El capitán Aleksandr Zuyev ejecutó una defección al pilotar un caza MiG-29 hacia Turquía, donde solicitó asilo político en Estados Unidos tras un vuelo sobre el mar Negro.
Biografía y servicio militar de Aleksandr Zuyev en la URSS
El capitán de la Fuerza Aérea Soviética Aleksandr Mikhailovich Zuyev, de 28 años y asignado al 176º Regimiento de Aviación de Caza en la base aérea Mikha Tskhakaya cerca de Batumi, en la República Socialista Soviética de Georgia, ejecutó una defección el 20 de mayo de 1989 al pilotar un caza MiG-29 Fulcrum hacia Turquía, donde solicitó asilo político en Estados Unidos. El avión, capaz de alcanzar velocidades superiores a Mach 2,3 y equipado con sistemas avanzados de aviónica y maniobrabilidad para contrarrestar aparatos occidentales, despegó de territorio soviético y aterrizó en el aeropuerto de Trabzon, en el noreste turco, tras un vuelo de unos 240 kilómetros sobre el mar Negro.
Zuyev, nacido en 1961 y graduado en 1982 de la Escuela Superior de Aviación Militar de Armavir, inició su servicio con el MiG-23M antes de convertirse en uno de los primeros pilotos del regimiento en capacitarse para el MiG-29, un modelo introducido en 1985 para reemplazar versiones anteriores como el MiG-21 y el MiG-23. En el momento de los hechos, el piloto había sido relevado de sus deberes de vuelo por motivos de salud, según comunicados oficiales soviéticos. Su decisión de abandonar la Unión Soviética se vinculó a una creciente insatisfacción con el régimen, agravada por los sucesos del 9 de abril de 1989 en Tiflis, donde fuerzas del Ejército Soviético dispersaron una manifestación antisoviética que causó 21 muertes.
Zuyev, estacionado en Georgia durante esos eventos, planeó la acción en secreto. La preparación comenzó el 19 de mayo, cuando Zuyev elaboró un pastel mezclado con somníferos. Al día siguiente, organizó una reunión con la mayoría del personal del regimiento, porque alegó que celebraba el inminente nacimiento de su hijo varón, aunque el niño llegó unos días después. Excluyó a cuatro personas: el comandante que elaboraba un plan de vuelo, dos mecánicos de guardia y un miembro de la unidad en otra base. Tras compartir el pastel, la mayoría del personal quedó dormida, lo que permitió a Zuyev cortar las líneas telefónicas para impedir comunicaciones.
Se dirigió entonces al área de estacionamiento de los aviones de combate. En la base, Zuyev enfrentó resistencia inicial de dos centinelas. Tras el cambio de turno, los nuevos guardias resultaron afectados por los somníferos. Uno de los mecánicos abandonó el puesto para verificar la escuadrilla, momento que Zuyev aprovechó para convencer al restante de que lo relevaba; este le entregó su fusil automático y se retiró. Cuando el otro mecánico regresó y descubrió al personal dormido, confrontó a Zuyev junto al avión. El piloto intentó desarmarlo, pero ante el fracaso, disparó con una pistola y lo hirió, aunque él mismo recibió una herida en el brazo derecho durante el intercambio de tiros.
Detalles clave sobre la preparación y ejecución en la base
- Elaboró un pastel con somníferos el 19 de mayo para drogar al personal.
- Excluyó a cuatro personas específicas de la reunión celebratoria.
- Cortó líneas telefónicas después de que el personal quedó dormido.
- Convenció a un mecánico para obtener su fusil automático.
- Disparó e hirió a otro mecánico durante confrontación armada.
Ejecución del despegue irregular y llegada a Trabzon
Sin más obstáculos, Zuyev accedió a un MiG-29 listo para despegue, con armamento completo y en estado de alerta. El despegue ocurrió en condiciones irregulares: Zuyev no retiró las cubiertas protectoras ni los tapones de los motores, aceleró en la pista a alta velocidad y levantó el vuelo en un lapso de cuatro a cuatro minutos y medio, sin detenerse al inicio de la pista como era habitual. Su plan incluía disparar contra los demás aviones en tierra para evitar persecuciones, pero olvidó remover uno de los bloqueos del cañón, lo que impidió el fuego.
El avión, con daños menores en el ala izquierda y una cubierta colgando del fuselaje, cruzó el espacio aéreo soviético sin interceptación y entró en territorio turco. Zuyev solicitó permiso para aterrizar en Trabzon; la torre de control le indicó inicialmente que regresara, pero ante su insistencia, concedió la autorización. El aterrizaje se registró a las 5:10 de la mañana, con una pistola encontrada en la cabina. Al descender, Zuyev, con la herida en el hombro que sangraba, declaró a un guardia del aeropuerto: “Finalmente, soy estadounidense”, y requirió atención médica inmediata.
Trasladado al Hospital Universitario de Trabzon, se sometió a una cirugía para tratar la lesión y se recuperó en el lugar. Solicitó asilo político en Estados Unidos, petición que se transmitió a la embajada estadounidense en Ankara. Las autoridades turcas incautaron el MiG-29, pero un diplomático turco indicó que el gobierno de Ankara accedió de inmediato a devolver el aparato para preservar las relaciones con la Unión Soviética. La respuesta soviética fue inmediata: el Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al embajador turco Vocan Vural en Moscú y exigió el retorno del avión y la extradición del piloto, al que la agencia Tass calificó de delincuente.
Un equipo de aviadores soviéticos llegó a Trabzon el 21 de mayo para recuperar el MiG-29, que fue escoltado fuera del espacio aéreo turco por cazas de la Fuerza Aérea Turca. Otro avión soviético con técnicos y un piloto adicional intentó aterrizar inesperadamente el sábado por la noche, pero se le denegó permiso porque el aeropuerto estaba cerrado; las autoridades turcas esperaban a los técnicos el domingo en Ankara. El incidente no alteró las relaciones bilaterales, según un funcionario turco.
Intervención estadounidense y vida posterior de Zuyev
Estados Unidos intervino diplomáticamente: altos mandos militares, incluido el almirante William J. Crowe Jr., presidente del Estado Mayor Conjunto, contactaron por teléfono al general Necip Torumtay, jefe del Estado Mayor turco, para solicitar al menos tres horas de acceso al MiG-29 con un equipo listo para volar desde Alemania Occidental. Turquía, miembro de la OTAN y receptora de $563 millones en ayuda militar y económica estadounidense ese año, rechazó la petición, al igual que una similar de Reino Unido, porque resolvía el asunto sin ramificaciones internacionales en un período de distensión en Europa.
Esta decisión privó a Occidente de inspeccionar detalladamente un MiG-29 soviético operativo, lo que representaba una oportunidad de inteligencia significativa. En Turquía, Zuyev enfrentó cargos por secuestro de aeronave, pero un tribunal los desestimó por considerarlos de naturaleza política. Se le concedió asilo en Estados Unidos, donde se estableció en San Diego, California, y fundó una empresa de consultoría. Colaboró con agencias militares e de inteligencia estadounidenses, al proporcionar datos sobre las capacidades del MiG-29, métodos de entrenamiento soviéticos y tácticas operativas de la Fuerza Aérea Soviética.
Su asesoramiento se extendió a la Operación Tormenta del Desierto en 1991, donde ayudó a detectar radares de MiG-29 enemigos. En 1992, publicó el libro “Fulcrum: La huida de un piloto de élite del imperio soviético”, coescrito con Malcolm McConnell. Reportes militares soviéticos posteriores, como los compilados en documentos del Departamento de Defensa estadounidense, analizaron el incidente para evaluar medidas preventivas. El coronel general de Aviación V. Pankin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, señaló que hubo tiempo suficiente para bloquear la pista con un vehículo, pero las acciones inusuales de Zuyev lo impidieron.
Se destacó que los aviones en alerta no debían tener tapones principales en los motores, lo que facilitó el despegue rápido. Pankin destacó la dificultad de tratar a pilotos de élite como potenciales desertores, ya que la sospecha universal erosionaría la confianza y sería impracticable, porque prefería la remoción total de deberes en casos dudosos. Zuyev residió en Estados Unidos hasta su muerte el 10 de junio de 2001, a los 39 años, en un accidente aéreo a 160 kilómetros de Seattle. Pilotaba un Yak-52 de entrenamiento soviético que entró en barrena plana y se estrelló, junto con otro ocupante. El incidente de 1989 marcó la primera defección de un piloto soviético a Turquía con un avión de combate, y el MiG-29 devuelto no sufrió inspecciones occidentales detalladas.