Al comenzar la Guerra de Corea en 1950, Estados Unidos utilizó su bombardero de pistón B-29 Superfortress con gran efecto. Campeón de la Segunda Guerra Mundial, el aparato realizaba bombardeos estratégicos estándar durante el día, derribando objetivos norcoreanos con relativa facilidad.
Entonces, un día, el Mikoyan-Gurevich MiG-15 apareció en los cielos. Con la designación de la OTAN “Fagot”, este caza monoplaza de un solo motor fue el primer avión a reacción soviético “totalmente nuevo”, lo que significa que el diseño no se limitó a añadir un motor a reacción a un antiguo fuselaje con motor de pistón.
El MiG-15 se basó en la tecnología alemana
Basándose en las investigaciones alemanas captadas tanto por los estadounidenses como por los soviéticos al final de la Segunda Guerra Mundial, el nuevo MiG empleaba alas con un ángulo de inclinación de 35 grados, lo que lo convertía en el primer caza que incorporaba esta tecnología a sus aviones. Junto con la adición de aletas de cola y estabilizadores horizontales, estas nuevas características permitieron que la nave se manejara bien cuando se acercaba a velocidades cercanas a Mach 1.
Su motor era un Rolls Royce Nene renovado, rebautizado como Klimov RD-45. Cuando el primer ministro británico, Clement Attlee, accedió a permitir la licencia del motor en la URSS, los estadounidenses, comprensiblemente, montaron en cólera. Se dice que incluso Stalin no podía creer que los británicos renunciasen tan fácilmente a la tecnología. A cambio de la promesa de los soviéticos de que la tecnología se utilizaría estrictamente para fines no militares, fue liberada. Al plantear posteriormente la cuestión a los soviéticos, estos alegaron que los pequeños retoques que hicieron al motor empleado en el MiG-15 eran esencialmente innovaciones nacionales y, por tanto, no estaban sujetos al acuerdo previo.
La introducción del MiG-15 en los cielos de Corea del Norte causó rápidamente estragos tanto en los B-29 como en los Lockheed F-80 que escoltaban a los bombarderos. Al aparecer el 30 de noviembre, la nueva flota de MiG-15 atacó una formación estadounidense con tal velocidad que los aviones no pudieron ser identificados. Los F-80 intentaron una persecución poco entusiasta, pero los MiG se fueron casi tan pronto como aparecieron
Bombarderos-interceptores defensivos, estos aviones llevaban dos cañones de 23 milímetros y uno de 37 milímetros que disparaban proyectiles explosivos, añadiendo potencia de fuego a la velocidad.
Tan pronto como Corea empezó a volar con los MiG-15, Estados Unidos se apresuró a enviar el F-86 Sabre al teatro de operaciones. Este movimiento, junto con el estudio adicional de las debilidades del MiG, permitió a Estados Unidos restablecer el dominio aéreo. No obstante, tras las devastadoras pérdidas sufridas en noviembre de 1951, los B-29 seguirían bombardeando solo por la noche cuando no se vieran amenazados por los interceptores MiG, lo que demuestra el impacto que tuvo esta nave incluso después de recuperar el dominio aéreo.
Puntos débiles del MiG-15
A pesar de sus rasgos positivos, el MiG-15 también tenía sus puntos débiles. Por ejemplo, se descubrió que el avión tenía una fuerte tendencia a perder el control cuando volaba a ciertas velocidades. También se informó de que el caza no era estable como plataforma de tiro.
Muchos de estos problemas se solucionaron en el MiG-17, la continuación del MiG-15. Aunque ese avión nunca se utilizó en Corea, más tarde se utilizó con cierto éxito en la guerra de Vietnam.
En total, incluyendo la producción bajo licencia, se fabricaron unos 15.000 MiG-15, que volaron en las fuerzas aéreas de 35 países.
Y aunque la proporción de bajas entre el MiG-15 y el F-86 Sabre en Corea sigue siendo discutida, lo cierto es que la aparición del MiG-15 marcó el inicio de un periodo de renovada urgencia en la competición mundial entre aviones de combate.