China propone vender dos escuadrones de cazas J-10CE a Colombia, desafiando la hegemonía de EE. UU. en la región.
China propone cazas J-10CE a Colombia para modernizar su fuerza aérea
En un movimiento geopolítico audaz, China ofreció a Colombia la venta de dos escuadrones de cazas polivalentes Chengdu J-10CE, equivalentes a 24 aeronaves, durante una visita del presidente Gustavo Petro a Pekín, donde se reunió con el presidente Xi Jinping. La propuesta, reportada por medios especializados, busca posicionar a China como un actor clave en el mercado de defensa de América Latina, tradicionalmente dominado por Estados Unidos y Europa. La oferta incluye plazos de entrega rápidos y condiciones de financiación flexibles, lo que la hace competitiva frente a opciones occidentales como el Saab Gripen, recientemente seleccionado por Colombia.
El J-10CE, versión de exportación del J-10C desarrollado por Chengdu Aircraft Corporation, es un caza de 4.5 generaciones equipado con radar de barrido electrónico activo (AESA), misiles aire-aire PL-15E y capacidad para misiones de combate aéreo y ataque a tierra. Su reciente desempeño en un enfrentamiento entre Pakistán e India, donde cazas paquistaníes J-10CE derribaron al menos un Dassault Rafale indio, ha elevado su prestigio internacional. Este éxito, confirmado por fuentes estadounidenses anónimas, ha impulsado la confianza en la tecnología militar china.
La Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) enfrenta la urgente necesidad de reemplazar su envejecida flota de cazas IAI Kfir, de fabricación israelí, que han sido la columna vertebral de su aviación de combate durante décadas, pero están al final de su vida operativa. Con un presupuesto limitado, Colombia evalúa opciones para modernizar su defensa aérea. La oferta china, con un costo estimado de 40 millones de dólares por unidad, contrasta con los 90 millones de dólares de cazas occidentales, lo que representa un atractivo económico significativo.
Tras la propuesta, el presidente Petro discutió la viabilidad del J-10CE con el comandante de la FAC, evaluando su rendimiento y compatibilidad con las necesidades operativas del país. La decisión final dependerá de factores técnicos, financieros y geopolíticos, dado que aceptar la oferta china podría alterar los equilibrios estratégicos en la región.

Datos clave sobre el caza J-10CE y la oferta a Colombia
- Capacidades del J-10CE: Caza polivalente con radar AESA, alcance de 1,850 km y capacidad para portar misiles PL-15E de largo alcance.
- Costo competitivo: Precio aproximado de 40 millones de dólares por unidad, frente a 90 millones de cazas occidentales.
- Historial reciente: Derribó un Rafale indio en combate aéreo en 2025, según Pakistán.
- Propuesta china: Incluye 24 cazas, entrega rápida y financiación flexible para Colombia.
- Contexto regional: China busca expandir su influencia en América Latina mediante ventas militares y proyectos de infraestructura.
Éxito del J-10CE en combate impulsa su atractivo global
El interés de Colombia en el J-10CE se enmarca en el creciente prestigio de la industria militar china tras el desempeño de este caza en la guerra entre Pakistán e India en mayo de 2025. Según reportes, la Fuerza Aérea Paquistaní desplegó con éxito el J-10CE, que derribó al menos dos aviones indios, incluido un Rafale, utilizando misiles PL-15. Este enfrentamiento, que involucró intercambios de misiles, drones y artillería, marcó la primera gran prueba en combate del caza chino, generando un aumento de 7,600 millones de dólares en la capitalización de mercado de Chengdu Aircraft Corporation.
El J-10CE cuenta con tecnologías avanzadas, como sistemas de guerra electrónica y capacidad para operar en entornos de alta intensidad. Aunque no alcanza el nivel de cazas furtivos de quinta generación como el J-20 chino o el F-35 estadounidense, su diseño lo sitúa en la misma categoría que el Rafale francés y el Eurofighter Typhoon. Pakistán, primer comprador extranjero del J-10C en 2021, ha destacado su superioridad frente a configuraciones más antiguas de los F-16 estadounidenses en su arsenal.
La oferta a Colombia refleja una estrategia más amplia de China para expandir su influencia en el Sur Global mediante ventas de armamento. En Brasil, por ejemplo, China propuso donar cazas J-10CE a cambio de acceso al Centro de Lanzamiento Espacial de Alcântara, un activo estratégico. Estas iniciativas suelen combinarse con inversiones en infraestructura a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, fortaleciendo la presencia china en la región.
la guerra entre India y Pakistán también destacó las capacidades del misil PL-15, que superó a los sistemas de defensa aérea indios. Este misil, con un alcance de más de 200 kilómetros, permite al J-10CE enfrentarse a objetivos a larga distancia, una ventaja táctica que podría interesar a la FAC en un contexto de amenazas regionales.
Implicaciones geopolíticas de la oferta china a Colombia

La propuesta de China a Colombia desafía directamente la influencia de Estados Unidos en América Latina, donde Washington ha sido el principal proveedor de equipos militares. La decisión de Bogotá de considerar el J-10CE podría interpretarse como un giro hacia una mayor autonomía en su política de defensa, especialmente en un momento en que las relaciones con EE. UU. enfrentan tensiones por diferencias ideológicas.
La selección del Saab Gripen por parte de Colombia, anunciada previamente, podría complicar la aceptación de la oferta china. Sin embargo, las condiciones financieras favorables y la capacidad de entrega rápida de Chengdu Aircraft Corporation podrían inclinar la balanza. La FAC debe evaluar no solo el rendimiento técnico del J-10CE, sino también las implicaciones de depender de un proveedor chino, incluyendo mantenimiento, entrenamiento y suministro de repuestos.
En el contexto regional, la adquisición de cazas chinos por parte de Colombia podría generar reacciones en países vecinos, como Venezuela, que opera cazas rusos Su-30, o Brasil, que utiliza el Gripen. Un cambio en el equilibrio militar podría impulsar una carrera armamentística limitada en América del Sur, aunque las restricciones presupuestarias de la mayoría de los países de la región probablemente contengan esta dinámica.
La oferta también se alinea con los esfuerzos de China por proyectar poder blando y duro en el hemisferio occidental. Al combinar ventas militares con proyectos de infraestructura, Pekín busca establecerse como un socio estratégico alternativo a las potencias occidentales, un enfoque que ha tenido éxito en África y el Sudeste Asiático.
Perspectivas para la modernización de la Fuerza Aeroespacial Colombiana

La decisión de Colombia sobre la oferta del J-10CE marcará un hito en su estrategia de defensa. La FAC requiere cazas modernos para mantener la superioridad aérea en un entorno donde las tensiones regionales, aunque limitadas, persisten. La obsolescencia de los Kfir ha dejado a Colombia en desventaja frente a las capacidades de otros países sudamericanos, lo que hace imperativa una modernización.
El J-10CE ofrece una solución rentable y probada en combate, pero su adopción implicaría un cambio en la doctrina militar colombiana, tradicionalmente alineada con estándares occidentales. La interoperabilidad con sistemas de la OTAN, un factor clave en ejercicios conjuntos con EE. UU., podría verse comprometida. Además, la dependencia de repuestos y soporte técnico chino plantea riesgos logísticos a largo plazo.
Por otro lado, la oferta china llega en un momento en que Colombia busca diversificar sus socios comerciales y estratégicos. La visita de Petro a Pekín subraya un interés en fortalecer los lazos con China, que ya es un importante socio comercial. La posibilidad de integrar el J-10CE en la FAC refleja un cálculo pragmático: equilibrar costos, capacidades y autonomía estratégica en un mundo multipolar.
En el panorama global, el interés de otros países, como Egipto, en el J-10C sugiere que el caza chino está ganando terreno en mercados tradicionalmente dominados por Rusia y Occidente. La combinación de tecnología avanzada, precios competitivos y apoyo financiero posiciona a China como un contendiente formidable en la industria de defensa.