Fairchild Aircraft empezó la construcción del A-10 Warthog en 1971, fabricando un total de 716 unidades. El aporte de esta empresa a la industria de la aviación se interrumpió cuando vendió sus activos a M7 Aerospace, ubicada en San Antonio, Texas. No obstante, Northrop Grumman compró el equipo original de producción del A-10 y sus activos de Fairchild en 1987.
El A-10 Thunderbolt II, comúnmente llamado Warthog o simplemente Hog por su estructura robusta, es una aeronave de apoyo aéreo cercano (CAS), creada para dar protección a las fuerzas terrestres aliadas. Se desplegó en operaciones como Tormenta del Desierto en Irak y Kuwait a comienzos de los noventa, así como en Yunque Noble durante la Guerra de los Balcanes y en Libertad Duradera en Afganistán.
Además, Northrop Grumman se unió con Lockheed Martin para seguir colaborando en el desarrollo del sistema de seguridad Low Altitude Safety and Targeting Enhancement y el sistema de imágenes para visión nocturna. También llevaron a cabo mejoras estructurales y de maniobrabilidad para adaptarse a nuevas misiones.
Especificaciones clave y detalles técnicos del A-10 Thunderbolt II
El A-10 cuenta con dos turbofán General Electric TF34-GE-100 y tiene una velocidad máxima de 0,56 MACH, lo que equivale a 420 mph o 676 km/h. El peso máximo al despegar es de 51.000 libras (22.950 kg) y su capacidad de combustible es de 11.000 libras (4.990 kg).
Cuenta con 11 puntos duros: 8 debajo de las alas y 3 en el fuselaje, que soportan hasta 16.000 libras (7.260 kg) de carga. El armamento principal es un cañón rotatorio Avenger GAU-8/A de 30 mm, con una capacidad de 1.174 balas, diseñado para destruir objetivos terrestres blindados y aviones ligeros de ataque marítimo.
El avión también cumplió funciones de control aéreo avanzado y en misiones de búsqueda y rescate en combate. El primer A-10A fue entregado al 355th Tactical Training Wing en la Base Aérea Davis-Monthan, en Arizona, en octubre de 1975.
A pesar de que la guerra de Vietnam concluyó en 1975, la Fuerza Aérea de Estados Unidos siguió empleando los Warthog en Europa para proteger a los aliados de la OTAN contra potenciales agresiones soviéticas. El A-10 ayudó a disuadir la amenaza de los tanques soviéticos desde las bases en Gran Bretaña y Alemania hasta los años ochenta.
En 1977, el Warthog fue trasladado a Corea del Sur para una gira de familiarización en la base aérea de Osan. En la Operación Furia Urgente en Granada, los A-10 del 23.º Ala Táctica de Cazas brindaron apoyo aéreo cercano a las fuerzas aliadas, y luego fueron asignados al 21.º Ala Aérea Táctica, donde recibieron la denominación de Para-Jumpers o PJ.
En 1987, algunos A-10 fueron transferidos a funciones de control aéreo avanzado y se les designó como OA-10. Desde entonces, el Warthog ha continuado siendo una pieza clave en operaciones aéreas alrededor del mundo.
Armamento destacado y capacidades de combate del A-10 Warthog
El A-10 está armado con 4 lanzadores de cohetes LAU-61 G/A, cada uno con capacidad para 19 cohetes de 70 mm, y 6 LAU-68 con capacidad para 7 cohetes del mismo calibre. Además, porta 6 lanzadores LAU-131 con 7 cohetes Hydra por cápsula y 2 misiles AIM-9 Sidewinder aire-aire.
El armamento aire-tierra incluye 6 misiles Maverick AGM-65 y un dispensador SUU-42A/A para bengalas y señuelos infrarrojos. Entre las bombas no guiadas se encuentran las de la serie Mark 80, bombas incendiarias Mc 77, y bombas de racimo como la CBU-52 y CBU-58.
Estas características convierten al A-10 en una aeronave sumamente versátil y resistente, capaz de realizar misiones en las condiciones más adversas y garantizar la supervivencia de las fuerzas aliadas en diversas operaciones militares.
El Warthog tuvo su primera experiencia de combate en la Operación Tormenta del Desierto, realizando 8.100 salidas. Durante estas misiones, el avión destruyó dos helicópteros enemigos, 987 tanques, 2.000 vehículos y 1.200 piezas de artillería. También logró destruir 53 misiles Scud y fue responsable del 90% de los lanzamientos de misiles AGM-65 Maverick.
La eficiencia del A-10 durante la Guerra del Golfo fue notable, alcanzando un 95,7% de capacidad operativa. Al final de la guerra, lamentablemente, se perdieron seis Warthogs de los 132 desplegados y murieron dos pilotos en combate.
En el aeropuerto militar Rey Khalid, tras ocho horas de vuelo, preguntaron si queríamos volver a volar. A pesar del cansancio, tras ser rearmados y reabastecidos, regresamos a Kuwait para apoyar a los marines bajo intenso fuego enemigo.
Primer teniente, piloto de A-10, Smithsonian
Misión del Warthog en Bosnia y apoyo a las fuerzas de la OTAN
Entre 1994 y 1995, los A-10 dispararon aproximadamente 10.000 proyectiles de 30 mm en Bosnia. Tras el secuestro de armas pesadas por parte de las fuerzas serbias, varias misiones se lanzaron para destruir el armamento capturado. El 5 de agosto, dos Thunderbolts atacaron un vehículo antitanque cerca de Sarajevo, luego de que los serbios se apropiaran de las armas y derribaran un helicóptero de la ONU.
En agosto de 1994, los A-10 persiguieron otro vehículo antitanque, lo que llevó a los serbios a devolver las armas restantes. En agosto de 1995, la OTAN inició la Operación Fuerza Deliberada para debilitar al ejército de la República Srpska y los A-10 retomaron sus patrullas en septiembre.
Los escuadrones del Warthog se especializaron en tres funciones: apoyo aéreo cercano (CAS), control aéreo avanzado (AFAC) y rescate en combate (CSAR). El 81.º Escuadrón desplegó seis A-10 en Italia como parte de la misión Joint Forge, expandiéndose con 15 aviones.
Durante la Operación Fuerza Aliada, las fuerzas serbias fueron atacadas por los Warthogs, lo que llevó a Yugoslavia a cortar relaciones con Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido. Un F-117 fue derribado cerca de Belgrado, pero gracias a una misión de rescate de los A-10, el piloto fue recuperado con éxito.
En Kosovo, la Interdicción Aérea de Fuerzas en Campo (CAIFF) limitó su actuación a la penetración en el territorio. Un misil enemigo impactó en un A-10, pero no detonó. El 30 de junio de 1999, los Warthogs cesaron las operaciones de rescate y apoyo cuando la OTAN ocupó Kosovo.
En 2002, los A-10 fueron enviados a Afganistán para la Operación Anaconda, con el objetivo de desmantelar las fuerzas talibanas y de Al Qaeda. Tras la operación, continuaron luchando contra los remanentes talibanes en el país.
El papel del Warthog en la Guerra contra el terrorismo
El A-10 tuvo un rol clave en operaciones desde 2001, incluyendo fuego amigo que se saldó con la muerte de 35 civiles afganos y 10 soldados estadounidenses. Entre 2001 y 2015, los Warthogs realizaron más de 11.000 misiones. En 2018, se desplegaron 12 A-10 en Kandahar, hasta la retirada de Estados Unidos de Afganistán en 2021.
Durante la Operación Libertad Iraquí en 2003, 60 A-10 participaron en combates iniciales, disparando más de 311.000 proyectiles de 30 mm. También lanzaron panfletos desde el aire y un avión fue derribado cerca del aeropuerto de Bagdad.
En 2007, los A-10C debutaron en combate durante la misma operación, demostrando su capacidad de operar a bajas altitudes incluso durante la noche. Actualizaciones constantes de software han mejorado su rendimiento, con miles de misiones anuales entre 2009 y 2012.
El Warthog también fue desplegado en la Operación Amanecer de la Odisea en Libia, donde participaron en ataques contra el régimen en 2011. En la lucha contra el Estado Islámico, los A-10 del 122º Escuadrón participaron en operaciones diarias en Irak desde 2014.
En la Operación Tidal Wave II en Siria, los Warthogs destruyeron campos petrolíferos clave del EI. Además, el 74º Escuadrón contribuyó a la eliminación del 99% del territorio controlado por ISIS entre 2017 y 2018.
Recientemente, en 2024, los A-10 apoyaron operaciones en Yemen contra amenazas en el mar Rojo, reafirmando su capacidad en misiones críticas. La USAF ha confiado en el A-10 por más de 45 años.
Características del A-10 Thunderbolt II y perspectivas a futuro
El A-10 es apreciado por su capacidad de maniobra, blindaje y adaptabilidad a municiones guiadas y no guiadas. Su capacidad para despegar y aterrizar en distancias cortas, junto con sus bajos requisitos logísticos, lo hacen indispensable en conflictos modernos.
Hasta la fecha, solo la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha utilizado el A-10. En 2017, 282 de estos aviones seguían en funcionamiento. Sin embargo, la flota del Warthog está llegando al final de su vida útil.
Para reemplazar al A-10, la Fuerza Aérea está desarrollando un nuevo avión de apoyo cercano que pueda igualar o superar su eficiencia, resistencia al fuego y capacidad operativa a bajas velocidades.