La firma de contratos para los fuselajes y motores del F-35 podría extenderse hasta finales de 2025, según fuentes oficiales.
Los contratos del F-35 enfrentan demoras significativas
La Oficina del Programa Conjunto F-35 (JPO, por sus siglas en inglés) confirmó que los contratos para los lotes de producción 18 y 19 con Lockheed Martin no se firmarán hasta la primavera de este año. En cuanto a los motores F135, un portavoz señaló que el acuerdo podría prolongarse aún más, llegando posiblemente hasta finales de 2025. Esta demora no está relacionada con la intención de la administración estadounidense de influir en los precios, según declararon fuentes a Air & Space Forces Magazine.
En diciembre, la JPO y Lockheed lograron un entendimiento preliminar sobre costos y cantidades de los fuselajes del lote 18 y 19, pero sigue pendiente un acuerdo similar con Pratt & Whitney, fabricante de los motores F135. “El contrato del vehículo aéreo se definirá en primavera”, indicó un portavoz, añadiendo que el contrato del motor podría adjudicarse en algún momento de 2025.
Los costos unitarios de las tres variantes del F-35 (A, B y C) no se conocerán hasta que ambos contratos sean firmados. Lockheed Martin, por su parte, ha evitado realizar comentarios públicos hasta la publicación de su informe de ganancias en enero, mientras que Pratt & Whitney no ha ofrecido respuesta inmediata sobre las negociaciones.
Datos clave sobre los retrasos y costos del F-35
- Un acuerdo preliminar se alcanzó en diciembre para 145 F-35 del lote 18, con un costo total estimado de 11.800 millones de dólares.
- El costo unitario promedio del fuselaje en este lote sería de aproximadamente 82 millones de dólares, excluyendo el motor.
- El precio del motor F135 ronda los 15 millones de dólares, dependiendo de la versión y configuración.
- El costo combinado por avión del lote 18 se estima en 97 millones de dólares, variando entre las tres variantes (A, B y C).
- El contrato del lote 20 se negocia por separado debido a posibles acuerdos plurianuales.
Impactos y desafíos en el programa F-35
El Pentágono ya había anunciado, previo a Navidad, un acuerdo inicial para 145 unidades del lote 18, a un costo de 11.800 millones de dólares. Este precio incluye únicamente el fuselaje, mientras que el motor se negocia por separado, lo que eleva el costo total estimado por avión a un promedio de 97 millones de dólares. Comparado con los lotes anteriores (15 al 17), el costo del fuselaje ha aumentado debido a la inflación, problemas laborales y en la cadena de suministro, así como a la incorporación de elementos más complejos necesarios para la actualización del Bloque 4.
Además, el precio del motor F135 varía dependiendo de su configuración. Por ejemplo, la versión utilizada en el F-35B, equipada con ventilador de elevación para despegues cortos y aterrizajes verticales, es significativamente más costosa que la versión convencional utilizada en el F-35A de la Fuerza Aérea.
El retraso en las negociaciones del lote 20, que podría marcar el inicio de una serie de compras plurianuales, también añade complejidad. Este lote está sujeto a la finalización de pruebas operativas y al cumplimiento del hito de producción plena (hito C), esperado en marzo de 2024.
Suspensiones y configuraciones en desarrollo
El programa F-35 enfrentó una suspensión de un año en las entregas debido a la incorporación del hardware y software Tech Refresh 3 (TR-3), cuya configuración aún estaba en pruebas. Las entregas fueron retomadas en julio de 2024, cuando el director ejecutivo del programa, el teniente general Michael Schmidt, declaró que la configuración TR-3 era segura para operaciones rutinarias.
Otro aspecto que complica las negociaciones es la posible actualización del núcleo del motor (ECU, por sus siglas en inglés) del F135. Estas mejoras buscan incrementar el empuje, prolongar la vida útil y aumentar la capacidad de generación eléctrica. Sin embargo, no está claro si esta actualización es un factor determinante en las demoras actuales.
Expectativas de la administración Trump sobre el F-35
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría traer mayor presión sobre el programa F-35, ya que el expresidente intervino previamente en 2017 para exigir reducciones de costos. Aunque en la campaña presidencial habló favorablemente del programa, Elon Musk, copresidente del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump, ha criticado al F-35 calificándolo de obsoleto y ha sugerido que Estados Unidos debería invertir más en drones autónomos.
No obstante, las negociaciones actuales son independientes de estas opiniones, y el Pentágono lleva meses trabajando en los acuerdos. Según estimaciones, los costos han aumentado debido a factores externos y a las mejoras técnicas requeridas, reflejando la complejidad del programa.