Mientras las fuerzas rusas establecían su presencia en las devastadas estructuras de Avdiivka, previamente un bastión defensivo ucraniano en el óblast de Donetsk, avanzando hacia occidente, una unidad de combate rusa aguardaba su momento crucial.
El 6.º Regimiento de Tanques, pieza clave de la 90.ª División de Tanques, se mantenía en reserva como su punta de lanza. Si las fuerzas rusas que sondaban las líneas defensivas ucranianas al oeste de Avdiivka encontraban un punto débil, el 6.º Regimiento tenía la tarea de penetrar estas brechas y desatar el caos en las líneas enemigas.
Entonces surge la pregunta, ¿por qué el sábado, la 90.ª División lanzó al 6.º Regimiento en una ofensiva frontal contra fortificaciones intactas, defendidas por la 25.ª Brigada de las fuerzas especiales de asalto aéreo ucraniano, ubicadas al oeste del pueblo de Tonen’ke?
Una maniobra arriesgada en el tablero de la guerra
Este ataque diurno del 6.º Regimiento representó uno de los asaltos blindados más ambiciosos en los 25 meses de conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. “El regimiento avanzó justo al noroeste del pueblo”, informó el Centro de Estrategias de Defensa de Ucrania.
Sin embargo, la ofensiva no prosperó mucho. La operación culminó en un revés significativo para los rusos cuando los 48 vehículos del 6.º Regimiento (compuestos por 36 tanques T-90 y 12 vehículos de combate BMP, tripulados por centenares de militares) irrumpieron en un área minada. A esto se sumó el fuego de misiles antitanque por parte de los paracaidistas ucranianos, expertos en esta táctica, y el despliegue de drones kamikaze.
Los defensores ucranianos “rechazaron este ambicioso asalto inicial”, según declaraciones del CDS. El 6.º Regimiento tuvo que retroceder, abandonando hasta 20 vehículos destrozados y un número indeterminado de bajas.
“Resultan evidentes dos conclusiones”, indicó Frontelligence Insight, un colectivo analítico ucraniano.
“En primer lugar, a pesar de las considerables pérdidas, equivalentes a la aniquilación de una gran formación del tamaño de una división o un cuerpo de ejército insuficientemente dotado en Avdiivka, las fuerzas rusas aún conservan suficiente capacidad y recursos para ejecutar operaciones que superan el nivel táctico de un batallón. Este hecho representa un riesgo latente para la integridad de las líneas defensivas ucranianas”.
Desafíos logísticos y estratégicos ante la resistencia ucraniana
La capacidad de Ucrania para equipar y suministrar adecuadamente sus posiciones delanteras pende de un hilo, en un momento en que aguardan con ansias el soporte militar prometido por Estados Unidos y la aprobación de una crucial legislación de movilización en Kiev. Esta nueva ley permitiría a las fuerzas armadas ucranianas incrementar sus filas con decenas de miles de nuevos reclutas, vital para sostener el esfuerzo de guerra en el frente.
Sin embargo, el análisis de Frontelligence Insight ofrece un rayo de esperanza para Kiev. “Se infiere que al 6.º Regimiento se le encomendó la misión de explotar brechas en la defensa y avanzar hacia el interior de territorio ucraniano”, señaló el grupo de análisis.
“Este desarrollo es alentador para Ucrania, pues indica que las fuerzas rusas encuentran dificultades significativas y están recurriendo a medidas extremas”.
Estrategia rusa bajo escrutinio tras contratiempos
Este panorama sugiere que la 90.ª División podría estar reconociendo los obstáculos en su camino hacia un avance significativo, mostrando signos de impaciencia y, posiblemente, de imprudencia estratégica. El despliegue prematuro de su unidad de choque, destinada a penetrar y causar disrupción en la retaguardia ucraniana, se vio frustrado por un sólido muro defensivo de minas, ataques de drones y los temidos misiles antitanque de las unidades de asalto aéreo de Ucrania.
Este enfrentamiento resalta no solo la tenacidad de las defensas ucranianas, sino también la posible sobreestimación rusa respecto a su capacidad para efectuar una ruptura decisiva. Las fuerzas de asalto aéreo de Ucrania, armadas con su infame arsenal antitanque y tecnología de drones, continúan siendo un factor determinante en el estancamiento de las ambiciones rusas en este sector del frente.