El coronel Del Pizzo relató cómo fallos de sistema lo forzaron a eyectarse de su F-35B, que luego siguió volando solo durante 11 minutos antes de estrellarse.
El piloto relató cómo una cadena de fallos lo dejó sin instrumentos
El 17 de septiembre de 2023, el coronel Charles “Tre” Del Pizzo despegó a bordo de un F-35B del Cuerpo de Marines de EE.UU. para realizar ejercicios de combate aéreo con otra aeronave. Ambos cazas, identificados como SWEDE 11 y SWEDE 12, operaban desde la MCAS Beaufort, Carolina del Sur, y se encontraban asignados al VMFAT-501. La misión se desarrolló inicialmente sin incidentes, aunque en medio de intensas lluvias y niebla.
Durante la aproximación a la Base Conjunta Charleston bajo condiciones de vuelo por instrumentos (IFR), Del Pizzo sufrió una secuencia crítica de fallos. A las 13:32:05, su pantalla montada en el casco (HMD) comenzó a fallar y fue seguida por alertas múltiples. Pocos segundos después, tanto el HMD como la pantalla principal de cabina se apagaron por completo, dejándolo sin referencias visuales clave.
Cuando los sistemas visuales volvieron momentáneamente, Del Pizzo detectó que estaba descendiendo a 750 pies sobre el terreno, razón por la cual ejecutó un procedimiento de aproximación fallida. Sin embargo, al convertir el avión al modo de vuelo convencional, se produjo un nuevo apagón total de los instrumentos, comunicaciones y visualización.
En ese punto, el piloto quedó a ciegas y desorientado en medio de las nubes, con solo los instrumentos de reserva entre sus piernas disponibles. Tras 41 segundos de evaluación, determinó que el avión estaba fuera de control y se eyectó según lo indicado por el manual del F-35B para vuelos OCF (Out of Control Flight) por debajo de los 6.000 pies.
El F-35B siguió volando sin piloto durante más de 11 minutos
Luego de la eyección, la aeronave continuó en vuelo autónomo durante 64 millas náuticas, permaneciendo desaparecida por casi 30 horas. Finalmente, se estrelló en un campo de Carolina del Sur. Según el informe del USMC, el F-35B ascendió a 9.300 pies en un ángulo de 5° antes de entrar en un giro descendente, impactando a una velocidad de hasta 635 mph.
Durante su descenso en paracaídas, Del Pizzo fue golpeado en el cuello por fragmentos metálicos generados por la carga explosiva de la eyección. Ya en tierra, aterrizó en el patio de una vivienda y pidió a la familia residente que llamaran al 911 mientras él controlaba la hemorragia de su cuello.
Fallos técnicos y trayectoria autónoma del F-35b tras la eyección
- Apagones del HMD y pantalla principal: dejaron al piloto sin datos críticos.
- Fallos eléctricos: inutilizaron radios, transpondedor y sistemas de aterrizaje.
- Eyección a 1.900 pies: ejecutada tras evaluar pérdida de control total.
- Vuelo autónomo de 11 minutos: controlado por sistemas automáticos del F-35B.
- Velocidad al impacto: estimada en 635 mph tras recorrido de 64 millas náuticas.

Las unidades militares, la FAA, la Patrulla Aérea Civil y organismos locales buscaron el avión basándose en la última ubicación conocida. Fue localizado la tarde del 18 de septiembre, generando atención nacional debido a la participación del público civil en la búsqueda.
El USMC atribuyó el prolongado vuelo autónomo a los avanzados sistemas automáticos de control de vuelo del F-35, diseñados para estabilizar el avión incluso sin intervención del piloto. El mismo informe concluyó que los fallos eléctricos originaron una cascada de errores que dejaron la aeronave inoperable para el piloto en condiciones críticas.
El piloto actuó conforme al manual tras agotar opciones de control
Durante la entrevista concedida al medio The Post and Courier, Del Pizzo describió que su prioridad era recuperar el control de la aeronave. Al no lograrlo, y con la altitud crítica descendiendo rápidamente, decidió seguir el protocolo de eyección.
El piloto explicó que, en su mente, se preparaba para una colisión inminente: “El avión va a chocar contra los árboles, y yo voy con él”, recordó haber pensado antes de accionar el mecanismo de eyección. Tras la apertura del paracaídas, y ya sin casco ni máscara, pensó que el avión caería sobre él, al no saber si el F-35 se había estrellado o continuaba volando.
Ya en tierra, soltó la bandeja de asiento con el kit de supervivencia para evitar quedar atrapado en líneas eléctricas cercanas. En la casa donde aterrizó, recibió atención básica de la familia residente hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Posteriormente, Del Pizzo expresó su mayor temor: «Pensé que el avión golpearía la casa de alguien, y eso me horrorizó». Esta preocupación se mantuvo incluso después de ponerse a salvo, ya que no tenía confirmación sobre el destino final de la aeronave.
El piloto fue absuelto pero relevado de su nuevo puesto
Tras el incidente, una investigación interna del USMC determinó que el accidente fue provocado por fallos múltiples del sistema y desorientación espacial, no por negligencia del piloto. Como resultado, Del Pizzo fue absuelto de responsabilidad y autorizado a volver a volar.
A pesar de este resultado, fue removido de su asignación al VMX-1, donde estaba previsto que asumiera el mando como oficial al frente del Escuadrón de Pruebas y Evaluación de la Infantería de Marina en Yuma, Arizona. Esta decisión no fue acompañada de cargos ni sanciones adicionales.
El evento generó un debate en torno a la confiabilidad de los sistemas integrados del F-35 en condiciones de fallo eléctrico y meteorología adversa. El hecho de que el avión volara sin piloto durante más de 11 minutos planteó interrogantes sobre sus protocolos de contingencia.
Este episodio dejó una marca duradera no solo en la carrera de Del Pizzo, sino también en la percepción pública del programa F-35. La combinación de tecnología avanzada, fallos críticos y un desenlace sin víctimas amplificó el interés internacional en los procedimientos de seguridad de los cazas furtivos.

Distintas investigaciones concluyeron que no hubo error del piloto
Tras el incidente con el F-35B del coronel Charles “Tre” Del Pizzo en septiembre de 2023, se iniciaron tres investigaciones formales. La primera fue conducida por la Junta de Percances de Aviación de la Armada, conformada por aviadores, ingenieros y expertos en el sistema F-35. Esta evaluación técnica busca identificar fallas sin exponer a los pilotos a sanciones disciplinarias.
La segunda, a cargo de la Junta de Rendimiento de Vuelo de Campo, fue liderada por un piloto senior con apoyo de especialistas en F-35. Esta investigación se centró en las acciones individuales de Del Pizzo y su toma de decisiones durante la emergencia. Ambas juntas concluyeron que la aeronave sufrió un fallo eléctrico crítico que inutilizó múltiples sistemas clave, y que el clima adverso contribuyó a la desorientación espacial del piloto.
Según sus hallazgos, la mayoría de los pilotos expertos en una situación similar habrían optado por eyectarse, tal como lo hizo Del Pizzo. Además, criticaron la preparación actual de los aviadores para enfrentar una cascada de fallos en condiciones meteorológicas severas a baja altitud.
Ambas juntas coincidieron en que el coronel actuó con prudencia. La Junta de Vuelo elogió su juicio, destacando que no hubo indicios de exceso de confianza ni imprudencia en su actuación. Se recomendó, además, mejorar los programas de entrenamiento con escenarios más exigentes y realistas en simuladores.
La investigación del comando responsabilizó al piloto pero sin mala conducta
La tercera investigación, la Investigación de Comando, dirigida por un oficial superior, fue la única de carácter público. Su conclusión difirió: aunque reconoció que Del Pizzo siguió el manual, dictaminó que el percance fue causado por un error de diagnóstico por parte del piloto al considerar que el avión estaba fuera de control.

No obstante, esta investigación no halló evidencia de mala conducta, y también criticó el manual de vuelo del F-35B, afirmando que su definición de “vuelo fuera de control” era demasiado amplia, lo que contribuyó al incidente.
Tres investigaciones, conclusiones divergentes y efectos en la carrera
- Junta de Percances: halló fallos eléctricos severos como causa del incidente.
- Junta de Vuelo: elogió el juicio del piloto y propuso mejorar la formación.
- Investigación de Comando: responsabilizó al piloto pero descartó negligencia.
- Todas coincidieron: Del Pizzo actuó conforme a los procedimientos establecidos.
- Manual del F-35B: criticado por su ambigüedad en definiciones operativas clave.
Del Pizzo calificó como “inusual” la decisión de la investigación del comando de extender su alcance para buscar responsabilidad. Según declaró, otros pilotos compartieron esta impresión y manifestaron su inquietud por el precedente que podría sentarse, con uno afirmando: “Lo más fácil es culpar al piloto”.
Del Pizzo fue relevado del mando pese a evaluaciones excelentes
Con una trayectoria de más de 2.800 horas de vuelo en 12 modelos diferentes, incluyendo 759 horas de combate, Del Pizzo acumuló múltiples distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas la Estrella de Bronce y la Legión de Mérito. En 2022 fue seleccionado para asumir el mando del escuadrón VMX-1 tras pasar por puestos clave en el Pentágono y en la Oficina del Programa Conjunto del F-35.
Tras la eyección, se recuperó de fracturas en la columna vertebral y volvió a volar el F-35B en abril de 2024. Un mes más tarde comenzó su traslado a MCAS Yuma, donde asumió oficialmente el mando. A pesar de contar con evaluaciones sobresalientes y recomendaciones de promoción, fue relevado del cargo 103 días después de asumir.
En una videollamada, el teniente general Bradford Gering le comunicó que, aunque no había cometido faltas durante su gestión, se emitiría un comunicado de prensa con los resultados de la investigación del comando. Según informó el Marine Corps Times, fue el general Eric Smith quien revisó el informe y decidió que Del Pizzo no debía permanecer en una posición de alta visibilidad.
El portavoz del USMC, teniente coronel Joshua Benson, confirmó que el relevo se debió a una “pérdida de confianza” en su capacidad para liderar el escuadrón, dada la misión especial del VMX-1. No se le permitió una ceremonia formal de cambio de mando ni pudo dialogar con Smith sobre la decisión.
Del Pizzo se retiró con honor tras 31 años en la Infantería de Marina

A pesar de su salida, Del Pizzo mantiene su convicción de que tomó la decisión correcta al eyectarse. “Estoy en paz con mi decisión”, afirmó. Para él, la reacción institucional no respondió a una conducta inapropiada, sino a la percepción pública del incidente.
Criticó lo que considera un cambio en la cultura de la aviación, advirtiendo que una cultura basada en el miedo, en lugar del aprendizaje a partir de los errores, puede llevar a consecuencias graves. «Si tienes una cultura de miedo, la gente queda paralizada y no puede tomar decisiones. Así es como la gente se lastima», señaló.
Para Del Pizzo, no se trató solo de un asunto profesional, sino de una cuestión de liderazgo. «No puedes descartar a alguien simplemente porque es inconveniente o un mal titular», expresó. A su juicio, la pérdida de mando respondió más a una decisión política o institucional que a hechos concretos.
Tras 31 años de servicio, se retiró con baja honorable. Su historia, marcada por una trayectoria distinguida y una eyección que acaparó la atención pública, sigue generando interrogantes sobre la gestión de riesgos, rendición de cuentas y cultura organizacional en la aviación militar estadounidense.