SEÚL, Corea del Sur (AP) – Corea del Norte ha realizado ejercicios de tiro de artillería para reforzar su capacidad de defensa, según informaron el domingo los medios de comunicación estatales, su última prueba armamentística mientras Pyongyang sigue presionando a Washington y Seúl para que abandonen lo que llama su política hostil.
El sábado se celebró una competición de tiro de artillería entre unidades mecanizadas, con la presencia de altos funcionarios del gobierno y militares, informó la Agencia Central de Noticias de Corea.
El líder Kim Jong Un no fue mencionado en el informe, lo que sugiere que no observó el entrenamiento. El año pasado supervisó un ejercicio de tiro de artillería similar.
Los ejercicios de este año fueron diseñados para inspeccionar el progreso de las unidades mecanizadas en sus capacidades de combate móvil y para intensificar aún más el entrenamiento competitivo en todo el ejército del Norte, dijo KCNA.
Desde septiembre, Corea del Norte ha probado una serie de misiles recientemente desarrollados, incluyendo armas con capacidad nuclear que ponen a los aliados de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, a una distancia de ataque. Algunos expertos afirman que Corea del Norte quiere que sus rivales la acepten como potencia nuclear y trabajen para aliviar las sanciones internacionales impuestas al país.
Las pruebas de artillería del Norte atraen menos la atención del exterior que sus pruebas de misiles, especialmente los lanzamientos de armas balísticas que están prohibidos por múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero sus piezas de artillería de largo alcance desplegadas cerca de la frontera con Corea del Sur suponen una grave amenaza para la populosa región metropolitana del Sur y otras zonas, según los expertos.
Las conversaciones lideradas por Estados Unidos para poner fin al programa nuclear de Corea del Norte colapsaron a principios de 2019 en medio de las disputas sobre las sanciones. Funcionarios estadounidenses han ofrecido recientemente una reanudación de las conversaciones con Corea del Norte sin condiciones previas. El Norte dijo que no volverá a las conversaciones a menos que Estados Unidos abandone primero lo que Pyongyang llama su política hostil, una aparente referencia a las sanciones y los simulacros militares regulares entre Washington y Seúl.