Las bombas de la aviación militar estadounidense y británica cayeron anoche sobre las ciudades ocupadas por los hutíes en Yemen en respuesta a los continuos ataques contra buques de navegación en el mar Rojo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro, Rishi Sunak, hicieron declaraciones momentos después de que los misiles bombardearan la capital, Saná, y las ciudades de Hodeida y Saada.
A continuación, reproducimos íntegramente sus declaraciones.
“La Royal Air Force ha llevado a cabo ataques selectivos contra instalaciones militares utilizadas por los rebeldes hutíes en Yemen”.
“En los últimos meses, los hutíes han llevado a cabo una serie de ataques peligrosos y desestabilizadores contra la navegación comercial en el mar Rojo, amenazando a los buques del Reino Unido y otros buques internacionales, causando importantes perturbaciones en una ruta comercial vital y haciendo subir los precios de los productos básicos”.
“Sus temerarias acciones están arriesgando vidas en el mar y exacerbando la crisis humanitaria en Yemen”.
“A pesar de las repetidas advertencias de la comunidad internacional, Los hutíes han seguido llevando a cabo ataques en el mar Rojo, incluso contra buques de guerra del Reino Unido y de Estados Unidos esta misma semana”.
“Esto no puede seguir así”.
“El Reino Unido siempre defenderá la libertad de navegación y la libre circulación del comercio”.
“Por lo tanto, hemos tomado medidas limitadas, necesarias y proporcionadas en defensa propia, junto con los Estados Unidos, con el apoyo no operativo de los Países Bajos, Canadá y Bahrein contra objetivos vinculados a estos ataques, para degradar las capacidades militares hutíes y proteger el transporte marítimo mundial”.
“La Royal Navy continúa patrullando el mar Rojo como parte de la operación multinacional Prosperity Guardian para disuadir nuevas agresiones hutíes, y les instamos a cesar sus ataques y tomar medidas para desescalar”.
“Hoy, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses —junto con el Reino Unido y con el apoyo de Australia, Bahréin, Canadá y los Países Bajos— han llevado a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías fluviales más vitales del mundo”.
“Los ataques son una respuesta directa a los ataques sin precedentes de los hutíes contra buques marítimos internacionales en el mar Rojo, incluido el uso de misiles balísticos antibuque por primera vez en la historia”.
“Estos ataques han puesto en peligro al personal estadounidense, a los marinos civiles y a nuestros socios, han puesto en peligro el comercio y han amenazado la libertad de navegación. Más de 50 naciones se han visto afectadas en 27 ataques a la navegación comercial internacional”.
“Tripulaciones de más de 20 países han sido amenazadas o tomadas como rehenes en actos de piratería. Más de 2.000 buques se han visto obligados a desviarse miles de millas para evitar el mar Rojo, lo que puede causar retrasos de semanas en los plazos de envío de productos. Los hutíes lanzaron el 9 de enero su mayor ataque hasta la fecha, dirigido directamente contra buques estadounidenses”.
“La respuesta de la comunidad internacional a estos ataques temerarios ha sido unida y decidida”.
“El mes pasado, Estados Unidos lanzó la Operación Prosperity Guardian – una coalición de más de 20 naciones comprometidas con la defensa del transporte marítimo internacional y la disuasión de los ataques hutíes en el mar Rojo”.
“También nos unimos a más de 40 naciones en la condena de las amenazas hutíes. La semana pasada, junto con 13 aliados y socios, emitimos una advertencia inequívoca de que los rebeldes hutíes asumirían las consecuencias si no cesaban sus ataques”.
“Y ayer, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución exigiendo a los hutíes que pongan fin a los ataques contra buques mercantes y comerciales”.
“La acción defensiva de hoy sigue a esta amplia campaña diplomática y a la escalada de ataques de los rebeldes hutíes contra buques mercantes”.
“Estos ataques selectivos son un mensaje claro de que Estados Unidos y nuestros socios no tolerarán ataques contra nuestro personal ni permitirán que agentes hostiles pongan en peligro la libertad de navegación en una de las rutas comerciales más importantes del mundo”.
“No dudaré en adoptar nuevas medidas para proteger a nuestra población y la libre circulación del comercio internacional cuando sea necesario”.