Donald Trump anunció el F-47 de Boeing como el nuevo caza NGAD, que reemplazará al F-22 Raptor y redefinirá la superioridad aérea estadounidense.
Trump oficializa el F-47 como el nuevo caza de sexta generación
El 21 de marzo de 2025, el presidente Donald Trump presentó oficialmente el Boeing F-47 como el nuevo caza de sexta generación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, durante un acto en el Salón Oval de la Casa Blanca. Este avión, seleccionado como parte del programa Next Generation Air Dominance (NGAD), será el sucesor directo del F-22 Raptor.
Este anuncio reafirma la apuesta de Estados Unidos por mantener su liderazgo en la aviación militar, en un contexto de competencia tecnológica global con países como China, Rusia y miembros de la Unión Europea. El F-47 surge como una respuesta estratégica ante los avances de estos competidores en capacidades aéreas avanzadas.
Durante el evento, Trump estuvo acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general David Allvin, quienes destacaron la superioridad del nuevo avión respecto a modelos anteriores y su papel dentro de un sistema integrado con aeronaves no tripuladas.

El F-47 representa una nueva etapa en la estrategia de defensa aérea estadounidense, al introducir tecnologías más avanzadas y una mayor adaptabilidad frente a escenarios de alta amenaza. Este análisis compara sus capacidades con las del F-22 Raptor, el caza que dominó durante dos décadas.
El F-22 fue pionero en su clase pero quedó limitado por el tiempo
Desde su introducción en diciembre de 2005, el Lockheed Martin F-22 Raptor marcó un antes y un después como el primer caza de quinta generación. Su desarrollo respondió a la necesidad de contrarrestar amenazas soviéticas como el MiG-29 y el Su-27, combinando furtividad, supercrucero y alta maniobrabilidad.
Gracias a sus motores Pratt & Whitney F119, el F-22 puede alcanzar velocidades de Mach 2.25 y operar con un alcance de combate cercano a 600 millas náuticas (1,110 km), sin necesidad de tanques externos. Su diseño lo hizo prácticamente invisible a los radares enemigos y su empuje vectorial mejoró notablemente su rendimiento en combate cerrado.
Sin embargo, su producción se detuvo en 2011, luego de fabricar solo 187 unidades de las 750 previstas inicialmente, debido al alto costo unitario de 143 millones de dólares y al giro estratégico del Pentágono hacia conflictos irregulares tras el 11-S. El F-22 también presenta limitaciones en interoperabilidad con drones y no está diseñado para enfrentar plenamente entornos A2/AD modernos.

La evolución tecnológica, junto con las nuevas amenazas geopolíticas, redujo la capacidad del F-22 para seguir siendo el referente en combate aéreo. Aunque aún operativo, ya no satisface por completo las necesidades de dominio aéreo en teatros como el Indo-Pacífico.
El F-47 promete mayor alcance, letalidad y conectividad IA
El nuevo F-47, desarrollado por Boeing tras imponerse a Lockheed Martin en un concurso valorado en más de 20 mil millones de dólares, encabeza el programa NGAD, que incluye sistemas tripulados y no tripulados de combate. Según David Allvin, estará en el aire en 2029 y en operación antes de 2030.
Optimizado para entornos de alta amenaza como el Indo-Pacífico, donde operan complejas defensas aéreas chinas, el F-47 incorpora tecnologías clasificadas que, según Trump, «ningún otro país posee». Allvin lo describió como el “caza más avanzado, letal y adaptable jamás construido”.
Diferencias clave entre el F-47 NGAD y el F-22 Raptor

- El F-47 operará en entornos A2/AD como el Indo-Pacífico, el F-22 no fue diseñado para esos escenarios.
- El F-47 contará con motores de ciclo variable y posiblemente armas de energía dirigida.
- El nuevo caza tendrá un alcance estimado superior a las 1,000 millas náuticas.
- El F-47 integrará inteligencia artificial y una arquitectura abierta para actualizaciones.
- Se proyecta que su flota supere las 180 unidades, con menor costo unitario que el F-22.
Informes de medios especializados como Reuters y Air & Space Forces Magazine apuntan a que el F-47 incluirá furtividad multiespectral, motores avanzados como el GE XA102 o el Pratt & Whitney XA103, y sistemas de armas basados en energía dirigida, posiblemente láseres.
Además de sus avances técnicos, el F-47 integrará una arquitectura digital abierta que permitirá implementar mejoras mediante inteligencia artificial, facilitando la interoperabilidad con otras plataformas, incluidos los Collaborative Combat Aircraft (CCA).
Otra mejora clave frente al F-22 es su autonomía de vuelo. Se estima que el F-47 superará las 1,000 millas náuticas, ampliando significativamente su radio de acción en operaciones de largo alcance, lo que resulta esencial ante posibles escenarios en Asia-Pacífico.
Estados Unidos redefine su estrategia aérea frente a rivales globales
La elección del F-47 como caza insignia del programa NGAD refuerza la estrategia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de preparar sus capacidades para conflictos de alta intensidad, en lugar de enfocarse únicamente en operaciones contra insurgencias o amenazas irregulares.

Frente al crecimiento militar de China y Rusia, el desarrollo de tecnologías como el F-47 busca garantizar el acceso aéreo y la superioridad en entornos hostiles, lo que representa un cambio decisivo frente a doctrinas de combate anteriores.
El concepto de una “familia de sistemas” dentro del NGAD apunta a una mayor flexibilidad operativa, al combinar cazas tripulados con plataformas no tripuladas, sistemas autónomos y herramientas digitales avanzadas en una sola red de combate integrada.
Con este enfoque, el F-47 no solo reemplazará al F-22, sino que servirá como eje de una nueva doctrina de guerra aérea, diseñada para enfrentar desafíos tecnológicos, estratégicos y geográficos más complejos que los previstos en la era del Raptor.
Comparación directa entre F-22 y F-47
En el ámbito de la furtividad, el F-22 fue pionero con una sección transversal de radar (RCS) estimada en 0.0001 m², lo que dificultaba su detección por los radares de su época. No obstante, el avance en sensores infrarrojos y radares de baja frecuencia ha mermado su efectividad. Por su parte, el F-47 se diseñó para contrarrestar estas amenazas emergentes mediante nuevas formas y materiales furtivos, según confirmó el general David Allvin. Imágenes conceptuales indican que podría prescindir de superficies verticales, lo que apunta a un diseño sin cola que eleva su nivel de baja observabilidad.

En cuanto a velocidad y autonomía, el F-22 mantiene una capacidad de supercrucero a Mach 1.8 y puede alcanzar Mach 2.25, cifras aún destacadas. Sin embargo, el F-47 introduce un cambio estratégico al enfocarse en extender su alcance operativo. Mientras el Raptor necesita reabastecimiento frecuente, el nuevo caza busca operar sin apoyo logístico constante, una capacidad indispensable para misiones en el Pacífico, donde las bases estadounidenses están ampliamente dispersas.
Las diferencias en tecnología y arquitectura de sistemas también son significativas. El F-22 opera con el radar AN/APG-77 y sofisticados sistemas de guerra electrónica, pero su diseño cerrado impide actualizaciones ágiles. En cambio, el F-47 utiliza inteligencia artificial para procesar datos en tiempo real y coordinarse con drones colaborativos (CCAs). Su arquitectura abierta permite adaptarse con rapidez a nuevas amenazas, lo que representa una mejora crucial ante el dinamismo tecnológico de China.
Respecto a su rol operativo, el F-22 se orienta principalmente a misiones de superioridad aérea, con capacidades aire-tierra añadidas posteriormente. El F-47 se proyecta como una plataforma multifunción, con integración total con drones para reconocimiento, ataque y guerra electrónica, acorde con la doctrina del programa NGAD.
Producción, costos y sostenibilidad entre ambos modelos
La producción limitada y el alto costo frenaron la expansión del F-22. Con un precio estimado de 143 millones de dólares por unidad, sumado a elevados costos de mantenimiento, solo se fabricaron 187 ejemplares. En contraste, el F-47, según Allvin, tendrá un precio unitario menor y una producción más amplia gracias a un diseño sostenible.
Aunque algunos informes como The War Zone estiman que el costo de cada unidad NGAD podría acercarse a 300 millones de dólares, las autoridades han declarado que el enfoque actual se centra en reducir los gastos. Este cambio marca una ruptura con los excesos presupuestarios asociados al F-22 y busca asegurar una flota más numerosa y funcional.

Además del precio, la producción del F-47 se beneficia de nuevas metodologías de diseño y ensamblaje digital, lo que permite una fabricación más ágil y adaptada a la demanda táctica. Esta mejora responde a las lecciones aprendidas del programa F-22 y a la necesidad de mantener la ventaja en número y calidad frente a los cazas rivales emergentes.
El planteamiento estratégico de la administración Trump incluye ampliar la flota más allá de las actuales unidades del F-22, con el objetivo de establecer una superioridad numérica y tecnológica sostenida en las próximas décadas.
Rivales internacionales aceleran su desarrollo de sexta generación
La introducción del F-47 también se interpreta como una respuesta directa al progreso de otras potencias. China ha presentado su caza Chengdu J-36, observado por primera vez en diciembre de 2024 y nuevamente en marzo de 2025, que parece incluir diseño sin cola, tres motores y capacidades de integración con drones, con una posible entrada en servicio antes de 2035, según Army Recognition.
En el caso de Rusia, el proyecto PAK DP/MiG-41 promete velocidades hipersónicas y características furtivas, aunque su desarrollo enfrenta retrasos debido a sanciones internacionales y el conflicto en Ucrania, de acuerdo con Flight Global. Por su parte, Europa impulsa dos programas paralelos: el Tempest (Reino Unido, Italia y Japón) y el FCAS (Francia, Alemania y España), con fechas estimadas de despliegue entre 2035 y 2040, como reporta Jane’s.
Claves del contexto internacional de cazas de sexta generación
- China desarrolla el J-36, con características avanzadas y posible despliegue en 2035.
- Rusia avanza en el MiG-41, pero sufre retrasos por sanciones y conflictos armados.
- Europa impulsa el Tempest y el FCAS, aunque divididos entre dos iniciativas.
- EE. UU. lidera con el F-47 gracias a su experiencia en prototipos X-plane desde 2020.
- El entorno global se redefine con IA, sistemas no tripulados y diseño modular.
El desarrollo estadounidense del F-47 se apoya en la experiencia acumulada desde los proyectos X-plane iniciados en 2020, según Air & Space Forces Magazine. Esta ventaja industrial y tecnológica refuerza su posición frente a rivales que aún enfrentan dificultades estructurales.
Durante el anuncio del contrato, Trump subrayó la superioridad del nuevo avión al declarar: “Domina masivamente las capacidades de cualquier otra nación”. Pese a ello, el rápido avance de China y la colaboración industrial europea representan desafíos estratégicos a largo plazo para mantener esta ventaja.

En este contexto, los factores clave serán la velocidad de producción, la capacidad de adaptación tecnológica y la integración efectiva de IA y drones, que definirán la supremacía aérea en las próximas décadas.
El F-47 establece un nuevo estándar para la guerra aérea moderna
El F-22 Raptor definió la quinta generación con características revolucionarias para su tiempo, pero su relevancia ha disminuido frente a nuevas exigencias. Limitaciones en costo, alcance y adaptabilidad han hecho evidente la necesidad de un relevo generacional en el arsenal aéreo estadounidense.
Con la llegada del F-47, la Fuerza Aérea de EE. UU. busca superar estas barreras mediante una plataforma más versátil, eficiente y conectada. Este nuevo caza incorpora elementos clave para afrontar escenarios de combate en entornos con defensas avanzadas y amenazas multidominio.
El F-47, además de mejorar la furtividad y autonomía, se concibe como un nodo central dentro de una red operativa compuesta por sistemas tripulados y no tripulados, lo que representa un cambio estructural en la forma de concebir la superioridad aérea.
Si bien el F-22 fue un referente tecnológico, el F-47 responde a un nuevo paradigma, donde inteligencia artificial, interoperabilidad y resiliencia táctica serán decisivas para mantener la ventaja frente a un entorno internacional cada vez más competitivo.