ensayos, captados en videos de baja calidad, ocurrieron en Chengdu, según Newsweek.
De acuerdo con 19FortyFive, el J-36 utiliza tres motores WS-10C y podría alcanzar una envergadura de 65 pies con un alcance estimado de 2,000 millas. Sin embargo, analistas como Bill Sweetman sostienen que su configuración lo orienta más como bombardero regional que como caza de superioridad aérea.
Los vuelos del J-36 han incluido sondas de prueba y trenes de aterrizaje visibles, lo que indica una etapa de desarrollo inicial centrada en validación de parámetros básicos. No existen señales de que el proyecto esté cerca de la producción o despliegue operativo, según The Aviationist.
Esta secuencia de vuelos coincide con la presentación del F-47, lo que sugiere una respuesta simbólica por parte de Pekín más que una demostración técnica de peso.
Detalles clave del F-47 frente a los cazas chinos J-35 y J-36
- F-47: desarrollado por Boeing, con vuelos secretos desde 2020 y tecnologías de sexta generación.
- J-36: avistado por primera vez en diciembre de 2024, sin capacidad operativa comprobada.
- J-35: diseño furtivo con motores WS-19 en desarrollo, aún sin entrar en servicio.
- F-47: supera al F-22 en alcance, velocidad y sigilo, según la USAF.
- Producción china: menos de 50 unidades del J-20 al año, frente a miles de cazas estadounidenses entregados.
J-35: diseño avanzado pero sin historial operativo

El J-35, también conocido como Shenyang FC-31, fue presentado oficialmente en noviembre de 2024 durante el Airshow China en Zhuhai, de acuerdo con The Independent. Se trata de un caza de quinta generación con diseño furtivo y dos motores WS-19 aún en desarrollo.
Con una carga útil de 17,600 libras y un alcance de 1,200 millas náuticas, su techo de vuelo alcanza los 52,000 pies y su velocidad máxima se sitúa en Mach 1.8. A pesar de estas cifras, no supera al F-35, que, aunque más lento (Mach 1.6), cuenta con sensores superiores y una menor sección transversal de radar (RCS), según Breaking Defense.
El J-35 aún no ha sido desplegado de forma masiva. Se espera que la Armada china lo adopte en 2026, pero hasta marzo de 2025 no tiene experiencia operativa documentada.
Por el contrario, el F-35 acumula más de 750,000 horas de vuelo y más de 1,100 unidades entregadas a nivel global, según datos de Lockheed Martin.
EE. UU. mantiene una ventaja operativa y tecnológica clara
Estados Unidos cuenta con una trayectoria que China no ha podido igualar. El F-22 Raptor, operativo desde 2005, ha mostrado su efectividad en ejercicios como Red Flag, con una proporción aire-aire de 30:1 frente a cazas de cuarta generación, según Air & Space Forces Magazine.
Con una RCS de 0.0001 m² y velocidad máxima de Mach 2.25, el F-22 mantiene su estatus como referente en superioridad aérea. Ha acumulado más de 300,000 horas de vuelo y participado en misiones reales, incluido el derribo de un globo espía chino en 2023.

El F-35 ha cambiado el combate moderno gracias a su fusión de sensores y conectividad táctica. Ha sido utilizado en múltiples conflictos, desde Siria hasta Ucrania, según Defense News.
Ni el J-36 ni el J-35 tienen un historial comparable. Ambos modelos carecen de experiencia en combate y enfrentan desafíos técnicos y logísticos que los alejan de los estándares occidentales.
F-47: letalidad, sigilo y drones como ventaja decisiva
El F-47 incorpora elementos que lo colocan en otra categoría. Su integración con drones autónomos, como los de Anduril y General Atomics, permite tácticas avanzadas de enjambre que dificultan la defensa enemiga, de acuerdo con DefenseScoop.
El programa NGAD también aporta mejoras en sostenibilidad con recubrimientos furtivos más duraderos que los del F-22, así como un diseño modular que agiliza futuras actualizaciones tecnológicas.

Mientras China muestra públicamente un prototipo como el J-36, el F-47 ya ha acumulado cientos de horas de vuelo desde 2020 con sus prototipos X-plane, lo que permite una iteración continua de sistemas como edge computing y enlaces con plataformas CCA, según The War Zone.
El general Allvin declaró a Military.com que “el F-47 es el primer caza tripulado de sexta generación del mundo, diseñado para dominar en los entornos más letales”, una afirmación respaldada por datos y no por propaganda. La industria de defensa estadounidense mantiene su liderazgo global con un enfoque integral que China no ha podido replicar.