La evolución del poder aéreo electrónico de EE. UU. se refleja en la transición del EA-6B Prowler al EA-18G Growler, más rápido y moderno.
Comparación entre los modelos EA-6B Prowler y EA-18G Growler
Cuando la Armada de los Estados Unidos necesitó un avión especializado en guerra electrónica (EW) para operar con alas aéreas embarcadas, Grumman desarrolló el EA-6B Prowler, una versión modificada del A-6 con sistemas electrónicos avanzados. Este modelo debutó en 1972 y también fue adquirido por el Cuerpo de Marines para sus operaciones expedicionarias.
A pesar de su diseño poco estético, con prolongaciones externas y vainas bajo las alas, el Prowler ofreció una capacidad destacada en vigilancia del espectro electromagnético, interferencia y suplantación de señales. Estas funciones lo convirtieron en un componente esencial para proporcionar inteligencia electrónica y de señales (SIGINT) a las fuerzas estadounidenses.
El diseño robusto del EA-6B, junto con constantes mejoras y su tripulación de cuatro personas, permitió que el avión permaneciera en servicio activo desde la Guerra de Vietnam hasta las últimas etapas de la campaña en Afganistán.
Con la introducción del EA-18G Growler, la Armada reemplazó al Prowler con un modelo derivado del caza F/A-18F Super Hornet. Aunque comparten ciertas armas y misiones, el Growler representa una plataforma completamente modernizada, con un piloto y un oficial de sistemas de armas en lugar de la tripulación cuádruple del EA-6B.
Diferencias operativas y capacidades de ambos modelos aéreos
En lugar de ampliar la tripulación, el EA-18G Growler incorporó mejoras tecnológicas que permitieron reducir el número de operadores. Sus aviónica y ordenadores de última generación ofrecen una capacidad operativa superior en términos de velocidad, altitud y respuesta en misiones complejas.

En contraste, el EA-6B surgió para enfrentar amenazas específicas durante la Guerra de Vietnam, donde las unidades “Wild Weasel” de la Fuerza Aérea enfrentaban baterías de misiles tierra-aire (SAM). Cuando los radares enemigos detectaban a los aviones, se lanzaban misiles antirradiación HARM para destruir los sistemas hostiles.
Durante ese conflicto, el uso intensivo del poder aéreo provocó numerosas bajas humanas y materiales. Muchas tripulaciones fueron derribadas por fuego enemigo, y algunos, como el exsenador John McCain, fueron capturados tras ser alcanzados en misiones sobre Vietnam del Norte.
El aumento en la eficacia de los sistemas antiaéreos obligó a la Armada y los Marines a buscar soluciones. La respuesta fue el EA-6B Prowler, diseñado para proteger a otras aeronaves y atacar objetivos con capacidad electrónica.
Datos técnicos clave sobre guerra electrónica aérea de EE. UU.
- EA-6B Prowler: derivado del A-6 Intruder, introducido en 1972 con cuatro tripulantes.
- EA-18G Growler: basado en el F/A-18F, con dos tripulantes y aviónica avanzada.
- Ambos aviones están especializados en misiones SEAD (supresión de defensas aéreas enemigas).
- El Growler reemplazó al Prowler como principal plataforma de guerra electrónica embarcada.
- Misiles HARM: utilizados para destruir radares enemigos guiados por señal electromagnética.
Orígenes del EA-6B Prowler y su desempeño en combate
En los primeros años de la guerra de Vietnam, la Armada, los Marines y la Fuerza Aérea operaban plataformas ECM obsoletas. Su limitada eficacia impulsó el desarrollo de aeronaves mejor preparadas para proteger a los demás aviones.
El primer paso fue el EA-6A “Electric Intruder”, una conversión del A-6 utilizada por los Marines. Este modelo biplaza sentó las bases para el posterior EA-6B, que incorporó mejoras sustanciales en alcance, capacidades electrónicas y diseño estructural.

La llegada del Prowler a los portaaviones ocurrió en 1971 durante las operaciones Linebacker I y II. En estas misiones sobre Vietnam del Norte, el avión demostró su valor al convertirse en la principal plataforma de guerra electrónica del arsenal estadounidense.
Su larga trayectoria lo llevó a participar en conflictos en Granada, Líbano, Libia, Irak, Bosnia y Afganistán. El Comando de Historia y Patrimonio Naval destacó su importancia como vehículo esencial para interferir y suprimir defensas enemigas.
Transición tecnológica hacia el EA-18G Growler
La llegada del Growler marcó un avance tecnológico significativo. Heredero de casi medio siglo de mejoras en guerra electrónica, el EA-18G fue adaptado a partir de la principal plataforma de ataque de la Armada: el Super Hornet.
Si bien la reducción de tripulación eliminó a los tres oficiales de contramedidas electrónicas del Prowler, el Growler compensó esta pérdida con mayor velocidad, altitud operativa y sistemas integrados más eficientes.
Los nuevos sensores digitales, redes de datos y software de análisis permitieron una mayor eficacia operativa con menos personal a bordo. La comunicación y coordinación con otras plataformas también mejoró considerablemente.
Aunque el Prowler dejó de volar, su legado permanece como antecedente directo del Growler, que continúa cumpliendo la misión de neutralizar amenazas electrónicas en entornos hostiles.
El Growler aporta funciones clave de ataque y defensa electrónica

El fabricante Boeing Defense detalla que el EA-18G Growler puede compartir inteligencia electrónica y datos ISR con otras aeronaves de una fuerza conjunta. Esta capacidad optimiza la coordinación operativa y permite respuestas más efectivas en tiempo real.
Al incorporar alta velocidad y maniobrabilidad, el Growler combina las ventajas de un avión de combate con las funciones propias de un sistema de ataque electrónico. Esto lo convierte en una plataforma versátil dentro de misiones complejas.
Gracias al uso de misiles aire-aire AIM-120, el avión tiene la capacidad de autoprotección contra aeronaves enemigas, lo que le permite operar sin escolta directa. Además, el radar APG-79 AESA le proporciona una mayor resolución, mejor alcance de orientación y seguimiento.
Su sistema de cancelación de interferencias le permite mantener comunicaciones de radio estables incluso en escenarios con alta saturación electromagnética. Esta función asegura el flujo de información continua entre plataformas aliadas.
capacidades técnicas clave del sistema EA-18G según Boeing
- Transmisión de datos ISR a aeronaves aliadas durante operaciones conjuntas.
- Velocidad y maniobrabilidad comparables a un caza de combate.
- Autoprotección con misiles AIM-120 de alcance medio.
- Radar AESA que mejora la orientación y el rastreo de objetivos.
- Comunicaciones estables mediante cancelación de interferencias.
- Sistema de señalización montado en casco que optimiza el control aéreo.
- ALQ-227 que intercepta, graba e interfiere señales enemigas.
- Protección electrónica avanzada para fuerzas terrestres, aéreas y navales.
- Alta fiabilidad operacional y reducción en los costos de mantenimiento.
El escuadrón VAQ-132 lideró la transición al Growler en combate
En 2011, la unidad VAQ-132 se convirtió en la primera en desplegar los EA-18G Growler luego de retirar los EA-6B Prowler. El escuadrón completó el ciclo de reentrenamiento y participó en operaciones de combate en el extranjero.
El comandante Jeff Craig, oficial al mando del VAQ-132, señaló: “Es una sensación de cumplimiento de la misión y es genial saber que la aeronave funcionó tan bien”. Destacó también que el rendimiento se debe al equipo humano detrás de cada despliegue.

Durante la misión, los Scorpions ejecutaron más de 700 salidas y acumularon más de 3.000 horas de vuelo. Mantuvieron una tasa de salida del 100% operando cinco aeronaves, con diez tripulaciones y el respaldo de 190 miembros del personal técnico.
Craig afirmó que la preparación previa fue clave: “La transición al Growler fue muy completa y completa desde el punto de vista de la misión. Hemos dedicado mucho tiempo a la capacitación y nos preparó bastante bien para el despliegue”.
El desempeño del Growler cumplió con metas de tiempo y costo
El Capitán Mark Darrah, gerente del programa F/A-18 y EA-18G, reconoció que el desarrollo del Growler cumplió con los plazos establecidos, los costos presupuestados y el rendimiento esperado por la Armada de EE. UU.
“Es un logro muy emocionante para la Armada y para nuestra nación tener el Growler en la flota, a tiempo, a costo y con el rendimiento que se esperaba”, comentó Darrah. Recalcó el impacto positivo que ha tenido en la flota operativa.
También destacó que los pilotos más jóvenes han aprovechado las capacidades del Block 2 Super Hornet integradas en el Growler. Según Darrah, “están tal como pensábamos, aprovechando las capacidades… para hacer que el avión sea más efectivo”.
El legado del EA-6B Prowler continúa en el EA-18G, que ha superado las capacidades de su predecesor en todos los aspectos. Su entrada en servicio marca una nueva etapa en la guerra electrónica para las fuerzas armadas de EE. UU.
Comparación técnica entre el EA-6B Prowler y el EA-18G Growler

El EA-6B Prowler tenía una envergadura de 53 pies y una longitud de 60 pies. Su peso en vacío era de 32.162 libras, y podía despegar con un máximo de 65.000 libras. Su velocidad máxima era de 651 mph al nivel del mar, y su alcance de combate alcanzaba 2.083 millas náuticas.
Este modelo utilizaba dos motores J52-P-408 y alcanzaba un techo operativo de 38.000 pies con cinco cápsulas ECM. Estaba tripulado por cuatro personas e incorporaba capacidades destacadas de guerra electrónica para su época.
En contraste, el EA-18G Growler tiene una longitud de 60,2 pies, envergadura de 44,9 pies y peso vacío de 33.094 libras. Puede operar a un techo de 50.000 pies y tiene un alcance de combate superior a 850 millas náuticas. Su tripulación se compone de dos personas.
Propulsado por dos motores F414-GE-400, el Growler lleva armamento que incluye dos misiles AIM-120, dos AGM-88 HARM y tres cápsulas ALQ-99. Boeing lo diseñó para responder a exigencias de guerra electrónica moderna con mayor eficiencia.