España, Francia y Alemania firmaron en 2024 un contrato clave del FCAS, pese a tensiones por liderazgo y propiedad intelectual.
España, Francia y Alemania impulsan el demostrador del caza FCAS
Durante abril de 2024, los ministros de Defensa de España, Francia y Alemania firmaron en Madrid el contrato correspondiente a la Fase 1B del Future Combat Air System (FCAS), con una inversión de 3.200 millones de euros. Esta etapa permite iniciar el desarrollo del demostrador del Nuevo Caza de Generación (NGF) y de tecnologías esenciales.
El programa FCAS, que pretende sustituir a los Rafale franceses y Eurofighter alemanes y españoles para 2040, contempla un sistema de combate compuesto por el NGF, drones remotos (Remote Carriers) y una nube de combate que facilitará el intercambio de datos en tiempo real. Este ecosistema aspira a garantizar la autonomía tecnológica europea.
El acuerdo fue posible tras varios meses de negociaciones bloqueadas, sobre todo entre Dassault Aviation (Francia) y Airbus (en representación de Alemania y España), por el control del desarrollo del caza y los derechos de propiedad intelectual. La resolución de estas disputas en diciembre de 2022 permitió comenzar formalmente la Fase 1B en marzo de 2023.
Según Margarita Robles, ministra de Defensa española, esta firma reafirma el compromiso de los tres países con un proyecto que busca no solo capacidad militar, sino también impactos tecnológicos e industriales relevantes a nivel europeo.
Avances en diseño del NGF y objetivos para 2025 y 2026
Desde que se reactivó la Fase 1B, el consorcio ha trabajado en el diseño del NGF, con cuatro configuraciones en evaluación. La selección se reducirá a dos opciones en junio de 2024, con una decisión final esperada para marzo de 2025.
En este esquema, Dassault lidera el desarrollo del NGF, Airbus se encarga de los drones remotos y la nube de combate, mientras que Indra actúa como coordinador por parte de España. El general francés Jean-Luc Moritz indicó que el diseño debe considerar requisitos como la capacidad nuclear y la operación desde portaaviones.
Características técnicas y objetivos del FCAS en desarrollo
- El NGF debe ser compatible con armamento nuclear y operación desde portaaviones.
- La nube de combate permitirá integrar datos en tiempo real entre plataformas.
- Los drones remotos incluirán modelos desechables y reutilizables como señuelos o sensores.
- Las pruebas de vuelo de los demostradores comenzarán entre 2028 y 2029.
- El consorcio europeo EUMET desarrolla el motor del caza de sexta generación.
El desarrollo de los demostradores voladores está previsto hasta 2026. Las pruebas de vuelo comenzarán entre 2028 y 2029, como parte del cronograma que busca asegurar la entrada en servicio del FCAS para 2040.
Diferencias industriales y políticas afectan el ritmo del proyecto
Las diferencias entre los países socios persisten, sobre todo entre Francia y Alemania. Francia defiende una industria de defensa estatal con autonomía nacional, mientras que Alemania aboga por un modelo de industria privada con mayor acceso compartido a las tecnologías del FCAS.
Estas posturas han generado fricciones, ya que Alemania exige acceso total a la tecnología, algo que Francia y España consideran perjudicial para sus intereses industriales. España, que se incorporó oficialmente al proyecto en 2019, enfrenta dificultades de integración, pues muchas decisiones clave ya se habían tomado entre París y Berlín.
La gestión del programa se organiza en siete pilares tecnológicos, donde cada país lidera una parte. Sin embargo, la coordinación efectiva sigue siendo un reto, debido a las prioridades y modelos industriales divergentes entre los socios.
El costo total del FCAS supera los 100.000 millones de euros, lo que convierte al proyecto en una de las mayores apuestas europeas en defensa. Su éxito requiere resolver desacuerdos internos que han provocado retrasos desde sus inicios.
El FCAS busca autonomía tecnológica frente a modelos estadounidenses
El origen del programa FCAS se remonta al acuerdo franco-alemán de 2017, reforzado con la incorporación de España en 2019. Esta iniciativa surge como una respuesta europea a la dependencia de tecnologías extranjeras, como el F-35 estadounidense.
En el Paris Air Show de 2019, los tres países presentaron un modelo a escala del NGF. Desde entonces, el proyecto ha recibido apoyo político, con hitos como la aprobación de fondos por el Bundestag en 2020 y acuerdos trilaterales en 2021.
Sin embargo, las interrupciones por la pandemia y las disputas industriales han ralentizado el progreso. En noviembre de 2023, un informe del Reino Unido insinuó una posible retirada alemana, lo que fue desmentido por funcionarios de los tres países.
La integración de plataformas actuales como el Eurofighter y el Rafale, junto con el desarrollo de los Remote Carriers y una nube de combate interoperable, forma parte del enfoque gradual del FCAS hacia la plena operatividad en 2040.
Interés internacional y desafíos para ampliar el programa FCAS
Desde 2023, países como Bélgica han mostrado interés en el FCAS, integrándose como observadores y aportando financiación para involucrar a su industria. En 2024, Arabia Saudí expresó su intención de convertirse en socio pleno del programa.
España ha defendido la apertura del FCAS a nuevos participantes, según declaró la ministra Robles. No obstante, la incorporación de más actores podría complicar aún más la coordinación entre socios actuales.
El programa se estructura por fases: mejoras en conciencia situacional para fines de los años 2020, capacidades tripuladas-no tripuladas en la década de 2030 y operatividad completa del Next Generation Weapon System (NGWS) hacia 2040.
El contexto geopolítico también influye en el FCAS. Tras el Brexit y la elección de Donald Trump, Francia y Alemania impulsaron esta iniciativa como parte de una estrategia de autonomía en defensa europea, frente al desarrollo paralelo del programa británico Tempest con Italia y Japón.