Los drones “suicidas” Harop de Israel proyectan una combinación letal de potencia de misiles tradicionales y capacidades de aviones no tripulados. Este sistema de munición merodeadora desarrollado por Israel Aerospace Industries está diseñado para localizar y atacar con precisión los objetivos. A diferencia de sus homólogos, el Harop no necesita municiones adicionales para eliminar un objetivo, ya que el propio dron es una munición.
Aunque el Harop funciona principalmente como un sistema de armas de supresión de las defensas aéreas enemigas (SEAD), su capacidad letal ha demostrado ser un activo contundente en el campo de batalla. El Harop recibió una gran atención en el conflicto de Nagorno-Karabaj el año pasado, cuando circularon vídeos que mostraban el horrible ruido de gritos que produce el arma en su maniobra final. En la actualidad, seis países operan el dron Harop.
Del merodeo a la acción
El primer encuentro de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) con el uso de drones en la guerra se produjo en 1973, cuando los drones Firebee y Chukar, fabricados en Estados Unidos, ayudaron a asegurar la victoria del Estado judío en la Guerra de Yom Kippur. Tras el conflicto, Israel comenzó a fabricar sus propios aviones que podían ayudar a las FDI a distraer y estimular los radares enemigos. En la década de 1990, los fabricantes israelíes idearon el predecesor del Harop, el Harpy. Esta arma, más pequeña y económica, estaba dotada de capacidad de merodeo, lo que significa que se quedaba en la zona del objetivo y solo atacaba cuando este se hacía visible. El Harpy contaba con una cabeza explosiva de 70 CV y pronto se convirtió en un activo importante para las FDI.
A finales de la década de los 90, se estaba concibiendo el dron “suicida” Harop. El Harop es más grande que su predecesor y puede ser reconfigurado para múltiples funciones, incluyendo la recopilación de inteligencia electrónica y electro-óptica, el ataque a radares, e incluso el ataque a objetivos de oportunidad. El Harop también está equipado con un mayor tiempo de espera y alcance que el Harpy. El avión no tripulado se utiliza para atacar objetivos de alto valor, ya que no necesita depender de inteligencia o municiones externas para detectar, localizar y eliminar un objetivo. Según Israel Aerospace Industries, el Harop está programado para volar en una “zona de espera” predeterminada mientras merodea. El operador puede controlar los drones en la “zona de espera” y básicamente asignar a cada Harop un objetivo a atacar. El operador tiene la capacidad de abortar un ataque, incluso después de que el Harop sea lanzado, y puede asignar el mismo dron para volver a atacar si es necesario.
Además, el Harop puede lanzarse desde una variedad de plataformas, incluyendo botes con base en el mar. El año pasado, IAI anunció la venta de las versiones naval y terrestre del Harop a un país no revelado de Asia. La variante marítima del dron utiliza un formato diferente para su uso en el mar, pero es igualmente eficaz en la detección y destrucción de objetivos. Según IAI, “en un escenario naval complejo, el sistema Harop ofrece a los comandantes de misión de una flota de barcos la capacidad de recoger información de forma independiente y orgánica, evaluar objetivos y atacar”.
La variante terrestre del Harop también ha sido exportada con éxito por IAI. De hecho, se cree que la primera vez que se utilizó en una acción ofensiva fue por parte de Azerbaiyán en el conflicto de Nagorno-Karabaj de 2020. Al ser el avión no tripulado suicida más importante que existe en la actualidad, el Harop desempeñará sin duda un papel activo en futuros conflictos.