Aunque Israel ha mantenido su política de ambigüedad nuclear desde su fundación como Estado, funcionarios militares e industriales predicen que el Estado judío tiene al menos 90 cabezas nucleares en su arsenal. Como Israel nunca firmó el Tratado de No Proliferación (TNP) de 1968, su opacidad nuclear no viola ninguna norma internacional.
Poder nuclear ambiguo
Este acuerdo histórico destinado a frenar la proliferación de armas nucleares fue firmado por todos los países, excepto Israel, India y Pakistán. Corea del Norte se retiraría posteriormente del tratado en 2003. La posición regional de Israel, rodeado de adversarios hostiles, impulsó inicialmente al nuevo Estado en la década de 1950 a explorar las capacidades nucleares. La lógica de Israel para compensar la superioridad convencional combinada de sus vecinos mediante la disuasión nuclear ha ayudado a moldear la estrategia defensiva del país a lo largo del tiempo.
Pocos años después de su fundación en 1948, el primer ministro de Israel, Ben Gurion, tomó la decisión crítica de buscar capacidades nucleares. Según el historiador Avner Cohen, “la determinación de Ben Gurion de lanzar el proyecto nuclear fue el resultado de una intuición estratégica y de temores obsesivos, no de un plan bien pensado. Creía que Israel necesitaba las armas nucleares como un seguro si ya no podía competir con los árabes en una carrera armamentística y como un arma de último recurso en caso de una emergencia militar extrema”.
El proyecto Jericó, inicialmente una colaboración entre Israel y Francia, produjo el misil Jericó I de combustible sólido de dos etapas en 1973. Durante el estallido de la Guerra del Yom Kippur, cuando las capacidades convencionales de Israel parecían débiles, estos misiles fueron supuestamente puestos en alerta máxima. También se sospecha que en ese momento se cargaron armas nucleares en los misiles Jericó I como opción de último recurso, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) nunca lo confirmaron.
La ambigüedad nuclear de Israel podría estar relacionada con la falta de capacidad nuclear de sus adversarios. La política de ataque preventivo del Estado judío, denominada Doctrina Begin, permite a las FDI intervenir en la adquisición de material nuclear por parte de los países vecinos. El año pasado, Israel confirmó que había eliminado el reactor nuclear en Siria en 2007. Décadas antes, en 1981, aviones israelíes destruyeron un reactor nuclear que el gobierno iraquí de Saddam Hussein estaba construyendo cerca de Bagdad. La República Islámica de Irán se está acercando a su momento de estallido nuclear, y la política de opacidad nuclear de Israel podría cambiar si su adversario adquiere capacidades nucleares.
Existencias y mejoras
Los expertos creen que el Estado judío posee 90 ojivas nucleares de plutonio en la actualidad y tiene suficiente plutonio en su arsenal para desarrollar entre 100 y 200 armas si fuera necesario. En 2019, se sospecha que un lanzamiento de prueba de “propulsión con motor de cohete” realizado por las FDI, fue una prueba de la última variante del misil Jericó-3. Según se informa, la nueva variante de Jericó tiene un alcance de aproximadamente 4.000-6.000 kilómetros, que podría llegar fácilmente al territorio iraní si se lanza. Además, fuentes reputadas consideran que el Jericó 3 está equipado con una cabeza nuclear de 750 kg, aunque esto tampoco está confirmado.
Aunque nunca se ha verificado, la existencia del arsenal nuclear israelí es ampliamente aceptada por los expertos militares y de la industria de todo el mundo. A medida que se acercan las capacidades nucleares de Irán, la publicitada postura nuclear de Israel podría cambiar.